jueves, 12 de abril de 2012


ANESTESIA  Emocional
Por el psicólogo Arturo Fregoso Flores
¡Acérquese! Aquí andamos otra vez en este espacio que es alimento para el ánimo del escritor.
Ante una misma situación cada persona puede reaccionar de diferente manera, por ejemplo: Imagínese que llega a un lugar donde se encuentran varias personas desconocidas y le sonríen; usted puede interpretarlo como que les cae bien, quizá que les gusta o en el peor de los casos que la encuentran ridícula o ridículo y se están riendo de su físico, de su atuendo; de su forma de caminar, etc. Según lo que se piense acerca de ese hecho, así se sentirá; y le digo algo… Cada eco en nuestra mente debilita o acentúa el ánimo, porque las actitudes positivas hacia uno mismo son lo que llamamos autoestima y por eso hoy les traigo algo sobre "HABILIDADES SOCIALES PARA TENER UNA BUENA AUTOESTIMA".  
Las habilidades sociales son un conjunto de hábitos (a nivel de conductas, pero también de pensamientos y emociones), que nos permiten mejorar nuestras relaciones interpersonales, sentirnos bien, obtener lo que queremos, y conseguir que los demás no nos impidan lograr nuestros objetivos.
También podemos definirlas como la capacidad de relacionarnos con los demás en forma tal que consigamos un máximo de beneficios y un mínimo de consecuencias negativas; tanto a corto como a largo plazo.
CÓMO PODEMOS MEJORAR LAS HABILIDADES SOCIALES
Las habilidades sociales, como cualquier otra competencia humana, pueden mejorarse a través de un aprendizaje adecuado. La mirada: No es ningún secreto que las miradas son un canal de información paralelo al lenguaje hablado y hay que saber utilizarlas para que los dos canales estén sincronizados. La forma en que miramos es muy importante en la interacción con los demás. Tanto que puede afianzar, quitar importancia o desmentir aquello que nuestros labios están diciendo. Como se ha dicho algunas veces "los ojos tienen su propio lenguaje".
La distancia interpersonal
Distancia íntima (0-50 cm): En esta persona se sitúan las personas amadas y familiares. Distancia personal (50-125 cm): Es el espacio personal de cada uno, una especie de esfera protectora que nos gusta mantener entre nosotros y el resto de los individuos. Distancia social (1,25-3,5 m): Distancia que se usa para trabajar en equipo o en relaciones sociales ocasionales. Distancia pública (Más de 3,5 m): Distancia que nos gusta mantener con los desconocidos (P. Ej. Al caminar por la calle).
La postura: Es la posición que adoptan los miembros (brazos y piernas) de una persona con respecto a cuerpo, los cual influye en la disposición que tiene éste en el espacio. La postura de nuestro cuerpo es algo que nuestro interlocutor percibe a simple vista y que con lleva un mensaje.
Cruzar los brazos: El tener los brazos cruzados se ha asociado con una actitud defensiva, mientras que la distensión y relajación de los brazos trasmite una actitud confiada. Son muchos los aspectos posturales que se han asociado con un mensaje. La inclinación de nuestro cuerpo hacia el interlocutor suele ser interpretado por este como muestra de atención y acercamiento, mientras que estar echado hacia atrás en la silla indica desinterés o rechazo.
1. Tener un buen concepto de sí mismo. Es importante recordarse a sí mismo que se es tan importante como los demás y tomar en serio las propias necesidades.
2. Planificar los mensajes. Conseguir que todos los hechos y puntos estén aclarados con antelación, confeccionando notas de referencia si la situación lo permite. Esto ahorra tiempo, produce confianza y puede disminuir la intimidación por parte de los demás.
3. Ser educado. Enfadarse provoca confusión en uno mismo y hace que los demás vean al individuo débil, histérico y con una baja credibilidad. Hay que recordar que se deben tomar en consideración los puntos de vista de los demás y hacerles saber que entendemos su punto de vista. Negar o ser testarudo no suele funcionar a largo plazo. Es mejor guardar la calma, y educada pero firmemente, exponer nuestras opiniones.
4.  Guardar las disculpas para cuando sean necesarias. No se debe pedir excusas, a menos que sea necesario hacerlo. Si se reservan las disculpas para cuando sean apropiadas, no se disminuirá ni su valor ni el propio, y los demás tomarán al individuo en serio para otros asuntos.
5.  No arrinconar a los demás, ni recurrir a las amenazas. El hecho de hacer esto habitualmente provocará cólera y resentimiento, lo cual siempre dificulta las relaciones. Si se responde a cualquier injusticia con fuertes amenazas, la credibilidad y la cooperación que se pretenden desaparecerán. Una afirmación tranquila de los pasos que se está dispuesto a seguir es mucho más eficaz. También si se afirma que se seguirán una serie de pasos, hay que asegurarse de hacerlo, para que así las respuestas de uno sean tomadas en serio en el futuro.
6.  Aceptar la derrota cuando sea necesario. Aceptar la derrota con elegancia y en buenos términos dignifica la calidad humana. Los malos sentimientos saldrán más tarde y si hay irracionalidad de seguro habrá culpabilidad. A nadie le gusta ver a un mal perdedor.
Agradezco el favor de su atención y sigo recibiendo sus opiniones en mi correo electrónico arturo_fregoso@hotmail.com.
Recuerden algo… Si la única herramienta que tienen es un martillo, piensen que cada problema que surge es un clavo. ¡Atrévanse a soñar!, confíen en ustedes y ¡hagan que las cosas sucedan!

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