Por Arturo Fernández Ramírez
Desde hace aproximadamente tres elecciones presidenciales se empezaron a poner de moda las encuestas para conocer de manera anticipada las preferencias electorales.
Y así poco a poco este tipo de ejercicios fueron ganando terreno al grado de convertirse en instrumentos indispensables para organizar, planear y ejecutar una campaña política de manera efectiva y exitosa.
Obviamente, también se ha caído en el fenómeno de las "encuestitis" en donde a través de supuestas encuestas pretende engañarse y confundirse al electorado y público en general.
Y a raíz de esto fue que se empezó a regular en los ordenamientos jurídicos esta actividad para frenar un poco el abuso que se estaba dando.
Es así como actualmente deben observarse ciertos lineamientos legales para la publicación de las encuestas y que el lector tenga una mínima seguridad de que pueden ser confiables los resultados o que en todo caso el margen de error no altera de manera sustancial el resultado.
No obstante lo anterior, sigue habiendo un abuso en las encuestas y muchas de ellas no son confiables porque se realizan sin una metodología.
Está comprobado que cuando se llevan a cabo a través de una metodología, a través de un método científico, los resultados son confiables y el margen de error es mínimo.
Como electores debemos saber distinguir el tipo de encuesta que se publique en algún medio informativo, sobre todo el tipo de metodología que se aplicó, la muestra que se tomó y el margen de error que puede llegar a tener.
Cada candidato a la presidencia de la República cuenta con una empresa encuestadora que durante el proceso electoral le va midiendo la preferencia, si sube o si baja.
Y así es como se dice que según quien lo contrate es según la forma de encuestar o de dar a conocer los resultados.
Independientemente de lo anterior, se debe trabajar de manera profesional para que las encuestas cuyos resultados se publiquen, sean aquellas que realmente ofrezcan al votante y a los candidatos la percepción ciudadana real. Ojala que en este sentido se respeten las disposiciones legales que regulan las encuestas para que no pierdan credibilidad y no dejen de ser una herramienta de trabajo para todos los candidatos. Tal y como lo habíamos anunciado en ediciones anteriores, arrancaron las campañas presidenciales, por lo que los candidatos a estas alturas están ya en plena acción.
No se puede todavía anticipar nada en cuanto a resultados se refiere, pero sí podemos confirmar que las campañas políticas juegan un papel decisivo para que el electorado pueda definir el sentido del voto.
Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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