miércoles, 18 de noviembre de 2009

La larga lucha de los pueblos indígenas de México. 
I. Los orígenes del CNI, sus principios y sus demandas.

Emiliano Díaz 

La lucha de los pueblos, naciones y tribus indígenas de nuestro país como la de todos los del continente americano es larga y dolorosa. La larga defensa de su territorio, cultura e historia representada en su lengua, vestimenta, fiestas y tradiciones, artesanías, normas, estructuras de gobierno y sus sistemas de justicia comienzan desde la llegada de los primeros colonizadores europeos sobre sus territorios; pero su resistencia no ha sido siempre igual, ha adquirido varias formas, discursos y estrategías según las diferentes relaciones de dominación que han existido en cada comunidad, región y periodo histórico.
Hoy la voz de muchos pueblos, naciones y tribus indígenas de México se hace escuchar a través del Congreso Nacional Indígena (CNI) el cual surgió en 1996 por una iniciativa del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) como un espacio de reflexión y organización de todos los pueblos indígenas que quieran participar en este esfuerzo por construir una casa, un hogar donde la palabra, experiencia y dignidad indígena se encuentre y pueda compartirse entre todos las comunidades indígenas de México para buscar "la reconstitución integral de nuestros pueblos". 
Los principios que orientan la forma de trabajo de los participantes en el CNI son siete y han estado presentes desde su fundación: 1. Servir y no servirse, 2. Construir y no destruir, 3. Obedecer y no mandar, 4. Proponer y no imponer, 5. Convencer y no vencer, 6. Bajar y no subir y 7. Enlazar y no aislar Con estos principios, el CNI ha realizado cuatro congresos nacionales, nueve asambleas nacionales, varios foros nacionales, un encuentro continental y más de 30 reuniones regionales. 
En todos ha estado presente el grito de "Nunca más un México sin nosotros" y los esfuerzos por construir la autonomía indígena en cada pueblo según su historia y capacidades propias. De octubre de 1996 a mayo de 2001, el CNI centro sus esfuerzos en construir una nueva relación entre el Estado mexicano y los pueblos indios. Para lo cual, se esfuerzo en reformar la constitución para poder hacer ley los Acuerdos de Sana Andrés, firmados por el gobierno federal y el EZLN en 1996. Los cuales contienen los mínimos mecanismos jurídicos que permitan la autonomía indígena y el respeto de los derechos y cultura indígena, al reconocer a la cada comunidad indígena como "sujeto de derecho". Lo que implica un cuarto nivel en el federalismo mexicano. Con atribuciones para recibir directamente el presupuesto que les corresponde y los financiamientos que ellos mismos gestionen para aplicarlos según sus propias necesidades, prioridades y definiciones de desarrollo, bienestar y progreso. Donde se respete a las asambleas indígenas como máxima autoridad sobre sus tierras, territorios y recursos naturales. Pero es a partir de la traición del Estado mexicano en 2001 cuando el CNI da un giro a sus demandas y estrategías. En ese año, los tres poderes de la República: el ejecutivo, legislativo y judicial y sus tres niveles administrativos: federal, estatal y municipal le dieron la espalda a las justas demandas de los pueblos indígenas de México que junto con la amplia y nutrida movilización del pueblo mexicano y de la sociedad civil internacional apoyaron el recorrido de la Comandancia Zapatista y los delegados indígenas participantes en el tercer CNI realizado en la comunidad Purépecha de Nurio en "la Marcha del Color de la Tierra", "la marcha de la dignidad indígena". La cual llegó hasta el Congreso de la Unión para dialogar con los diputados y senadores sobre los beneficios de aprobar los acuerdos de San Andrés plasmados en la iniciativa de ley de la COCOPA.
En dicha marcha y experiencia, los pueblos indígenas como la nación mexicana y la sociedad civil internacional pudimos ver con gran claridad la magnitud de la traición que la clase política mexicana y su sistema de partidos ha hecho en contra de la soberanía nacional, el pueblo de México y sus pueblos indios. Sellando de manera indignante la vía legal para sanar la deuda histórica para con los pueblos indios de México. Tan explotados, despojados, discriminados y reprimidos a lo largo de la historia nacional.
El Congreso de la Unión emite una Ley Indígena retrógrada y racista que en lugar de dar más derechos y garantías a los pueblos indígenas, les restringe conquistas sociales ya ganadas anteriormente. Les priva de mecanismos financieros para construir su autonomía, les niega a las comunidades su existencia como "Sujetos de derecho" y los nombra "entidades de interés público", como los indigentes, los minusválidos y las personas que no pueden hacerse cargo de si mismas. Y deja en manos de las legislaturas estatales, la tarea de hacer leyes sobre la materia, las cuales son más reaccionarias que la nacional, como es el caso de la ley indígena de Jalisco.  
El poder judicial no admite las controversias constitucionales que interponen muchos gobiernos municipales y el poder ejecutivo la aprueba sin ninguna modificación cercana a los acuerdos de San Andrés y la Ley COCOPA.
Es por eso, que el CNI y el EZLN a partir de 2001 ya no busca una nueva relación con el Estado mexicano, sino hacer la autonomía en los hechos. Sin pedir permiso a nadie y haciendo ley suprema en sus comunidades los Acuerdos de San Andrés, desconociendo en sus territorios las leyes neoliberales y desde el cuarto CNI realizado en 2006 decide convocar a un nuevo constituyente que haga un nuevo pacto social que quede plasmado en una nueva constitución nacional, tal y como dice el punto 11 de la Declaración de Atlapulco del 4° CNI y los principios de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona emitida por el EZLN en julio de 2005. 
"impugnamos al Estado mexicano y llamamos a todos los pueblos, comunidades y organizaciones indígenas y a todos los sectores oprimidos a conformar un frente amplio anticapitalista que impulse un proceso que conduzca hacia una Nueva Constitución y otra forma de gobierno que permita el reconocimiento de nuestros derechos y una sociedad justa, libre y democrática".

No hay comentarios:

Publicar un comentario