martes, 26 de noviembre de 2019

               LA REVOLUCION MEXICANA

Por Arturo Fernández Ramírez
De acuerdo a la historia oficial, en 1910 el pueblo de México se alzó en armas para poner fin a la dictadura de Porfirio Díaz, quien tenía varias décadas en el poder.
Pero no solo eran las reelecciones de Porfirio Díaz lo que había generado un descontento popular, más bien, el estado crítico de pobreza en que se encontraba la mayoría de los mexicanos; el crecimiento de las grandes haciendas en perjuicio de los campesinos; la riqueza concentrada en pocas manos; la prácticamente nula posibilidad de que las clases sociales bajas tuvieran acceso a la educación; la grave explotación de los trabajadores con salarios de hambre, deudas heredadas a los hijos, jornadas infrahumanas, entre otras.
Es decir, las condiciones de pobreza extrema y rezago social en que se encontraba nuestro país fue la causa real del descontento popular, obviamente el responsable era el gobernante en turno, de ahí que el objetivo era derrocarlo.
Teniendo en clara esta situación, como cada año nos hemos preguntado ¿sí rindió sus frutos la Revolución Mexicana?
Para muchos, no ha cambiado de manera sustancial la situación en México, tan solo ha habido cambio de poder o reacomodos en la élite de la clase política, salvo el actual gobierno federal en el que alrededor del 70% de los mexicanos siguen firmes en su esperanza de un cambio verdadero, de combate real a la corrupción, de una distribución más justa y equitativa de la riqueza.
Y es que, las condiciones de México no son muy distintas a las de 1910 en cuanto a la concentración de la riqueza en pocas manos, de hecho, se afirma que, si al inicio de la Revolución 800 familias eran las más pudientes en la economía, ahora son alrededor de 300, es decir, son menos millonarios, lo que da como resultado que haya más pobres porque la clase social media en lugar de subir de nivel, ha bajado.
La forma de explotación de la clase trabajadora se ha modernizado a través de intermediarios, sub contratación, terceros, entre otras, que traen como resultado escatimar los derechos laborales que en teoría están plasmados en nuestro marco jurídico.
En fin, por esas y muchas otras razones, se considera que fue en vano la Revolución Mexicana y que en el fondo se trató de la lucha de poder en la que los líderes utilizaron al pueblo para sus intereses facciosos.
Sin embargo, hay quienes consideran que todo movimiento social es válido y útil porque se trata de despertar conciencias, de ahí que nuestra Revolución sí rindió sus frutos porque hubo un cambio de gobierno y aunque trajo aparejada desestabilidad social, se logró una nueva Constitución en la que se plasmaron los principios sociales que pretendían dar justicia a nuestro país, por lo que correspondía a las siguientes generaciones hacer que se respetara el texto de nuestra Carta Magna.
El punto es que todos tenemos la misma responsabilidad hacia nuestra nación, por lo que si en una época determinada hubo quienes dieron su vida por unos ideales, a nosotros nos corresponde continuar con esa lucha para evitar que la muerte y sangre derramada hayan sido en vano.
Luego entonces, si los héroes de la Revolución dieron su vida por un México mejor, ¿qué nos corresponde hacer a nosotros para que su lucha no haya sido en vano? Usted tiene la respuesta estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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