martes, 8 de junio de 2021

 LA MALDAD

Por Moisés Zepeda

"El bien y el mal luchan constantemente y el campo de batalla es el corazón del hombre" Fiódor Dostoievski.

Según decires del Doctor en filosofía José Pablo Feinman de la Universidad de Buenos Aires en Argentina "cuando el hombre es bueno es humano", que los actos de generosidad pasan a estar dentro de ese marco; por lo contrario, lo que daña, lo que perjudica se considera inhumano; la historia nos da muchas muestras, basta decir las guerras, aún las llamadas santas, son crueles y dolorosas.

Hechos a manera de tortura, la desaparición de personas, represión, racismo, explotación, asesinato, violación y sumisión ya sea moral, psicológica o física se consideran como actos inhumanos.

Pero lo complejo de esto, dice Feinman que todo está en el corazón del ser, ambas condiciones están presentes en el hombre, lo bueno y lo malo; que no hay santos ni demonios, que son seres que viven y luchan en el mismo lugar. Menciona que Sigmund Freud se refiera al Eros y al Thanatos como los instintos básicos que actúan y son los principios de la vida y la muerte. Nos pone a pensar que cada uno de nosotros tiene la capacidad de ser bueno o ser malo, según las circunstancias.

Nacimos con la esencia, lo dice el libro el Génesis 2;16-17, contemplamos la opción del libre albedrío y conocimiento pleno si se obra haciendo el bien o el mal. Pero podemos cambiar, la diferencia entre el hombre y las cosas es que los humanos cambiamos  y los objetos no, seguirán siendo lo que son; no así los homínidos pensantes.

Ya como entes autónomos e inteligentes, tenemos siempre integrado el espíritu de dominación, si ponemos esa premisa en cualquier acto de la historia, fácilmente podremos comprendes los actos de los hombres, tales:

La lucha de independencia, las traiciones en el México independiente, la pobreza de la clase trabajadora, el empobrecimiento de los mexicanos durante tantos siglos, la muerte de periodistas y ambientalistas, las víctimas políticas, los huérfanos de la guerra del narco, las venganzas; la explotación de bosques, lagos, montañas, desiertos, playas, aire y tierra.

Los aberrantes hechos por el insano deseo de dominación




          La Niña Hynt Cong Ut corriendo por una carretera en Viet Nam, quemada en todo su cuerpo por el Napalm.

            buitres esperando la muerte de niños para poderlos comer a picotazos.

 El fotógrafo profesional llamado Kevin Carter. A los dos meses de recibir el premio Pulitzer por esta foto, se suicidó en Nueva York.


Los atroces dolores que ha pasado la gente, niños quemados por las armas del invasor, buitres esperando la muerte por hambre de infantes para poderlos comer a picotazos, el llanto de las madres y padres de los desaparecidos, los lamentos de las mujeres explotadas, la desesperación de las familias de secuestrados; todo eso no detiene la ambición de dominación. Escribió Rubén Darío en su poema Los Motivos del Lobo: "en el hombre existe mala levadura".

Dicen que los buenos somos más, pero entonces ¿dónde estamos los buenos? ¿haciendo qué? Porque el predominio del sometimiento sigue vigente en todo el planeta y como demostración están las guerras actuales del 2021.

Ese afán está presente cuando menos en 10 países: Camerún, Etiopía, Mozambique, Israel y Palestina, Afganistán, Sahara Occidental (Marruecos), Sahel (el más pobre del mundo), Siria, República Centroafricana, Venezuela, Yemen y Bolivia. Lugares donde la condición de dominación desde esferas externas impera con pocas posibilidades de solución, porque los líderes no cejan en su ambición.

Algunos estudiosos dicen que es inmanente, otros mencionan que es formación, algunas cuestionan si es enfermedad, terceros que hasta resulta genético.

En lo personal, me inclino que es una decisión de cada persona y como dice Feinman tenemos ambas cosas en nuestro corazón y de nosotros depende hacer el bien y ser humano o hacer el mal y ser inhumano.

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