La Carreta y los Bueyes...
Por Rodrigo Sánchez Sosa
El Carretero...
¡Obreros del Mundo, Unios!...
Seguimos en el simplismo, en la primitiva noción maniquea del mundo, o todos son malos o todos son buenos. ¿Cuándo nos vamos a cansar de esta película? Con lo de Luz y fuerza del centro se destapó una creciente campaña mediática contra el sindicalismo en México, el malo, porque los buenos, como el SNTE, PEMEX y el de la CFE, son intocables. Bueno hasta aquí en Sayula siguiendo la inercia de rudos contra técnicos algunos columnistas tratan de demostrar la tesis de que el sindicalismo es malo por naturaleza. No hace falta hacer un cronología de las infamias del movimiento sindicalista en México, que sacado de contexto, su contexto histórico, suena a historias de Hallowen. Pero que responde a una historia dialéctica, es decir que se mueve, que tiene origen, que no apareció espontáneamente como creada por Jehová. Si algunos lo olvidamos siempre habrá quien lo recuerde. Antes de la era de Internet, es más antes de que Europa comenzará su saqueo generalizado del llamado tercer mundo, cuando la vieja y culta Europa, tan demócrata y "tolerante", explotaba inmisericordemente a su propio pueblo, a la masa, a los jodidos, las calles de civilizada Paris, los Barrios de la culta Alemania y los gettos y fabricas de la ancestral Londres, estaban repletos de pobres como las favelas hoy en Brasil, los Barrios marginales del DF en México, las periferias de Venezuela, Colombia, el Salvador: Pobres, súper pobres y lumper pobres; niños, mujeres y hombres explotados por igual, sin derecho a salud, vivienda, horarios dignos de trabajo y menos jubilaciones o indemnizaciones en caso de accidente. Igual que hoy en el tercer mundo, en la Europa de la revolución industrial, con el argumento del progreso, se explotó y mató a mucha gente para hacer ricos, que casualidad, a los mismos de hoy: corporaciones, nobleza y políticos. En esas miserables condiciones, un hombre que perdió a su familia por estas formas inhumanas en que vivía la gente en Europa, es decir vivían los obreros europeos, después de ver morir a su hijos pequeños de frío y hambre, escribió uno de los libros más importantes del mundo, a la par de la Biblia, un libro que ganó no sin trabajo, sudor y sangre, las prestaciones que hoy goza cualquier trabajador que luche por exigir y que tiene derecho a recibir: un contrato de trabajo, prestaciones como seguro social y pensión. Prestaciones aceptadas por casi todos los gobiernos del mundo (que se cumplan es otra cosa); CARLOS Marx, escribió el CAPITAL, libro que llevó a la organización obrera en Europa a argumentar una lucha contra la explotación con una premisa de gran valor: el productor de valor en las mercancías es el trabajo Humano, es decir las cosas valen gracias a que tiene en si invertido trabajo hombre. Este valor no debe ser negado al que lo produce, el trabajador, alegando que el que lo produce es el capital. Fue una revolución en el pensamiento europeo tanto que dividió al mundo entre comunistas, aquellos que defendían las ideas de Marx y capitalistas aquellos que querían seguir explotando y viviendo del trabajo sin reconocerle ningún derecho al trabajador: o sea, los patrones, los reyes, la iglesia y los políticos. Esta división entre quienes pretendían un cambio de las condiciones de vida en Europa, y los que querían seguirlos abusando del trabajador, ya desde la revolución francesa, antes de la revolución industrial, se había denominado Izquierda y derecha respectivamente en ese orden. Ya que en el parlamento francés, la tribuna se dividía entre las butacas de la izquierda, donde se sentaban los que tenían las ideas más progresistas y liberales, y las butacas de la derecha, donde se sentaban los nobles, el clero y los ricos. Los de la izquierda eran visto, por la derecha, como locos excéntricos que representaban un peligro para el país y a su vez ellos se decían la congruencia en persona, la única salida congruente y lógica, la personificación de la mesura y la razón en los problemas del país. Pero que lejos está Europa hoy (al menos la comunidad Económica europea) de todo esto, de hecho ya hasta "pasó de moda" Marx, y seguramente hoy el nefasto presidente francés no quiere saber nada de la revolución francesa. Pero como no, si los explotadores migraron a los países pobres del mundo, los obreros en Europa tiene toda la cobertura que les dieron la leyes en base a la propuesta de Marx, ya se olvidaron del mundo de miseria de sus antepasados. Hoy los que mantenemos la frágil condición de la clase media europea y gringa, somos los explotados de los países pobres del mundo, el pensamiento de Marx no se superó, como tan ridículamente se dice pasó de moda, simplemente, las masas pobres del mundo substituyeron en gran escala a las europeas. En Europa la explotación bárbara, ya no es problema, los sindicatos son meros vestigios de un pasado, curiosidades, reliquias como las minas de la segunda guerra mundial. No sirven para nada, más bien estorban. Pero en los países explotados saqueados por el imperialismo y las trasnacionales, ¿será así? A menos que se descubra otro planeta, sea factible llegar y dominar a sus habitantes y explotarlos, los pobres del tercer mundo no tenemos opción, sino la de ser explotados por siempre. La cosa es, mientras la lucha obrera europea fue justificable, perfectible y progresista, histórica, en nuestros países es oprobio y aberración, porque los líderes han sido comprados, corrompidos y nosotros mismos creemos que las ideas planteadas por Marx ya pasaron de moda. Así como esta forma de explotación acabó con los recursos naturales, también está acabando con el ser humano: continentes enteros muriendo de hambre y enfermedades, millones de personas en países pobres enajenadas: en la ignorancia completa o el analfabetismo funcional, perdidos en la lucha por migajas de progreso y confort: corrupción y crimen. ¿Qué de digno tiene esto? Esta película de vaqueros ya no da para más. Quiero oír de cualquiera de las partes, izquierda o derecha nacional una propuesta que tome en cuenta el agotamiento de los recursos en el mundo y un nuevo modelo, no de progreso sino de sobrevivencia y sutentabilidad para el planeta y todos los seres humanos. De sofismas ya estoy hasta la madre...
¿Y Sayula apá?..
En Sayula tenemos nuestra propia historia y retos a superar, lástima que vayamos perdiendo, como en todo el país, la mayor parte del continente y tres cuartas partes de la humanidad. No estamos solos; mal de muchos...muchos dirían que la mejor medida es la economía, pero no es así, se ve que hay dinero, pero en pocas manos; se ve que hay recursos, acaparados; se ve que hay oportunidades, para unos cuantos y sus familiares; se ve que hay justicia, para los que la pagan; se ve que hay democracia, para los iguales (porque hay unos más iguales que otros); se ve que no hay discriminación, si no eres prieto, pobre y vives en chuma, la cande, san miguel, el santuario etc...mejor ahí se ven.
PD Necesitamos convertir la moral en ética, los prejuicios en razones y el egoísmo en empatía. Lo demás vendrá por añadidura: un nuevo mundo, una nueva tierra, un nuevo hombre...
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