Semanario Horizontes

Sayula, municipio de las obras eternas
Por: Rodrigo Sánchez Sosa.
Por razones siempre sensatas, para las autoridades locales y estatales, las obras en el municipio de Sayula se eternizan, con la consiguiente molestia para la ciudadanía. Ejemplos claros de ello son, la brecha a Tapalpa en el poniente de la población y la calle dónde se encuentra el kilometro cero de la citada vía intermunicipal; y por supuesto, el puente del verde, que si no es por los Panamericanos, no se hubiera terminado, aún así, no se ha abierto a la circulación, los últimos retoques esperan que el mandatario estatal, decida el momento idóneo para ponerlo en funcionamiento. Estas obras, todas en el municipio, son una vergüenza para la administración pública. Pero, los mandatarios municipal y estatal, ni se inmutan. Los sufridos ciudadanos mientras tanto, enfrentan las consecuencias de circular por vías alternas y poner en riesgo su integridad física, así como su patrimonio. En el caso de "el mejor presidente de la historia" en Sayula, se le identifica con obras públicas de grandes vuelos, aunque siempre criticadas por su dudosa calidad. Por alguna razón que no se explican los electores, el presidente municipal de Sayula Samuel Rivas Peña, ha consentido la demora en obra pública incluso solapado prácticas de subalternos que las alargan, como el pago por jornal y no a destajo en algunas de ellas. En este mismo tenor, los trabajadores de este rubro municipal, han denunciado públicamente la corrupción en dichas obras de mandos medios en distintos medios locales, sin que hasta ahora el presidente municipal se de por enterado. Si a esto se suma su conocida obsesión por ahórrale al municipio dinero en estos menesteres, tenemos pues que entender la demora, que no necesariamente es en bien de los sayulenses, sino de los bolsillos de algunos allegados a Rivas Peña y el muy particular concepto de honor del presidente municipal. Obras que se alargan horrores al norte, poniente, sur y centro, son pan de todos los días de esta administración que tiene un muy raro sentido de los tiempos en la administración pública. Y allá en el verde, Emilio Gonzales Márquez, le secunda en eso de dilatar obras urgentes en beneficio del limbo. Los hechos ahí están, no son exageraciones ni falsedades, a la vista de todos.