viernes, 9 de septiembre de 2011


La Mano del Metate

La farsa de las torres gemelas

Seguramente al cumplirse diez años del derrumbe de las torres gemelas le estarán bombardeando amigo lector sobre el supuesto acto de terrorismo que luego fue atribuido a Bin Laden y luego a Irak para justificar su invasión y mil cosas más. Pero hay hechos incontrovertibles que señalan que fue un crimen atroz ideado por el propio gobierno genocida de George Bush, la CIA y halcones de guerra del imperio para luego justificar sus planes de guerra en varias partes del mundo, desde luego, escudándose en un supuesto combate al terrorismo internacional. Se ha demostrado físicamente que las torres gemelas fueron derrumbadas mediante explosivos y no por el choque de los aviones o el posterior incendio y si de antemano dichas torres fueron minadas es de suponer que el choque de los aviones estaba igualmente preparado por esta caterva de criminales. No se trata de explosivos convencionales, como los usados en cualquier demolición controlada. El análisis de muestras de polvo y de fragmentos de las construcciones revela la presencia de microesferas de hierro fundido y aluminio, testimonio de reacciones con el explosivo incendiario termita. Varios estudios sobre muestras de polvo concluyen sobre la presencia de virutas con compuestos de nanotermita (partículas de óxido ferroso incrustadas en una matriz rica en carbono). Todo eso indica, según esos estudios, que estuvieron presentes explosivos no convencionales en los sucesos del 11 de septiembre y que podrían haber eliminado la resistencia de los pisos inferiores, explicando así la velocidad de caída libre del colapso. Desde el primer momento hubo «sospechosismo» sobre dicho derrumbe y hasta, lo recuerdo, lo dijimos y expresamos en Horizontes en aquella aciaga fecha, en el sentido de si no sería una artimaña urdida por el propio gobierno gringo. Imagínese el tamaño de bestias inmundas que tienen quienes fraguaron este crimen, empezando por el propio Bush y cómplices, quien para justificar sus planes genocidas, imperiales y económicos, tuvieron que asesonar a tanta gente inocente que murió sacrificada en este derrumbe de las torres gemelas. Dios mío, en manos de que dementes y basura humana está el poder sobre el planeta tierra.

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