jueves, 9 de enero de 2014

Temas de Interes

Por Arturo Fernández Ramírez
Grave el consumo de alcohol en México
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), México es la nación de América con los niveles más altos y peligrosos de consumo de alcohol por persona, ya que según sus estudios, se consideran 32 litros anuales de ingesta etílica pura en el caso de los hombres y de 18 litros entre las mujeres.
Indudablemente que la anterior noticia nos debe alarmar, preocupar, pero sobre todo ocupar, ya que el alcoholismo no solo implica cuestiones de salud para quienes ingieren este tipo de bebidas, sino también para quienes rodean a un alcohólico, toda vez que se derivan muchos problemas familiares a causa del alcoholismo.
La parte económica también se ve seriamente afectada, no solo al interior de las familias sino también a nivel nacional, ya que a causa del alcoholismo no solo se derrocha dinero, sino que además hay ausentismo laboral, despidos y menos rendimiento en el trabajo.
Y desde luego, no podemos dejar pasar la parte de la inseguridad pública, ya que de acuerdo a ese mismo estudio de la OMS, el consumo del alcohol tiene una relación directa con las lesiones traumáticas (accidentes o hechos de violencia), además de que en 2010 el alcohol estuvo presente en 51 por ciento de todas las lesiones asociadas con violencia en México. Fue el principal factor de riesgo de padecer enfermedades en las personas de 15 a 49 años de edad en México y contribuyó en 13 por ciento de las defunciones y la discapacidad en la población
Aunado a lo anterior, el país pierde más de 310 mil años de vida saludable de su población. Y esa práctica representa la cuarta causa de discapacidad por lesiones y hechos de violencia.
Y aunque al parecer no lo refiere dicho estudio de la OMS, pero creo que también debemos agregar que en el caso de los adolescentes y jóvenes, el alcoholismo es la antesala del consumo de las drogas y de la delincuencia en general.
Como podemos advertir, son un sinfín de consecuencias fatales que se generan por el alcoholismo. Es un verdadero problema público.
Es evidente que no es fácil resolver un problema de esta naturaleza, por un lado está el gran negocio que representa para quienes comercializan este tipo de bebidas, lo que a su vez provoca mucha corrupción.
Y por otro lado, también está la desintegración familiar que arroja a muchos adolescentes y jóvenes a las calles para ser víctimas de muchos vicios.
Por parte de la autoridad se han tomado algunas medidas, como por ejemplo tanto en el Distrito Federal como en Jalisco, se ha implementado el llamado TORITO, que no es otra cosa que un operativo a través del cual se detecta a los conductores que manejan en estado de ebriedad y según el grado de la ingesta de alcohol, se le arresta, se le cobra una multa muy elevada y lo más importante, se le impide que continúen conduciendo.
Al parecer se han logrado resultados positivos en la disminución de accidentes, pero no sabemos bien a ciencia cierta qué tanto ha repercutido para crear conciencia en la ciudadanía de que disminuya el consumo de este tipo de bebidas.
Y es que con los avances tecnológicos, simplemente los que ingieren bebidas alcohólicas detectan los lugares donde están los operativos y los burlan.
En este sentido, creo que más allá de esperar a que las autoridades resuelvan en forma total el alcoholismo, nosotros debemos hacer lo que nos corresponda desde los hogares, desde nuestras respectivas familias, creando una verdadera conciencia en cada uno de los miembros de nuestro núcleo familiar.
Se obtendrían mejores resultados si nos esforzamos más en nuestros hogares. Reconozco que tampoco es fácil, pero peor será quedarnos pasivos y esperar a que las cosas cambien por sí solas o que otros trabajen por nosotros. Todos pongamos nuestro granito de arena y veremos resultados positivos en poco tiempo. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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