jueves, 29 de mayo de 2014

Temas de Interés
Por Arturo Fernández Ramírez
Crece la inseguridad en Sayula
Los acontecimientos violentos que en las últimas fechas se han suscitado en nuestro municipio de Sayula, así como la serie de robos a casa habitación principalmente y a personas en lo individual, demuestran de manera irrefutable que la inseguridad sigue a la alza.
Pareciera que de poco o nada han servido los esfuerzos que los cuerpos de seguridad asentando en el municipio han realizado para abatir la inseguridad.
Aunque con todo y ello, debemos reconocer los golpes que la policía municipal ha propiciado a la delincuencia, tal es el caso de quienes robaban a los usuarios de los cajeros automáticos de los bancos.
Si recordamos, después de la denuncia de una afectada, la policía municipal inició un operativo que dio como resultado la captura de esos delincuentes al haberles dado alcance en la carretera a la altura de Usmajac.
Al momento de la captura de estos delincuentes hubo un fuerte ofrecimiento de dinero hacia los policías que les dieron alcance, pero afortunadamente rechazaron ese acto de corrupción y procedieron a su detención poniéndolos a disposición de las autoridades competentes para que se resolviera su situación jurídica.
Entonces, el éxito de estos operativos no puede olvidarse, por el contrario, se debe reconocer y que sirva como estímulo para que sean más los golpes que se le den a la delincuencia.
Pero retomando el Tema de Interés que hoy abordamos, decíamos que los hechos hablan por sí solos y es lamentable que el clima de inseguridad que vivimos crezca en lugar de disminuir.
Ciertamente la inseguridad es un problema mundial que deriva de la descomposición del tejido social, pero aun así, como se ha dicho, Sayula al no tener la características de una zona metropolitana, puede ser rescatado.
Pero, como también lo hemos dicho, para rescatar a nuestro municipio es necesario que tanto autoridades como sociedad trabajen de manera conjunta.
Está visto que la autoridad por sí sola no podrá abatir este problema, mientras que la sociedad si continúa en su apatía, simplemente seguirá sufriendo las consecuencias.
La inseguridad rompe con la tranquilidad, afecta la economía al ahuyentar las inversiones, entre otros muchos resultados negativos que arroja.
Por eso es importante romper con la apatía, romper con la pasividad que lamentablemente caracteriza a amplios sectores de la sociedad.
No se trata tampoco de asumir conductas protagónicas ni mesiánicas y menos frente a los próximos procesos electorales que ya en pocos meses arrancarán de manera interna en los partidos políticos.  Y es que está comprobado que al pasar la efervescencia política o incluso al perderse la precandidatura, se vienen abajo todos los supuestos proyectos que se dicen impulsar.
El punto crucial es emprender acciones concretas tanto por parte de la autoridad, pero sobre todo por parte de la sociedad, debe iniciarse desde el seno familiar imponiendo un mínimo de disciplina, cultura y educación en nuestros hijos porque ellos serán los actores principales de la comunidad.
Y una vez que hayamos iniciado en nuestros hogares, debemos pasar a contar con un mínimo de organización ya sea en cada barrio y colonia o por sectores o gremios, pero es necesario trabajar de manera organizada.
En resumidas cuentas, es preocupante el avance de la inseguridad, pero más preocupante es la apatía de la sociedad. Ojala podamos romper con nuestra pasividad. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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