sábado, 12 de noviembre de 2016

   EL BUEN FIN ¿AHORA SI HABRA OFERTAS REALES?

Por Arturo Fernàndez Ramírez

Inspirados por una festividad de Estados Unidos que se celebra un día después del Día de Acción de Gracia, el día siguiente al cuarto jueves del mes de noviembre, conocido también como "viernes negro", se creó aquí en México el llamado Buen Fin.
En Estados Unidos dicha festividad ha sido el día de mayor movimiento comercial de todo el año desde el año 2005. La razón es sencilla: se ofertan toda clase de productos a un precio verdadero bajo. Siendo esto la base de su éxito, ya que en el año 2013, aproximadamente 141 millones de personas compraron durante el viernes negro, gastando un total de 57,400 millones de dólares, con ventas de la red llegando a 1,200 millones de dólares.
Entonces, insisto, inspirados en dicha celebración, en el año 2011, en México, el sector privado en coordinación con el gobierno federal, crearon el Buen Fin con la intención de ofertar bienes y servicios al consumidor a muy bajo costo, pretendiendo que se convirtiera, al igual que en Estados Unidos, en el fin de semana más barato del año y con ello lograr que fuera el fin de semana con mayor reactivación económica.
La realidad de las cosas es que no se ha logrado tal propósito. Y sin buscar mucho el motivo de ello, así como en Estados Unidos la razón es sencilla de su éxito, aquí en México la razón del fracaso también es simple: no se formalizan ofertas reales, al contrario, se recurre a la simulación y con publicidad excesiva quieren convencer al consumidor que los productos y servicios que durante el Buen Fin se venden, son a muy bajo costo cuando no es verdad.
En efecto, desde el año 2011 en que fue creado el Buen Fin, ha habido más publicidad que resultados palpables de ofertas verdaderas, como que muchos empresarios o comerciantes no entienden que el vender más en una sola fecha aunque sea a menor precio con aparentes menos utilidades, en realidad ganan más por la liquidez que se tiene en un tiempo menor, se reactiva así la economía y deja de estar estancada con productos que no se venden.
Solo algunas grandes empresas sí ofrecen productos a muy bajos costos, pero son muy pocas, además de sobresalir el uso de tarjetas de crédito con los famosos meses sin intereses, pero salvo eso, la gran mayoría de los negocios engaña al consumidor con ofertas ficticias.
De hecho, de acuerdo a estadísticas, del año 2011 a 2012 hubo un incremento del 39.6% en la ventas; de 2012 a 2013 aumentaron las ventas de un 16.8%; de 2013 a 2014 también aumentaron 13.7%; pero de 2014 a 2015 disminuyeron en un 59.1 %.
Es decir, el año anterior fue un fracaso el Buen Fin al haberse obtenido ventas por un 59.1% menores a las del año antepasado, cuando lo correcto es que hubieran aumentado, o al menos, haberse mantenido igual que el año pasado pero no disminuir en un porcentaje tan alto como sucedió, porque al final de cuentas es obvio que como consumidores necesitamos de satisfactores, solo que todos buscamos los mejores precios y calidad, de tal manera que si no los encontramos en el Buen Fin, pues no vamos a comprar nada y mejor vamos a esperar otro momento para su adquisición.
  Por eso podemos afirmar que a 6 años del Buen Fin no se ha consolidado como el fin de semana más barato del año ni mucho menos como el fin de semana en el que se reactive la economía nacional. Siguen existiendo otras épocas del año en las que se pueden encontrar artículos más baratos y que generan grandes derramas económicas. Ojala que este ya próximo Buen Fin sea realmente lo que en teoría inspiró su creación. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario