martes, 23 de enero de 2018

          La política como chiste de mal gusto.
Por Rodrigo Sánchez Sosa

La política en Sayula muy lejos de mejorar empeora, ahora los antiguos porros, que no operadores políticos, del PRI, a la más vieja escuela, mueven los hilos y usan a los tontos de siempre para generar intrigas contra sus enemigos políticos sin ensuciarse las manos y desde las sombras. Bueno, los más listos e innovadores, según ellos hasta abolieron la política. Seguramente hacen catequesis o pasarela. Le voy a contar una de estos siniestros y patéticos seres y sus tontos manipulables: A la redacción de un conocido semanario local poco antes de cerrar edición, llegó el operador estrella del tricolor, en ese entonces oposición en Sayula, con una noticia de ocho columnas: El presidente municipal de aquél entonces, al que odiaban inexplicablemente los "periodistas justicieros" (bueno ni tan inexplicable lo que pasa es que no les daba juego, por eso lo odiaban), finalmente había sido descubierto en su homosexualidad "¿Cómo?... tan hombrecito que se ve" dijo la redactora, "pues fíjese que sí" le asegura el mapache mayor a esta persona que,  comiendo ansias pregunta "¿De qué se enteró   oiga?" "Fíjese que lo encontraron en pleno acto con un hombre" "¿Cómo voy a creer?" dice abriendo la boca. "Pues si. fíjese usted…eso es lo que vi escrito en una cartulina pegada en la calle fulana"…¿no me diga? "sí ¿cómo ve?"  "¡pues allí está!, el pueblo no lo quiere, por eso lo exhiben…" Afortunadamente para el presidente citado, el achichincle de dirección que fue enviado a corroborar aquel chisme, ya no encontró la dichosa cartulina con el homofóbico y supuesto mensaje, donde señalaba el porro priista. "Seguramente lo quitaron los cuicos…pero ahorita va ver el viejo corrupto nosotros no le taparemos nada a ver paren la imprenta" dijo la citada. Un viejo lobo de mar que los asesoraba, los calmó, "no podemos…" dijo, e hizo una pausa como todo sabio viejo queriendo decir, no sean nangos; "no podemos quemarnos así. Sin cartulina no hay nota" Y cómo le debían a aquel santo y venerable señor, hasta la renta, acataron su opinión. El presidente no salió del supuesto closet a chaleco como estos "héroes justicieros del pueblo" querían, y el mapache que se frotaba ya las manos se llevó un golpe de narices. No contó con que el viejo lobo de mar, no se tragaría semejante tontería.
Así se hacía política en ese entonces, y no dista mucho de lo que ahora hace. Si no fuera porque es asunto serio la política esto podría ser hasta un chiste, pero no lo es, así nos venden chismes como notas desde algunos semanarios hasta los políticos abraza viejitas y besa bebés. Pero ojalá y se quedara aquí en Sayula ese nivel, ya de Peña nieto ni hablamos, pero ¿qué tal que la política internacional? está por las mismas. Mire esto:
"Para comenzar el año, el presidente de Estados Unidos presumió que tiene un botón nuclear "mucho más grande" que el de ese líder en Corea del Norte. La próxima semana: Donald Trump y Kim Jong-un compararán la longitud de sus dedos, el número que calzan y el tamaño de su cabeza. Este último es complicado por el hecho de que ambos tienen los peores cortes de cabello en la historia de los líderes políticos. Honestamente, podríamos creer que Kim ha ejecutado a cada peluquero de su país. Si no fuera porque el planeta corre peligro de estallar, podría ser hasta divertido. Aquí tenemos a dos ególatras muy tontos. El gobierno de Kim afirma que aprendió a conducir cuando tenía tres años y que en su tiempo libre hace descubrimientos médicos innovadores en el tratamiento del cáncer.
Mientras tanto, en Estados Unidos, hace poco Trump se adjudicó el logro de haber terminado con los accidentes de aviones en vuelos comerciales. ("Desde que estoy en el cargo he sido muy estricto respecto de la aviación comercial"). La Casa Blanca -que se la pasa toda la vida explicando por qué el último tuit demente no era tan delirante- dijo que esto se debía a la "iniciativa del presidente para modernizar el control de tránsito aéreo", una propuesta que no se hizo ley. Además, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, que está a cargo de la seguridad aérea, es dirigida por una persona que designó Barack Obama.
Por si fuera poco, no ha habido ninguna víctima por accidentes en vuelos comerciales en Estados Unidos desde 2013. Alguna vez Trump inauguró una aerolínea en la que hubo un aterrizaje accidentado tres meses después de haber comenzado sus operaciones, acumuló una deuda masiva y terminó por cerrarse. Podríamos seguir mencionando ejemplos, como muchos han hecho en Twitter. ("Este año no hubo explosiones de gas en nuestra casa. Gracias, señor presidente, por su liderazgo eficaz".)
En Corea del Norte, Kim celebró el año nuevo con un discurso en el que le aseguraba a su pueblo que tiene "un botón nuclear en el escritorio de su oficina. Todo el territorio continental de Estados Unidos está dentro del rango de nuestro alcance". ¿Ustedes creen que los norcoreanos sintieron que esa era una buena manera de darle la bienvenida a 2018? Por un lado, parece que sí les gusta la idea de poder ganar una guerra nuclear con Estados Unidos. Por el otro, es inevitable preguntarse si algunos de ellos habrían preferido un par de canciones nostálgicas.
Como lo explicó Russell Goldman en The New York Times, es probable que Kim ni siquiera tenga un botón; y a Corea del Norte le tomaría mucho tiempo hacer que sus misiles de verdad estén listos para llegar a cualquier lugar. Sin embargo, es muy posible que sus súbditos pusieran un enorme botón rojo falso en su escritorio para que se sintiera más hombre. Se trata, después de todo, de un tipo que fingió haber escalado la montaña más alta del país con un abrigo largo y zapatos de vestir, alguien cuyo padre-dictador, de acuerdo con una biografía oficial, jamás necesitó utilizar un baño. Obviamente, enfrascarse en una discusión personal, pública y transocéanica con Kim no sirve de nada. No obstante, Trump respondió que él también tenía un botón nuclear y que es "mucho más grande y más poderoso que el suyo. ¡Y mi botón funciona!".
La riña entre estos dos hombres tiene su historia, aunque por parte de Trump los insultos ("maniático") han estado mezclados con calificativos totalmente opuestos ("muy astuto"). Así que todo lo que sabemos con certeza de nuestro lado del debate es que Trump tampoco tiene un botón. Hay un asistente que lleva un portafolio, algo que es mucho menos amenazante pero, desde luego, mucho menos vistoso si estás intercambiando insultos con un tipo cuyo gobierno afirma que puede cambiar el clima."
 Gail Collins, columnista de opinión de The New York Times

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