Por Arturo Fernàndez Ramìrez
Mucha diferencia es la que se nota en un año preelectoral y en uno postelectoral, cuando de defender los intereses del pueblo se trata o al menos cuando esa es la bandera que se enarbola por unos cuantos.
Y si bien este año es electoral, el hecho de que ya se hubieran realizado los comicios correspondientes, de alguna manera puede considerarse post electoral en esta segunda mitad.
La anterior precisión la hago porque en el caso de los inconformes contra los cañones antigranizo, es mucha la diferencia entre el año pasado y el actual.
En efecto, el año pasado fueron muchas las marchas, protestas y acciones que se emprendieron en contra del uso de estos artefactos, hasta un plantón permanente frente a la Presidencia Municipal mantuvieron por varias semanas los inconformes.
Pero vemos que en este año, si bien ha habido protestas de algunos ciudadanos, no se comparan con las de 2017.
Y que conste que los cañones se siguen usando de manera indiscriminada ante el menor asomo de una nube que pronostique lluvia.
Entonces ¿por qué ahora no se notan las protestas como en 2017? ¿será acaso porque ya pasaron las elecciones y no vale la pena "desgastarse" sin ningún fin político inmediato?
Como lo hemos dicho, en política la forma es fondo, por lo que es obvio que los cañones, el gasolinazo y muchos otros problemas sociales que el año pasado fueron motivo de inconformidad social, solo se utilizaron como una gran oportunidad para el protagonismo y llevar agua a su molino de muchos "luchadores sociales" que aspiraban a un cargo de elección de popular.
Por ello, una vez que se definieron las cosas desde la asignación de las mismas candidaturas a principios de este año y después con los resultados de la elección, lamentablemente para la mayoría de quienes el año pasado se habían sumado a las protestas contra los cañones antigranizo, dejó de tener sentido "defender" los intereses sociales.
Reitero, las protestas siguen pero solo por muy pocos, ya que no están todos los que el año pasado mostraron un fuerte activismo y en contraste ahora sobresalen por una actitud pasiva e indiferente.
Y lamentablemente los problemas persisten, porque por ejemplo, como dijimos, los cañones continúan usándose en forma indiscriminada, la gasolina sigue aumentando y no ha dejado de subir de precio después del gasolinazo, pero la fuerza de los ciudadanos deja mucho que desear para combatirlos, por eso seguimos igual o peor, porque dejamos que los vivales se aprovechen de causas sociales para sacar un provecho político y ya después, toleramos que se olviden del pueblo si es que alguna vez se preocuparon por nosotros. Y esto se repite cada tres años porque nosotros mismos lo permitimos.
En el caso de los cañones la falta de legislación es la principal causa por la que no ha sido posible regular su uso. Legisladores federales que ya van a concluir su periodo en este mes de agosto se habían comprometido a subsanar esta deficiencia legal, pero no lo hicieron.
Y si no lo hicieron fue por falta de voluntad política para resolver este problema, porque no puede argumentarse falta de tiempo, ya que tuvieron el suficiente para haber creado una ley que regulara a estos artefactos. En muchos otros casos sí formularon leyes y con mucha rapidez, pero no en el Tema de Interés que ahora nos ocupa donde simplemente nos dieron atole con el dedo. Todo indica que existen muchos intereses de por medio que impiden que los legisladores como verdaderos representantes del pueblo, se pongan a trabajar en un cuerpo legal que ponga fin a este añejo conflicto social. La pregunta inevitable, si los que ya van a concluir su mandato no lo hicieron, los que van a tomar protesta en los próximos días ¿sí resolverán de una vez por todas el problema de los cañones antigranizo? En lo personal tengo mis dudas, pero dejemos que el tiempo las disipe. O usted ¿qué opina estimado lector? Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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