Por Arturo Fernández Ramírez
Durante el tiempo de estiaje fueron muchos los desastres causados a la madre naturaleza por los incendios forestales, por lo que a gritos se pedía que ya llegaran las lluvias para poner fin a todo ese daño ecológico.
Y es que aunque en la mayoría de los incendios forestales aparece la mano del ser humano, resulta que no tenemos la capacidad suficiente para sofocar el fuego y evitar los daños al ecosistema, por eso pedíamos que ya llegaran las lluvias para que fuera la misma madre naturaleza la que nos ayudara a solucionar ese problema.
En algunos lugares ya se presentaron los primeros torrenciales, la madre naturaleza nos escuchó, lamentablemente fueron tan fuertes esas lluvias que también se han ocasionado muchos desastres.
Como ejemplo más cercano tenemos el municipio de San Gabriel, donde las lluvias de hace unos días provocaron el desbordamiento de un arroyo, causando grandes daños, no solo materiales, lamentablemente también hubo pérdidas humanas.
Lo anterior nos pone a reflexionar que, de alguna u otra forma, la madre naturaleza nos castiga, ya sea en tiempos de sequía o de lluvias, pedimos que se acaben las primeras invocando las segundas para poner fin a un tipo de desastres naturales sin pensar de momento que vendrán catástrofes de diversa índole pero que igual nos afectan a todos.
Y si utilizo la palabra "castigo" es porque de alguna manera, analizando las causas que provocan esos desastres, está la mano negligente del hombre, ya lo vimos en los incendios, en los que, con estadísticas oficiales, se demostró que en más del 80% de los incendios forestales participaba el ser humano, lo que se puede traducir en que en ese porcentaje podían disminuirse dichos incendios, si existiera voluntad del hombre.
Ahora bien, ¿qué pasa con los desastres que provocan las fuertes lluvias? Si estudiamos sus causas, nos damos cuenta que en realidad no son tanto porque llueva mucho, sino porque los cauces por donde debe correr el agua no son desazolvados o son modificados por el hombre, es decir, otra vez está la intervención del ser humano.
En efecto, la mayoría de las inundaciones se provocan porque los cauces están azolvados, llenos de basura o bien porque a conveniencia del hombre, se modificó su curso natural. También la deforestación tiene sus consecuencias graves.
Otra causa es la agricultura tecnificada, principalmente los invernaderos, ya que al cubrirse con estructuras cientos de hectáreas, se impide la absorción natural del agua en la tierra, lo que da como resultado que dicha agua se vaya a otros lados, que normalmente es hacia zona urbanas. Y ya que hablamos de zonas urbanas ¿por qué se presentan inundaciones en las grandes ciudades? Exacto, porque se otorgan permisos de urbanización en áreas que no son aptas para vivienda, pero la corrupción y los mezquinos intereses de los fraccionadores, da como resultado que se construyan grandes asentamientos humanos en dichos lugares.
Entonces, si sufrimos desastres en sequías o en lluvias, es porque el hombre algo tiene que ver por su negligencia e irresponsable conducta de no querer cuidar el medio ambiente.
Por lo tanto, insistimos en la importancia de tomar conciencia sobre este Tema de Interés, cuidar a nuestra madre naturaleza para que independientemente de la estación del año que estemos viviendo, podamos disfrutar de todo lo bueno que nos da y no estar sufriendo desastres provocados más por el hombre que por el medio ambiente. O usted qué opina estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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