Por Arturo Fernández Ramírez
Resultado de la corrupción que permeó a todo el sistema de salud durante los sexenios panistas y priístas, el desabasto de los medicamentos y hasta de lo más indispensable, sigue siendo el pan de cada día de los millones de pacientes que por enfermedad son atendidos en los hospitales públicos.
Y es que durante décadas, fue "común" que el dinero que se suponía era para la atención de la salud, se desviara a campañas políticas.
Aunado a lo anterior, las compras a sobreprecio, sobre todo del mismo medicamento mediante contratos amañados con unos cuantos laboratorios que se prestan a entregar una cantidad inferior de lo que facturan.
Por si lo anterior fuera poco, los aviadores y nóminas infladas, también asfixian las finanzas de las instituciones del sector salud.
Los sindicatos que no defienden a sus trabajadores pero que sí "negocian" beneficios para sus líderes, también se convierten en un lastre para la institución.
Todo ello, entre otros factores, es lo que desde hace algunos años se empezó a reflejar en los medicamentos y más deficiencias del sistema de salud.
El artículo 4 de la Constitución Federal establece como derecho humano, la protección de la salud y el acceso a sus servicios.
Luego entonces, es inconcuso que para que se tenga por cumplido este mandato constitucional, el Estado debe garantizar el abasto de los medicamentos que todo paciente requiere en sus respectivos tratamientos, porque de nada sirve una atención médica que detecte y diagnostique una enfermedad, prescribiendo un tratamiento y una receta si al final de cuentas no se tiene la medicina, haciendo nugatorio el derecho humano a la salud.
Por eso es importante que se combata a fondo la corrupción que ha existido en el sector salud, porque solo así se podrán ir revirtiendo todas las deficiencias que existen en los hospitales públicos.
Hace unos días Andrés Manuel López Obrador anunció que en poco tiempo iniciará un recorrido a nivel nacional visitando todos los hospitales para corroborar su estado y que combatirá la corrupción para poner fin al desabasto de medicamentos.
Si en realidad López Obrador cumple con lo anterior, estará haciendo una verdadera justicia social, estará favoreciendo a los sectores sociales más desprotegidos, estará favoreciendo a quienes por durante décadas fueron marginados por los gobiernos panistas y priistas, estará consolidando el respaldo de las mayorías.
Y obviamente, eso tendrá sus repercusiones políticas favorables a López Obrador y más miedo le seguirán teniendo sus adversarios políticos porque les aterra la idea de que si continúa con esa alta popularidad, pretenda reelegirse.
En fin, vamos a esperar y a confiar en que el actual gobierno federal sí tomará cartas en el asunto en el desabasto del medicamento y combatirá a fondo la corrupción.
Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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