Por Arturo Fernández Ramírez
Muy a propósito de la polémica desatada a nivel nacional por los acontecimientos ocurridos la semana pasada en Culiacán, Sinaloa, vamos a abordar el Tema de Interés de la seguridad pública.
En los tres niveles de gobierno (municipal, estatal y federal) la inseguridad es desde hace varios años, el principal problema que enfrentan y hasta el momento no ha habido una fórmula mágica que lo resuelva.
Cada gobierno, cada administración, cada gobernante genera las políticas públicas que considera le darán resultado.
Sin embargo, ante la discrepancia que cada quien pueda tener, creo que sí es posible lograr coincidencias en algunos aspectos en torno a la seguridad pública.
Una de esas coincidencias es que la violencia no es la solución, es decir, no es equipando a los cuerpos de seguridad con un mejor armamento como se disminuirán los altos índices de inseguridad, los hechos así lo han demostrado.
El sexenio de Calderón se caracterizó por emprender en forma abierta una guerra contra la delincuencia organizada, fue su estrategia, lamentablemente no hubo resultados positivos porque la inseguridad creció y el saldo de pérdidas humanas fue de miles. Con ese claro ejemplo queda demostrado que la violencia no se resuelve con violencia.
Otra coincidencia es que se debe trabajar más en las causas y en la prevención, en lugar de solo actuar en forma reactiva.
Se han visto mejores resultados cuando se ataca de raíz la delincuencia, solo que es un proceso lento y que por lo mismo, los cambios de gobierno afectan este tipo de estrategias porque no se les da continuidad.
Desde luego, que un gobierno débil y sometido por la delincuencia tampoco es la solución, sería algo lamentable.
Por eso, la decisión del gobierno federal sobre los hechos de Culiacán, más allá de posturas políticas, debe analizarse a la luz de lo que realmente conviene a la sociedad sin olvidar las experiencias de los gobiernos pasados.
Como lo dije con antelación, no existe ni existirá una fórmula mágica que resuelva el problema de la inseguridad, menos cuando cada grupo de poder lo utiliza como una bandera política para sus fines facciosos.
Lo que realmente se necesita, no solo es la acción del gobierno, sino de la sociedad misma, que cada uno de nosotros ponga su granito de arena, que hagamos a un lado todo tipo de intereses personales para unirnos en las coincidencias, analizar con objetividad las discrepancias y tomar las mejores decisiones a favor de nuestra sociedad. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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