martes, 14 de enero de 2020

      Un vertiginoso paso del tiempo
Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar

Con el inicio del año nuevo 2020 hemos empezado la tercera década del presente siglo XXI. Cada vez queda más lejos aquel cambio de siglo y de milenio hace 20 años, cuando se dio el paso de los años 1999 (siglo XX y segundo milenio) al 2000 (siglo XXI y tercer milenio de nuestra era) y que a muchos de nosotros tocó vivirlo. Veremos que vicisitudes nos pueda traer este nuevo año y que seamos testigos de los acontecimientos que nos tenga preparado.
    Nosotros los seres humanos, como parte de la vida y de este plano que nos ha tocado estar (la tercera dimensión), estamos compuestos de tiempo y de espacio. La vida la vemos pasar en el devenir hecho historia. Es por eso que así como vemos cambiar los años, también observamos los acontecimientos que se desarrollan al día a día y que van pasando de una forma vertiginosa en lugares muy concretos de nuestro mundo.
    En ese sentido, en los últimos años, somos testigos conscientes de un fenómeno que se ha venido dando sobre el paso del tiempo, vale decirlo de forma simple, el paso del mismo que se da en nuestra vida que son desde los minutos y horas hasta las semanas,  los días, los meses y los años. En los últimos años en lo personal me ha tocado vivir ese paso del tiempo de forma muy rápida y casi vertiginosa.
    Parecería que esta percepción con respecto al que el tiempo cada vez pasa más rápido, no es sólo mi muy particular y personal punto de vista, sino que es compartida por otras muchas personas, las cuales me ha tocado hablar al respecto y que comparten esta misma percepción con respecto al tiempo.   Recuerdo que cuando niño para mí parecía que el tiempo pasaba lento, en ocasiones muy lento, ya con el paso de los años se fue volviendo más rápido, quizás por los diferentes compromisos o responsabilidades adquiridas. Pero dialogando al respecto con otras personas sobre el tema, me han dicho que sí para ellos el tiempo de esta época va más vertiginoso que de antaño. Y lo tratan de comprobar al decirme que antes, se levantaban a una buena hora iniciaban sus quehaceres de hogar a buena hora, vale decirlo, desde preparar el desayuno, limpiar la losa sucia, barrer, trapear, sacudir, y etc. Esas personas me decían que la mañana les ajustaba bien para realizar todos estos trabajos hogareños. Hoy estos mismos quehaceres con el paso del tiempo como lo estamos viviendo en estos momentos ya no les ajusta.
     Habría hacerse aquí una pregunta. ¿Por qué se dio este cambio de tiempo más acelerado en estos últimos años?  La respuesta no es fácil, puede haber varios supuestos, incluso desde el punto de vista filosófico entraría una materia que se llama fenomenología que nos pudiera dar una posible respuesta. Una de ellas la pueda dar la mística, vale decir el tema religioso que es parte inherente a nuestra vida. Me voy a permitir tomar la respuesta desde el aspecto místico-religiosa.
   En los últimos casi 40 años ha venido dándose una interrupción del fenómeno religioso con lo que se ha dado en llamar apariciones de la Virgen María, esto en diferentes países y a diferentes personas a lo largo y ancho del mundo. Estás mismas personas que aseguran han visto a seres celestiales en las personas de María y del propio Jesús, nos dicen que ellos les han dado revelaciones a cerca de estos “últimos tiempos” que según estamos viviendo.
   Entre todas las revelaciones que se han realizado, muchas de ellas con respectos a la humanidad toda, está la revelación realizada por la Virgen en el sentido de que cuando llegáramos a estos “últimos tiempos”, el tiempo se recortaría como un pergamino que de estar extendido se enrolla y se encoge. Quizá algún lector que lea esto que escribo no lo crea, está en su derecho de no creer, pero que compruebe si es verdad o no que en estos años se está pasando el tiempo muy rápido o no.
    En esto es muy generalizado la opinión que las horas, los días y meses van volando. A pesar de este fenómeno, aún hay muchas gentes que ni cuenta se da, dado que viven inmersos en su “mundo”en sus realidades diarias y esto del paso del tiempo les es desapercibido.  Habrá que seguir viendo este fenómeno y analizarlo.
   Finalmente, quiero desear un muy feliz año nuevo 2020 a todos mis lectores, hermanos, amigos y conocidos. Que todos sus anhelos y proyectos puedan hacerse realidad,  que los mejores dones y bendiciones de Dios estén presentes en sus vidas, que así sea.

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