Por Arturo Fernández Ramírez
Muy a propósito de la reducción en el precio de la gasolina que analizamos en una edición reciente, pero, sobre todo, frente a quienes se resisten a reconocer que en dicha disminución influyó el gobierno federal, considero importante saber cómo se regula el precio de este combustible.
Parece algo complejo, pero nada que no pueda entenderse para los fines que pretendemos en esta edición.
Y es que, el costo de la gasolina depende de múltiples factores, algunos previsibles, incluso planeados por el gobierno federal, pero, otros resultan difíciles de anticipar o pronosticar.
Entre los que dependen del gobierno federal está la tasa del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Y entre los que no se pueden pronosticar, destaca la cotización del petróleo en los mercados internacionales, el tipo de cambio y las condiciones propias del mercado, sea que este se encuentra en una fase de alta demanda de hidrocarburos o en la parte baja del ciclo económico.
De manera general, la fórmula que se aplica puede resumirse de la siguiente manera: Precio al público de la gasolina = precio de referencia + margen + IEPS + IVA + otros conceptos.
Para no entrar a detalles técnicos, la anterior fórmula es suficiente para entender que al menos en dos elementos sí interviene de manera directa el gobierno federal: IEPS e IVA.
Sobre el IEPS, podemos decir que en el ajuste que se hace, el gobierno federal puede subsidiar los precios finales que llegan a los consumidores, a fin de estabilizarlos ante variaciones en el mercado internacional.
De hecho, la razón por la cual en este 2020 no subió el precio de la gasolina a partir de enero como cada año suele subir (con gasolinazo o sin gasolinazo), fue precisamente por el subsidio al IEPS.
En efecto, para 2020, el IEPS que se aplica a la gasolina Magna se actualizó por el equivalente a la inflación esperada para este año, ello significó que este impuesto pasó de 4.81 a 4.95 pesos por litro, es decir un aumento de 14 centavos por litro, que en teoría debió ser el aumento en el precio de la gasolina magna a partir del primer día de este año.
Sin embargo, el "porcentaje del estímulo fiscal" que semanalmente actualiza la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dicho subsidio pasó de 4.82% en la última semana de diciembre a 16.40% para la primera semana de enero.
En dinero, eso significa que el subsidio fue de 58 centavos por litro, es decir, las finanzas públicas absorbieron poco más de cuatro veces el monto del impuesto, lo que explica por qué el precio del combustible no se incrementó en forma tan abrupta al inicio de 2020.
Luego entonces, si gracias al gobierno federal no hubo a principios de este año, ningún "gasolinazo" como venía ocurriendo desde el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, queda claro que TAMBIEN EN LA DISMINUCION DEL PRECIO DE LA GASOLINA FUE POR LA INTERVENCION DEL GOBIERNO FEDERAL O PARA QUIENES POR NINGUN MOTIVO ACEPTAN LA FORMA DE GOBERNAR DE LOPEZ OBRADOR, ESTA BAJA EN EL PRECIO DEL COMBUSTIBLE ES GRACIAS AL ACTUAL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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