lunes, 18 de mayo de 2020

Los estragos de la ineptitud y la corrupción
Por J. Ventura Torres
Es muy notorio que por falta de mantenimiento con la primera tormenta de la semana pasada y las escasas lluvias, varias calles sufrieron desperfectos, unas en sus empedrados y otras en su pavimento, sin embargo se observa la falta de voluntad del encargado de las obras publicas en primer término parece que esta persona sufre de miopía al no mirar en qué estado se encuentran las calles, es de no creer que mejor se pavimentan calles  que son de poca circulación vial que las calles que a diario transitan un sinnúmero de vehículos como lo es la calle Aquiles Serdán entre otras que son las que realmente deberían de contar con pavimento, se comenta esto en virtud de que los que remiendan las calles de empedrado pareciera que las remiendan con las sentaderas, es muy necesario que el que se encarga de las obras publicas tenga amplios conocimientos para que pueda ordenar y poner la muestra de lo que se trata de reparar, ya que cualquier pocito tardan de ocho a quince días cuando es de las calles empedradas y cuando son en el pavimento en ocasiones tardan hasta un mes o más, esto se refleja por la razón de la poca duración de cada remiendo en cuanto se ponen en servicio a los dos o tres días ya están peor los hoyos más grandes que como estaban sin reparar, se  desconoce si existe un encargado de la obra pública que supervise las obras en construcción y las que requieren de mantenimiento, en general todos los que son empleados de obras públicas son una serie de flojos estos cumplen con hacerse presentes y sean asignados a cierto remiendo para que les paguen el salario sin trabajar. Es entendible que cualquier empleado de obra debe de trabajar ocho horas diarias, pero  se desconoce quién los supervise estos trabajan a pausas únicamente de dos, a tres o cuatro horas al día, su máximo trabajo es llegar a desayunar, inician como que trabajan amontonados todos con puras bromas y al poco rato se sientan a tomar caguama todos sentados sin hacer nada, se llega la hora de salida y hasta el siguiente día que será de la misma forma.
Cuando se rompe algún tubo se amontonan varios trabajadores para estarse todo el día y semanas haciendo que hacen y no hacen nada, dicen que lo que les pagan es muy poquito, razón por lo cual ellos también trabajan poco a poquito. Y además dicen que nadie les puede decir nada porque son muy bufones y ofensivos., La mayoría presumen que están sindicalizados, razón de más para exigirles por medio de su líder que trabajen, pero si el líder es otro flojo igual o más que ellos, no se saldrá de ningún apuro.
No obstante, para que no sucedan casos de demandas laborales, el Ayuntamiento cuenta con varios abogados, pero si no tienen la capacidad y los conocimientos de cómo se procede en la vía Laboral, que pregunten como se debe de actuar, con la gente sindicalizada ningún trabajador o líder sindical es intocable, todas las disposiciones están plasmadas a la ley, y no se debe permitir ni privilegios mucho menos demandas fraudulentas. Mismas que se deben de atender y si es necesario, demandar a los fraudulentos por la vía penal, sin importar con quien recaiga la responsabilidad, pero todos los ayuntamientos siempre han actuado por la vía de la corrupción como ha sucedido siempre.
Sin importar que en la mayoría la resolución de la junta de conciliación y arbitraje resulto a  favor de los trabajadores, demandantes, para quien conoce los procedimientos ante el departamento de trabajo son resoluciones amañadas derivadas de la tremenda corrupción oficial que campea entre los actuarios de las Juntas que imparten la justicia y los abogados que llevan el caso del trabajador que casi siempre son los mismos que ya están de acuerdo con los de la  junta que le tocó el litigio. Es esta la razón que al tener la resolución sin importar los argumentos, se debe demandar en primer término al Secretario de la Junta de Conciliación Y arbitraje del Estado de Jalisco, y a quien resulte ser el responsable de la resolución, esto en virtud de que en la primera audiencia que es la de conciliación demanda y acepciones, bien claro que por ordenamiento de ley le dicen al demandante que debe de decir la verdad de lo que demanda y si no fuere así será castigado penalmente por mentir ante la autoridad del trabajo.  Pudiera ser muy de seguro que por ejemplo un empleado despedido por un ayuntamiento, demanda sus derechos consagrados en la Ley del Trabajo, y como primer término dice que exige el pago de su indemnización y pone como salario diario de 2,600.00 pesos,   podríamos pensar que será muy torpe el impartidor de justicia laboral para aceptar  ese salario, ya  que ese salario es superior al que pudiera ganar el presidente municipal, sin darle muchas vueltas al asunto ahí está muy claro lo corrupto de ese actuario, cuando su obligación es no acepar esa falsa mentira y actuar como el mismo le dio a conocer a la parte demandante. 
Esa resolución es considerada con un acto de fraude oficial, razón de que en vez de pagar al trabajador esa cantidad fraudulenta debe de demandarse penalmente, para que el juez decida si existe o no fraude.             

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