miércoles, 9 de septiembre de 2020

 Nuestra Historia más allá del

mito y la Historia fosilizada 

Reportaje de Investigación de  Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula 

La historia transforma profundamente a todos los pueblos, por eso estamos obligados a elaborar un nuevo relato de la Conquista para desmontar ese discurso clásico sobre un evento tan importante para México. Después de  analizar textos antiguos, ver qué hacen y dicen los cronistas, por qué y para quién escriben, se ha concluido que la historia sobre la Conquista de México es un mito colonial. 


"…hablando del nacionalismo perverso del siglo XX que ha estructurado y creado esa negación del indio y sobre todo ese racismo a lo mexicano. A nosotros no nos gusta el discurso del indio tonto, temeroso, supersticioso y primitivo, incapaz de pensar y racionalizar, por eso los españoles lo vencen y aplastan", recalcó. Eso corresponde al nacionalismo mexicano, dijo, y por ello tratamos de repensar cómo se escribió esa historia, pensar un nuevo relato. Si no sabemos cómo las antiguas fuentes escribieron la historia, no podemos hacer una nueva historia, "tenemos que pensar qué es lo que querían decir en los siglos XVI, XVII y XVIII, sobre este periodo que significó la destrucción de Tenochtitlan en 1521".( Investigador en el XI Seminario de Historiografía "Repensar la Conquista", que se realizó los días 19 y 20 de marzo de este año a iniciativa de la Facultad de Historia y Graphen, revista de historiografía del INAH-Veracruz.)

En el seminario citado se comentó que la situación de nuestro país es diferente a la visualizada en otras naciones como Francia, Inglaterra o Japón, donde la noción de su historia no es igual, ha habido todo un proceso de cambio. "A cinco siglos de la Conquista, en México la historia sigue siendo la misma, está fosilizada", destacó el investigador Guy Rozat. En su intervención, el delegado del INAH, Esteban Rodríguez Flores, manifestó que ahondar sobre aspectos económicos, sociales y religiosos de esta etapa tan importante de lo que se ha denominado la Conquista, colonización y formación del Estado mexicano, es un trabajo de reflexión.  Los hombres que acompañaron a Hernán Cortés, por ejemplo, pagaron por ser parte de la exploración del Nuevo Mundo por ello se sintieron con derecho a reclamar parte de los tesoros Los hombres que participaron junto con Hernán Cortés (como sus primos Alonso de Ávalos y Hernando Saavedra que se dice fueron quienes avasallaron el Tzaulan) en la exploración y conquista del Nuevo Mundo  cubrieron los costos del viaje y estancia, por ello pensaron que tenían el derecho a recibir parte del botín y, más tarde, donaciones de parte de la Corona Española, sostuvo Vitus Huber, académico de la Universidad de Múnich, Alemania, durante su participación en el XI Seminario de Historiografía "Repensar la Conquista". Huber mencionó que su investigación se centra en los incentivos y recompensas que les dieron a los participantes en la Conquista, para ello consultó las listas de los quintos reales (al rey se le pagaba el 20 por ciento del valor de lo capturado o descubierto), así como informes de méritos y servicios. El historiador detalló que los hombres que participaron no recibieron un sueldo, por el contrario, "cubrieron los costos de esta aventura; se entiende por qué reclamaran el botín al capitán con el que partían, aunque años más tarde exigieron más recompensas y remuneraciones ante la Corona, respaldándose en lo que se conoce como mercedes reales." Explicó que las gratificaciones no siempre consistieron en tesoros materiales, también fueron simbólicas, como los títulos nobiliarios que en la mayoría de las ocasiones se convirtieron en ventajas económicas posteriores. Vitus Huber puntualizó que la distribución de las riquezas obtenidas se hacía de la siguiente manera: se reunía todo lo obtenido, se le quitaba el quinto real destinado para la Corona Española y lo que restaba se repartía según los méritos de cada uno de los hombres. "Nos podemos dar una idea de la explotación de los tesoros, y más tarde de las minas, arrebatados a los pueblos originarios durante la Conquista, al dar un vistazo a las listas de los quintos reales y de las recompensas." Sin embargo, resaltó que en México no existe una sola lista detallada de las recompensas, sólo hubo una lista del quinto real que envió Hernán Cortés a la Corona, no obstante estas riquezas no llegaron a su destino ya que fueron robadas por los piratas. Por último, Vitus Huber externó que esta investigación en los archivos existentes sobre los informes de recompensas no sólo permite conocer de qué tesoros se hicieron los españoles, sino también de los conceptos de méritos y de justicia de aquella época (Paola Cortés Pérez, Universo El periódico de los Universitarios, 6 de abril de 2015 UV)

El tributo a indígenas

El tributo de indios nació como una fuente de ingresos para la Corona española proveniente de su dominios coloniales, pero también, y de manera significativa, como mecanismo para demostrar que los indios eran vasallos de la corona y no de los conquistadores: fungió como parte de los esfuerzos para eliminar cualquier posibilidad de que en América se crearan señoríos territoriales como los que contemporáneamente en Europa iban renegociando sus privilegios ante un proceso de fortalecimiento de las monarquías que se ha denominado como la creación de los "estados modernos"… A diferencia de lo que había sido común a principios del siglo XVI, para finales de esa centuria los reyes europeos, y ya no sólo los señores, se beneficiaban de los excedentes producidos por economías todavía predominantemente agrarias, tal y como el monarca español y los encomenderos recibían los tributos de los indios americanos, pero con una importante diferencia. Al insistir en que el tributo que recibieran los encomenderos se entendiera como un premio que el monarca les otorgaba de manera provisional, y que las encomiendas no fueran territoriales (es decir, que implicaran el control sobre un territorio), la Corona española logró asegurar que los encomenderos no se volvieran señores al estilo europeo. A la vez, al asignarse la mayor parte del tributo para ellos mismos -como derechos señoriales-, las arcas del imperio español se garantizaron una fuente de ingresos que correspondía a sus propios dominios (como también lo eran el quinto y luego el diezmo real): una fuente de ingresos que iba perdiendo importancia en varias partes de Europa en la medida en que los monarcas vendían sus dominios señoriales para cumplir con las ascendientes necesidades fiscales, principalmente asociadas con los gastos militares. (Aaron Pollack)

Poco se sabe más allá de ámbito académico, sobre las condiciones reales en que se da la conquista de México, esto ha  generado un mito popular y por el otro lado una historia fosilizada, una  historia que no permite la incidencia de la misma en el  devenir del presente en nuestro país. Los juicios que se hacen de la historia y aquello que se cree derivan de esta, principalmente en la etapa de la conquista, suelen ser erróneos, por ello derivan en decisiones en el presente - asociadas principalmente a la política apoyadas en percepción popular también errónea de ese tiempo- negativas y costosas para México. No se puede juzgar una etapa de la historia de nuestro país desde un contexto actual dado que, por ejemplo, la percepción del siglo XVI sobre el hombre y la sociedad, tanto para europeos como para los pueblos indígenas, dista mucho de la nuestra en el siglo XXI, máximo si se ha alimentado esta última de mitos respecto a la primera.    La reflexión sobre nuestra historia, se vuelve necesaria en etapas de crisis, pues en el análisis de lo sucedido y de lo que creemos que sucedió, podemos encontrar luces respecto a nuestra situación actual que nos muestren de dónde vienen algunos problemas que como pueblo enfrentamos. Como se dijo al principio los conquistadores no fueron un ejército profesional a sueldo pagado por la corona que llegó a arrasar un territorio, asesinando a sus habitantes para despojar impunemente a estos de sus tierras y bienes para otorgarlos al imperio que representaban; exitieron leyes y contra pesos que incluso protegían a los pueblos indígenas de los conquistadores que eran una especie de aventureros de todo tipo que financiaron ellos mismos su aventura en busca de riqueza y fama. La Corona española reguló mediante leyes la conquista e hizo de los indígenas súbditos evitando que los conquistadores formaran sus propias islas de poder y desafiaran a la corona independizándose. Esto se vio tras la fundación por cortes de la Audiencia de México, 4 años después la Corona destituye a Cortés y toman el gobierno de la Audiencia magistrados enviados por esta. En el Sayula recién conquistado y fundado como estancia española por los primos de Cortes Alonso de Ávalos y Hernando de Saavedra, estos, que seguramente fueron financiados por Cortes en su viaje al Nuevo Mundo, vieron comprometida, a la destitución de su famoso primo, su posición, tanto que la encomienda de los pueblos de Ávalos que se les había otorgado les fue recogida en su mitad norte por la Corona y fueron hostigados por las leyes. El mismo Alonso de Ávalos perdería un juicio frente a los indígenas que lo demandaron por exceso en el cobro de tributos. Solo gracias a la habilidad de Hernán Cortés que era abogado, la familia Ávalos preservó sus privilegios de la encomienda de los Pueblos de Ávalos frente a las amenazas de Nuño de Guzmán y los enemigos de Cortés en la Nueva España y en la metrópoli española. El cabildo indígena de Sayula con sus propios gobernantes, alcalde indígena y regidores también (República de indios), sobrevivió con su derecho a tierras otorgado por la corona, según documentos, hasta la lucha de independencia en 1810. Decir que fue un caos la organización político social una vez consolidada la conquista es excesivo. Los abusos y crímenes de los conquistadores eran denunciados por frailes como de las Casas y algunos indígenas que se revelaban, porque violaban las leyes de la Corona respecto a sus colonias, y aunque se abusó y existió impunidad y corrupción, no fue el ideal de las leyes de la Corona cometer los crímenes e injusticia que se cometieron, existió un equilibrio o aspiración a este de las instituciones de la Corona que involucraba una figura legal para el indígena, el conquistador y las autoridades españolas e indígenas en estas tierras. Tan no fue un caos la organización colonial que duró 300 años, cien más de lo que llevábamos en México como país independiente. Hablar de que la razón de la colonia fue la imposición violenta de ese orden es parte del mito y de la historia como un fósil monolítico. Existen matices en nuestra historia que merecen tomarse en cuenta y reflexionar sobre ello.  


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