martes, 3 de noviembre de 2020

                   Política y retórica hegemónica.

Por Rodrigo Sánchez Sosa

Retórica: Conjunto de reglas o principios que se refieren al arte de hablar o escribir de forma elegante y con corrección con el fin de deleitar, conmover o persuadir. Hegemonía: Supremacía de un estado, una organización, una empresa o una persona sobre el resto de los estados, organizaciones, empresas o personas. De esta manera podemos encontrar en el diccionario la definición de estos dos adjetivos de los que nos ocuparemos en este texto hoy. 


El recurso del que se abusa en la política para persuadir, convencer, conmover y engañar a las personas, es la retórica, una herramienta neutra que puede ser utilizada para dañar o hacer bien a una sociedad. Los individuos en masa actuamos de forma impulsiva y obedeciendo a una motivación emocional colectiva provocada por la habilidad del discurso de aquellos que legítimamente o no, se levantan como líderes políticos o sociales de las masas. La masa tiende a no ser racional bajo estas condiciones de manipulación. Sin embargo, la masa está formada por individuos y estos en tal condición tienen la oportunidad de romper con esa fascinación que ejerce el carisma y el discursos amañado de un líder. Un individuo sustraído de la ilusión manipulante de la retórica, puede como tal, racionalizar su situación y analizar el discurso que hipnotiza a una mayoría, rompiendo su encanto. Claro está que estos son los enemigos de los tiranos, de los abusivos, de los explotadores de las masas, de los criminales genocidas como Hitler, Mussolini, Franco o Pinochet. Son enemigos que serán perseguidos a muerte, pues son capaces de crear conciencia en las mayorías homogeneizadas por el discurso mañoso de los tiranos y crear condiciones para que estos caigan.  

El pensamiento y la lógica tiránica de los líderes de masas abusadas, no sólo poseen esta herramienta de manipulación discursiva, efectiva y homogenizante que persuade a la masa de actuar contra su propio interés colectivo, expresando el interés o ambición de un grupo o una persona, previamente interiorizado gracias al impacto de esta herramienta en cada individuo que forma la masa, como un deseo propio y colectivo. Posee también, el tirano, una actitud que acompaña su retorica discursiva: la hegemonía. Entendida esta como principio moral y ético. Es decir, su opinión, interés o ambición personal es suprema y merece ser impuesta al precio que sea al pueblo representado en la masa. Esto no puede venir sino de una personalidad psicópata. Sólo un individuo mentalmente insano, puede proponer a un pueblo entero su propio mal en beneficio de su interés  individual o de grupo.

Si partimos desde del teorema que enuncia que la sociedad es producto de los individuos y estos a su vez son un producto de la sociedad, tendremos que concluir necesariamente que sólo una patología mental puede llevar a un individuo a actuar contra su propia sociedad. A si pues, aquel que utilizando herramientas neutras como la retórica lo hace para manipular en contra de su propio interés a las mayorías, no pueden sino ser un enfermo mental. La patología que se ajusta a esta personalidad enferma en el ámbito de la salud mental es la neurosis narcisista,  que es un trastorno mental en el cual las personas tienen un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás.

Esto es un problema contemporáneo en el ejercicio del servicio público que es la política. No es necesario que yo señale aquí a todos los políticos que se ajustarían por su actitud, métodos y personalidad a lo anteriormente expuesto. Es de sentido común observar los parámetros de este fenómeno. Sin embargo, queda muy claro que nuestro gobernador Enrique Alfaro, presenta el tipo de personalidad narcisista aquí definida y su discurso es visiblemente manipulador y abusivo, haciendo de la retorica una justificación de sus ambiciones personales, y su clara falta de sensibilidad para con los jaliscienses, a los que ha llamado anteriormente pendejos, pone de manifiesto una patología narcisista y hasta psicópata como en el caso de la represión violenta, en semanas pasadas, de las protestas contra su gobierno por la muerte de un joven que la policía municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos asesinara luego de arrestarlo violentamente por no usar cubre bocas. Represión que utilizó policías vestidos de civil para secuestrar y golpear manifestantes. Las disculpas que nunca existieron de parte del gobernador y la impunidad del hecho, deja ver claramente el problema de actitud y lo peligroso de la misma.

La propuesta unilateral que expresó hace poco Enrique Alfaro como un deseo mayoritario del pueblo de Jalisco, de abandonar el pacto federal, resulta ilustrativo respecto de lo antes expuesto. Mi maestro Francisco Salinas Paz, doctor en filosofía, hace una reflexión muy interesante de este discurso  reciente del gobernador donde llama a una consulta para separar Jalisco de México:


"RETÓRICA VACÍA Y HEGEMONÍCA. 

El gobernador del Estado de Jalisco, Enrique Alfaro, en alianza con otros gobernadores se ha manifestado en romper el pacto federal y que Jalisco como estado deje de ser parte del Estado-nación llamado popularmente México.

El día de hoy martes 27 de octubre en la tradicional rueda de prensa del Presidente de México, la llamada mañanera, AMLO dijo que las declaraciones de rompimiento del pacto federal por parte de algunos gobernadores, entre otros el de Jalisco, si tuvieran ´vocación democrática´ estarían acompañadas de la consulta respectiva al pueblo de Jalisco.

En ese contexto el Gobernador del estado de Jalisco en un arrebato de ´vocación democrática´ dijo, ´tomarle la palabra al Presidente´ y propuso una consulta popular donde se preguntará lo siguiente: ´Si están de acuerdo en que nuestro estado (Jalisco), permanezca en esta relación abusiva con la Federación´. En otras palabras la pregunta sería (no seria): ´Estás de acuerdo en que la federación abuse de Jalisco´.


Pregunta absolutamente tendenciosa y manipuladora, contiene en sí misma la respuesta. Técnicamente es una pregunta cerrada (se responde con un si o no), y directa (inclina la balanza y se responden de acuerdo al criterio de quien pregunta).  Es retórica y manipuladora que más que pregunta o consulta contiene información que sólo requiere ser confirmada, similar a preguntas como ¿Te gustan nuestras fabulosos ofertas? O bien ¿Te sientes mal porque tu equipo perdió el campeonato? O ¿Estás de acuerdo en que hay que llevar una vida saludable? 

Añadiendo Alfaro nos ilustra para entender que consiste el abuso: ´Jalisco aporta muchísimo a la Federación y lo que recibe son malos tratos, groserías y desdenes de la federación´. En otras palabras, hay abuso porque Jalisco aporta muchísimo y recibe groserías, desdenes y maltratos.

Mucho aporte = desdenes, groserías y malos tratos,... 

... evidentemente una ecuación injusta. De nuevo una declaración retórica. 

Y remata anunciando: ´Iniciamos de inmediato un diálogo y una consulta con el pueblo de Jalisco´. O sea que lo que ha dicho hasta ahora al respecto no es resultado del diálogo y la consulta con el pueblo de Jalisco sino que es un diagnóstico y evaluación hecha por él y sus cercanos, tanto asesores como colaboradores. 


CONCLUYENDO: 

1) Dado que el gobernador del Estado de Jalisco diagnóstica y valora que Jalisco aporta muchísimo a la Federación y a cambio recibe groserías, desdenes y malos tratos,

2) luego entonces Jalisco recibe un trato abusivo por parte de la federación, por lo tanto,

3) Dialogaremos y consultaremos si el pueblo desea continuar en esta relación de abuso.

Como último comentario nótese que la entidad gramatical ´Jalisco´ que, de acuerdo al discurso, es objeto de abuso, resulta ser una entidad e identidad política e institucional que en términos de gobierno es ´representada´ por la persona del Enrique Alfaro luego entonces el abuso es personalmente recibido por Alfaro cuya personalidad jurídica en calidad de gobernador no tiene absolutamente ningún límite respecto a su identidad personal e individual, luego entonces no sabemos si los abusos son sobre su persona en tanto que individuo con aspiraciones políticas o sobre el representante del gobierno del estado de Jalisco. Clásica ambigüedad retórica de la que muchos actores políticos se aprovechan para obtener beneficios personales, simulando y usando la representación colectiva para obtener beneficio personal, y que se encuentra atrás de toda identidad sustantiva, esencial e institucional. Tema amplio y técnico que dejó hasta ahí en esta exposición. 

Dejó la argumentación a consideración de tú opinión. ¿Qué piensas al respecto?

En lo que a mí respecta las declaraciones de Alfaro son sólo una retórica vacía, con pretensión de manipulación para obtener efectos de beneficio político personal y para su grupo político. Nada que ver con un ejercicio de ´vocación democrática´ y de obediencia el mandato del pueblo de Jalisco producto de un ejercicio dialógico y respetuoso de la diferencia. 

Repito ¿Tú qué opinas?" Doctor en filosofía Francisco Salinas Paz. 


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