Lo que usted no conocía de Diego Armando
Por Moisés Zepeda
No soy especialista en deportes y menos aún en biografías, pero por lo acontecido en esta semana que pasó, es imprescindible mostrarle a la gente el por qué el señor Diego Armando Maradona Sinagra fue un auténtico fenómeno.
Nacido en una clínica jurisdicción de Evita, algunos dicen que en 1960 otros en 1961, vivió la infancia en el barrio de Villa Fiorito al oeste de Lanús, lugar de muy bajos recursos donde había días que se comía y otros que no, eso marcó al "Pelusa" de por vida, le dio la orientación social a su existencia.
No escribiré de sus hazañas futbolísticas, más bien de sus proezas de vida. Muy baja escolaridad que no le permitió tener al alcance una ideología, un pensamiento de espíritu filosófico; a cambio de eso tuvo una radicalización y una convicción de clase que nunca perdió, en ningún tiempo se ocupó ni se preocupó por el dinero, dice Bielsa en una entrevista que le hizo la Octava que fue estafado no menos de 50 veces por sus representantes y aun así seguía confiando, dejó abandonados bienes en Dubai (joyas, autos residencias); en Italia prestó sus casas y jamás estuvo angustiado por las rentas, muchos tampoco pagaron, prácticamente vivía al día.
Cuentan una anécdota de la época en que estuvo en Culiacán de director técnico de Dorados, equipo que recibió después de todos los demás de la tabla y casi logra el ascenso a primera división y logrando el campeonato, llevándolos a dos finales. ¿Cuál fue el secreto? Muy simple: la motivación y la empatía. Generalmente infinidad de futbolistas son de escasos recursos y eso lo sabía "Pelusa", en una ocasión que un muchacho llegó demorado al entrenamiento Diego le preguntó ¿por qué no llegaste a tiempo a la preparación? El joven le contestó que se debía a que las rutas de autobuses no eran regulares y en ocasiones no pasaban; Maradona le dijo si vas a ser futbolista debes entrenar completo, hoy fue tu último día retrasado, toma taxi y yo lo pago, nunca vuelvas a llegar tarde. De esa forma era, conocía las quejas y las penas que agobiaban a los muchachos, uno de ellos comentó, así como nos trata, si algo me pide, se lo tendré que dar; pero él sólo pedía que jugaran con entrega total y compromiso, marcó la ruta de vida de muchos dejando huella profunda, no únicamente como jugadores, más bien como personas.
Simpático en la conversación por su agudo y espontáneo ingenio, se hizo amigo personal de muchos presidentes tanto de Hugo Chávez, como de Evo Morales y hasta de Fidel Castro, se relacionó con grandes personalidades, lo que le causó en ocasiones algunos desaguisados como cuando refiriéndose al Papa mencionó con palabras altisonantes qué cómo era posible que se parase - el Papa- debajo de un arco de puro oro y visitara países donde la gente moría de hambre, cuestión que no gustó a muchos. Cuenta Bielsa otra anécdota de la visita de Diego Armando a Juan Pablo Segundo en el Vaticano; el Karol Wojtyla le comentó que él había jugado futbol profesional y que estuvo en el arco, el Pelusa le contestó: en Argentina a los gordos y bobos son a los que ponemos en la portería. Ya en los últimos tiempos, se reconcilió y se acogió a la Iglesia Católica, se forjó amistad de camarada con Bergoglio. Así era de irreverente.
Nunca abandonó su condición de pertenecer a los pobres, en ningún tiempo quiso ser un producto de mercadotecnia, jamás hizo publicidad a transnacionales, ni Pepsi, Coca Cola, ni empresa parecida porque seguía fiel a sus principios, la pelota es limpia y no debe contaminarse.
En Argentina y en muchas partes del mundo le lloran su partida y no es únicamente por el legado futbolístico, es por cómo les hizo apreciar la vida desde otro punto de vista, de qué manera socialmente revolucionó el pensamiento de los olvidados, en su personalidad les dio estatura y dignidad, nos igualó a todos, ricos y pobres, encumbrados y sencillos, líderes de países y ciudadanos comunes; tanto en Villa Fiorito, Palermo Italia, así como en Culiacán Sinaloa. Donde quiera que puso un pie.
Muchas Gracias Diego Armando y que el padre te reciba con la cancha dispuesta.
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