Semanario Horizontes

 Ética política e identidad patrimonial

 Por Rodrigo Sánchez Sosa

Cuando a quien esto escribe se le invitó al programa de festejos por los 472 años de la fundación de Sayula de forma personal por el mismísimo presidente municipal entonces casi recién electo, en su carácter de cronista municipal y al mismo tiempo se le notificó que recibiría un reconocimiento por la monografía histórica que escribió y ese mismo año se editara, "Sayula del Antiguo Tzaulan al Sayula de los Pérez Rulfo"; comprendí que el hoy Acalde electo y presidente municipal con licencia o tenía  buenos asesores o era astuto en el manejo de las formas diplomáticas de la política. En un solo movimiento me sentó en la congeladora, sin que pudiera hacer nada sin verme mal, su servidor no podía seguir con una actitud crítica hacia la nueva administración sin exponer mi imagen pública luego del reconocimiento que se me estaba haciendo. Las formas quedaron satisfechas, la nueva administración con esto, públicamente y para el todo el trienio, aseguró su imagen comprometida, al menos, con la crónica del municipio que al ser una cuestión honorifica no podía controlar cambiando al cronista por uno afín. Buena jugada que pinto de cuerpo completo y no de perfil lo que sería el actuar político de esta administración, califíquelo usted según su juicio de lo anterior.

Pese a que esto parecía un espaldarazo, en mi caso, lo cierto es que no era así y aunque intenté un acercamiento para negociar, este nunca se dio más allá de los protocolos convencionales que alargan cualquier posibilidad hasta anularla. Pero no me quedé en la banca como hubieran querido y mientras ellos desde su gente de cultura improvisaban malabares, me dediqué a lo que honoríficamente se me había confiado por acuerdo del cabildo anterior: la salvaguarda de la historia y patrimonio cultural de Sayula. Así comenzamos un proyecto de diez videos sobre los quinientos años de historia de Sayula que por motivo de la pandemia y falta de apoyo de la iniciativa privada de Sayula, quedó en un solo vídeo hasta hoy, que se puede ver en Youtube patrocinado por cajetas Lugo Etiqueta Naranja titulado "Sayula Prehispánica"; al mismo tiempo se comenzó el proyecto de otra investigación histórica sobre el patrimonio arquitectónico de Sayula del siglo XIX, igualmente patrocinado por la iniciativa privada próximo a publicarse; de la misma forma otras dos investigaciones sobre el carnaval y mitos, leyendas, personajes populares de Sayula se terminaron de redactar y se buscó financiamiento, incluyendo al propio ayuntamiento que declinó, para que se diese la posibilidad de que se imprimieran; se apoyó y se asesoró la iniciativa de vecinos del barrio de San Miguel que sin ayuda del ayuntamiento ni del gobierno del estado, cristalizarían sus hoy ya famosos en todo el estado y hasta otras entidades federativas "Murales del Barrio de san Miguel" también próximos a inaugurarse junto con una investigación. Insistí, ofició incluido, con el seguimiento a uno de los proyectos más ambiciosos de la crónica municipal aprobado por el cabildo anterior: el reglamento municipal del consejo de cronistas de Sayula, que ordena el nombramiento de un cronista por barrio, los cuales a su vez formarían un consejo municipal de cronistas presidido por el cronista municipal. En mi carácter de congelado en este ayuntamiento nunca recibí ni seguimiento ni respuesta. 

En la falsa idea, quizás, nunca se me ha comentado; de que la responsabilidad de la salvaguarda de nuestros valores identitarios se puede improvisar, el actual ayuntamiento encauso su política en este sentido añadiendo al nombre del municipio la palabra "Ciudad" e intentó sin éxito renovar el escudo de armas de Sayula y planeó la creación de un zócalo (sic) en lo que fue la obra negra del proyecto arquitectónico "El Páramo" y la crujía del ex jardín de niños Celso Vizcaíno, de triste memoria.

Quizás, sólo lo puedo suponer, luego de los resultados, se pudieron dar cuenta que hace falta una asesoría en esta materia, que se hubieran ahorrado muchos problemas en ese rubro, esta administración, con una simple llamada telefónica a un servidor el cual está obligado por su nombramiento honorifico a tal asesoría y/o proporcionar la información requerida para el caso especifico del patrimonio cultural e histórico del municipio.

El ignorar nuestra historia, y no hablo exclusivamente de las decisiones y políticas del ayuntamiento en turno hablo de todos los sayulenses, no sólo pone en riesgo nuestro patrimonio cultural sino que lo destruye. El un amor al terruño (a veces ferocidad amorosa), a las raíces, un amor melancólico, nos lleva a actuar de manera irracional creyendo que las fotos de postal de nuestro lugares emblemáticos reflejan en un reduccionismo ingenuo la profundidad histórica de nuestra identidad y son suficientes para tomar decisiones al respecto de nuestro patrimonio. No es con este tipo de autoturismo endógeno que no va más allá de dos generaciones en los 500 años de historia del municipio que interesaremos a nadie en él como quiere el sueño guajiro del "Sayula pueblo mágico", más bien terminaremos fomentando el mal gusto y la depredación del patrimonio arquitectónico substituido por Kioscos y Oxxos, además de darle aval a  ricos analfabetas que gustan de mezclar lo que ellos creen que es el estilo colonial local con la decoración de interiores de las mansiones californianas como mezclan los colores pastel con la arquitectura neogótica del Sayula decimonónico. 

Los animales son astutos, solo el hombre es inteligente, racional. Personalmente no espero mucho en este campo de la protección del patrimonio, del nuevo ayuntamiento que es continuidad del actual. Reconozco la habilidad para imponerse políticamente del titular de nuevo ayuntamiento y con licencia del actual, pero no la celebro., por lo anteriormente dicho y porque el pasado domingo la apabullante victoria electoral que obtuvo no mostró más que dos cosas, uno: que el desconocimiento de la historia hace de las masas rebaños en busca de pastor y pastura; y dos: que los políticos locales de línea tradicional están enfermos de ego y que pueden ser manipulado por el truco más antiguo al que los clásicos definen, citando a Julio Cesar, así: Divide et impera.