lunes, 14 de junio de 2021

 El Sayula conservador y los cambios

políticos en México 1810-1910

Reportaje de Investigación de  Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula 

De la indiferencia a la toma de partido con el bando perdedor, pasando por la frivolidad, la historia de Sayula con los movimientos sociales que cambiaron al país, tiene una clara tendencia a la postura conservadora. Debido a la falta de espacio, omitimos el conflicto cristero, el cardenismo, los movimientos políticos de izquierda en los sesenta y setenta, el arribo del neoliberalismo en 1980 y la actual Cuarta Trasformación (2018). Si conociéramos nuestra historia no nos sorprendería el pasado resultado de la jornada electoral del domingo 6 de junio próximo pasado en Sayula. Al final las trasformaciones se imponen y Sayula las asimila, pero la tendencia a lo largo de la historia no ha sido de vanguardia social o política en los albores de los movimientos sociales de trasformación del país, sino más de bien cierta antipatía a los movimientos progresistas. Esto nos ha hecho bastión a lo largo del tiempo, de lo reaccionario. Aquí los ejemplos documentados de ello:


Sayula durante la independencia (1810): 

Los años previos a la independencia de México la situación de los mestizos, indígenas, mulatos y otras castas en Sayula y la región, no difería mucho políticamente de la de los criollos con respecto a los españoles peninsulares; pero los primeros estaban lejos de tomar conciencia política y social de su situación por la ignorancia generalizada, la pobreza y las condiciones de explotación en que la mayoría vivía. Empujados a las más miserables condiciones de vida, la gran mayoría, se refugiaban en la fe, apacentados por la religión. Algunos grupos de estos, cada vez más numerosos, ante la situación desesperada de su existencia o por franca rebeldía, desafiaban el orden establecido, convirtiéndose en salteadores de caminos, haciendas y pueblos, volviéndose legendarios bandidos algunos de ellos. La concentración de la riqueza en pocas manos y las restricciones déspotas del estado español, desataron la violencia, tanto por la necesidad de sobrevivir como por la necesidad de autoafirmación y reconocimiento. Los desposeídos tenían una agenda política y social distinta de los criollos, aunque no se dieran plena cuenta de ello. Los primeros, influidos por los ideales liberales de la Europa ilustrada, planeaban reformas que les hicieran justicia como clase social y al mismo tiempo modernizaran el orden político y económico; los segundos, en una situación desesperada, no podían planear ni hablar de reformas, sino de una necesidad apremiante, una solución radical, una revolución social, política y económica que los liberara del yugo que padecían, cuya consecuencia inevitable, llevaría a una conciencia nacionalista e independentista. Los intercambios entre estos dos sectores, dieron a los criollos la confianza de una base social e identidad (distinta a la del peninsular) y a los mestizos, comunidades indígenas, mulatos y castas, un discurso y plataforma política, una base ideológica y principios más sofisticados de logística y organización…sin embargo, el mismo cura de Sayula José María Sánchez organizaría con su propios medios y recursos, una compañía de indios a la que denominó Patriotas, para combatir a los insurgentes que se atrevieran a presentarse en Sayula. En 1818 el comandante de esa milicia era el indígena Santiago Feliciano Larios. La paranoia de los españoles los llevó a una "cacería de brujas" en la región, orquestada desde el realista Sayula. El sanguinario comandante español Cándido Lejarazu, ejecutó en la plaza de armas de Sayula en menos de un año a 35 individuos tan sólo por parecerle sospechosos de ser insurgentes. El 24 de octubre de 1810 el Obispo Cabañas lanzó un decreto de excomunión contra los insurgentes Hidalgo, Allende, Aldama y Abasolo y contra quien de cualquier forma los apoyara en la Nueva Galicia. Sayula fue considerado como un bastión de españoles durante la independencia, y en la región despertó animadversión por la crueldad con que eran tratados los prisioneros insurgentes o cualquier sospechoso de serlo.

Sayula durante la Guerra de Reforma (1858-1861):

En el caso concreto de Sayula, la toma del poder por parte de los liberales en México y su propuesta de una República representativa y popular, debió dividir a la sociedad. En Sayula, hogar de algunos acaudalados españoles y sus descendientes, profundamente católicos y con intereses emparentados con los intereses de los conservadores centralistas, ahora excluidos del gobierno del país, las trágicas noticias se comenzaron a conocer por 1858…Don José Ignacio Vázquez Bravo, un rico terrateniente y conservador, nacido en Sayula en 1799, quien fuera diputado al Congreso local en 1835 y miembro de Consejo del Gobierno Imperial de Sayula en 1865, narra así el comienzo de la guerra de Reforma o Revolución de 1858 como la llama en su crónica: "El malestar de la nación a consecuencia de la odiada constitución de 1857, se deja percibir en toda la República, y al fin parte de la guarnición de México con el general Zuloaga al frente, se pronuncia en contra del gobierno, el día 11 de enero de 1858, y después de las proclamas y alocuciones de estilo, y contestaciones por ambas partes, rompieron la hostilidades, parapetándose ambas fuerzas en los principales edificios, hubo un sitio que duró pocos días y al fin triunfó Zuloaga, y el presidente Ignacio Comonfort salió fugitivo de la capital el día 17 de enero de 1858. En todos los estados de la confederación mexicana dominaba el partido exaltado liberal, y el suceso de México alarmó fuertemente a los gobernantes, quienes se prepararon para contrariar la revolución…"  Durante la toma de Sayula en 1860 por el ejército conservador, Miramón entonces ya presidente de la República, del Partido Conservador; el general en jefe de su ejército Tomás Mejía, el general Zuloaga y su estado mayor fueron hospedados en la casa del español Ángel Arch, vecino conservador de Sayula. Miramón exigió a los vecinos liberales de Sayula cinco mil pesos y al pueblo de Sayula diez mil pesos en préstamo, al negarse los primeros, los hermanos Gutiérrez y Julián y Esteban Villalvazo, este último quien hospedara al presidente Juárez en su casa a su paso por Sayula, todos ellos liberales y posiblemente masones; sufrieron las consecuencias: sus comercios fueron confiscados y saqueados. Además, la tropa asaltó las casas de otros vecinos de Sayula sospechosos de ser liberales y el archivo del ayuntamiento fue destruido mientras la mayoría aplaudía la barbarie. 

Sayula durante la intervención francesa: 

Fueron los guerrilleros reclutados en la Guerra de Reforma al bando liberal, pese a sus antecedentes de bandolerismo, quienes hostigaban al ejército francés. Los guerrilleros liberales…en la región sur de Jalisco, enfrentaron a la milicia francesa con todo y sus exóticos combatientes zuavos, cazadores africanos y tiradores argelinos: N. Delgado "el Chino" enfrentó al coronel Garnier; Simón "la Simona" Gutiérrez a Margueritte y Antonio Rojas a Douay, causándoles bajas importantes.58 Su pago, en el caso de uno de ellos, fue el ser fusilados en Sayula por sus tropelías contra los civiles el 16 de abril de 1864, por el luego traidor general José López Uraga: Por asesinatos y robos cometidos en Cajititlán y Santa María, los guerrilleros republicanos N. Delgado "el Chino", Ramón Cortés "el Mocho" y Rudecindo Valdez (fueron fusilados) siendo desarmados y presos sus oficiales y tropa. Con tal motivo en la plaza de armas de Sayula dictó arenga Uraga al respecto: "He dicho que ni la clase, ni las circunstancias de la guerra, ni consideración alguna me harían tolerar en las filas del ejército independiente a esta clase de gente, para la cual el robo es un fin y la causa un pretexto; he dicho que los pueblos y los ciudadanos entre nosotros tienen sus garantías y sus derechos afianzados y que debo cumplir, porque soy responsable, con mi firmeza, del honor, la moralidad y la existencia del ejército." Su discurso fue elogiado por la prensa en México como "el cronista de Mejico" y Juárez nombró a Uraga comandante Supremo del Ejército del Centro. Éste lo traicionó negociando con los franceses. Lo substituyó un obeso, incompetente y mal trecho José María Arteaga, luego de disputarse el puesto con Echegaray. Pero nada hizo por detener a los franceses: Arteaga no ordenaba movimiento alguno contra los Imperialistas a pesar de tener un poderoso contingente de más de siete mil hombres con mucha artillería.

Sayula en la Revolución (1910):

En Jalisco los movimientos políticos maderistas y huertistas, no se dieron con la misma intensidad destructiva que en otras partes de la república. En Sayula la revolución era noticia que venia de fuera, traída por comerciantes, arrieros y cartas de conocidos. Los pronunciamientos y levantamientos que se dieron, fueron desarticulados y esporádicos. Una junta revolucionaria convocada en secreto en 1910 por Eduardo Valdovinos, Juan J. Carrión, Albino Amador, Tiburcio Ochoa y Benito Aceves, vecinos todos de Sayula, era vigilada de cerca por las autoridades locales y el comandante del cuarto escuadrón de la gendarmería del estado, de acuerdo a crónica de don Federico Munguía Cárdenas. Estos se enteraban de primera mano de los acontecimientos en México, mientras el pueblo de Sayula desconocía toda información que no fuera la que propagaba la prensa porfirista, que tildaba a Madero de loco…La vida en Sayula seguía su cauce y, salvo algunos entusiastas, la revolución no era preocupación pública de primer orden, los alzados en la sierra a favor de la causa maderista, eran vistos como gavillas de bandoleros que ya existían antes, y el poder de las familias de terratenientes imponía una realidad muy alejada de los hechos violento que ya se daban en otras partes del país. Los trabajos por el progreso de Sayula seguían con normalidad, tal es el caso del tranvía de mulas que daba servicio del centro de Sayula a la estación de ferrocarril que era visto como un símbolo de la pujanza económica del pueblo y su modernidad… en Sayula los jóvenes de ese tiempo organizaban clubes deportivos, equipos de beisbol y reuniones sociales, al parecer, despreocupados de tales acontecimientos. Uno de estos clubes sayulenses de 1912  se llamó H.A. T. cuyo significado era: horror al trabajo. (Fuente: Sayula del Antiguo Tzaulan al Sayula de los Pérez Rulfo SC 2018)



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