lunes, 17 de abril de 2023

 EDITORIAL: Y CRISTO AÚN NO HA RESUCITADO

"El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los aromas que habían preparado, y encontraron la piedra del sepulcro retirada a un lado. Entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús." (Lucas 24:1-3)

Para la inmensa mayoría de los cristianos el domingo llamado de gloria, es un día memorable porque se recuerda cuando el hombre llamado hijo del Padre regresó a la vida, esta fecha acaba de pasar.

Este humano que se enfrentó a los imperios tanto invasor romano como interno judío, en todas sus formas; desde lo legal, político, religioso, ambiental, cultural. Recibió la reacción contraria y con toda la fuerza que ambos estados pudiesen dar.

En lo legal, sufrió la injusticia de dos juicios, en ambos, ninguna culpabilidad le pudieron probar; uno con Herodes y el otro con Pilatos. Le imputaron calumnias con testigos pagados, montajes de delitos armados al calor de la noche (como sucedió y sucede en los procesos en México); violaciones al debido proceso (cualquier semejanza con nuestro país, es mera realidad); condena dictada por seres que no tenían el derecho ni la autoridad para dictaminar "…Pilato, queriendo soltar a Jesús, les volvió a hablar, pero ellos continuaban gritando, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale!" (Lucas 23: 20-21); (cómo sigue aconteciendo, nuestros medios de información acusan, sostienen, enjuician y crucifican a quien tienen en la mira).

Políticamente miraban a este Jesús como un peligro por sus enseñanzas, por conducir a la vida anteponiendo primero al humano antes que la ley. "Pilato convocó a los principales sacerdotes, y a los gobernantes y al pueblo, y les dijo: "Ustedes me han presentado a este hombre como a un perturbador del pueblo, pero lo he interrogado delante de ustedes, y no lo he hallado culpable de ninguno de los delitos de los que ustedes lo acusan." (Lucas 23:13-14).

Podríamos ir demostrando en cada uno de los temas las injusticias cometidas y podríamos escribir un tratado, pero lo que intento demostrar es que aún a dos mil años de aquel suceso, las iniquidades, ilegalidades, los tratos indignos, los excesos de poder, la corrupción, los temores de los poderosos; la indignación del pueblo permanece; luego, entonces ¿Cristo ha resucitado? Recordemos: "Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo"." (Mateo 25:40)

Los migrantes siguen siendo perseguidos, encarcelados, asesinados, invisibilizados, indignados, clasificados y racializados, eso hacemos con ese Jesús, porque son sus hermanos, los más pequeños, los más indefensos, los expulsados de su tierra, los hambrientos, sedientos, los forasteros, los desnudos.

Qué decir de los encarcelados sin la posibilidad de un juicio justo; sin amparo, sin dinero, acusados por montajes y calumnias; en muchos casos por ser defensores de agua, tierras, medio ambiente y justicias comunales.

Otros donde todavía no llega la resurrección, son las comunidades que son obligadas a abandonar su lengua, su cultura, su lugar de nacimiento dejando tierras y posesiones; no a vivir, más bien a sobrevivir; relegados a la proscripción, sin servicios básicos, sin educación elemental; obligados al exilio por la amenaza o por la ausencia de protección. Con leyes, pero sin legalidad.

Ya no alcanzan las palabras para mencionar las necesidades de los niños, fuera de todo marco regulatorio, dejados por los padres a la educación de moda como el narcotráfico y las redes sociales; muchos son obligados al trabajo de adultos, sin conocer la oportunidad de la imaginación en los juegos, ni la enseñanza orientada a la sabiduría, en infinidad de casos, muchos maestros ven al niño como enemigo-patrón; porque los maestros se ven obligados a cumplir una tarea sólo por un salario y olvidan la misión de la construcción de un ser.

Ante el hecho sucedido entre los estados de San Luis Potosí y Querétaro donde desaparecieron 35 migrantes y lo que pasó en el albergue de Ciudad Juárez en Chihuahua, puso al descubierto lo que soslayamos, pero nos imaginamos que sucedía, la corrupción y el negocio que son estas personas para los buitres sin escrúpulos, esas hienas que no se hartan de dinero. Esos políticos ubicados en puestos que deberían de servir de alivio; pero lesionan más profundamente la vida de los parias.

 


Alejandro Solalinde Guerra, sacerdote destacado activista por los derechos humanos.


El gobierno a propuesta del Sacerdote Alejandro Solalinde Guerra cambia la forma de intervención y trato a los migrantes, primero desparece el Sistema Nacional de Migración y segundo crea un órgano colegiado, compuesto por la sociedad, dependencias gubernamentales, representantes de iglesias, empresarios y delegados de instituciones internacionales.

Después de todo lo mencionado anteriormente ¿todavía cree usted que Jesús el llamado cristo ha resucitado?

Mi opinión es que la resurrección será cuando la paz, la justicia y la igualdad se logren y el león paste junto al cordero.

Moisés Zepeda Gómez./ Para Horizontes


No hay comentarios:

Publicar un comentario