martes, 7 de noviembre de 2023

 EDITORIAL: Caso Palestina: La indefinición como complicidad

Chozas de barro bombardeadas en un paisaje desértico y abandonado. Un niño de dos años, con la cara hundida en la arena, apaleado hasta morir. Cadáveres amontonados en fosas. El esqueleto de un adulto con las muñecas aún atadas a la espalda. (Tomado del libro Genocidio de Jane Springer).

Desde que se hizo pública la Declaración de Balfour el 2 de diciembre de 1917 en la que La Gran Bretaña anunciaba su apoyo para la construcción de un "hogar nacional" para el pueblo judío en territorio del recién expulsado imperio Otomano y tierra de Palestina, se gestó con el apoyo de los colonizadores occidentales iniciar una despalestinización de los residentes. (Por supuesto que los ingleses no querían tan cerca a los judíos). 

Desde ese tiempo, los nativos de ese país han sufrido por diferentes causas y por innumerables motivos las agresiones que van desde la religión, la etnia, la economía, acusaciones de ser terroristas y cosas peores.

Actualmente esos territorios sufren la crueldad de diferentes formas, acusan a Hammas de haber asesinado desde niños, adultos, mayores y soldados en la invasión; cuando existen medios y algunos testimonios del mismo Israel que aseguran: quienes llegaron disparando sin mirar, fueron los mismos milicianos israelíes provocando el caos y la muerte por fuego cruzado. En otras fake news se menciona que nunca se tocaron los hospitales ni centros de asistencia social, cuando fueron bombardeados y destruidos desde escuelas, hospitales, centros de abastecimiento de agua y electricidad.

           


Indispensable la solidaridad con el pueblo Palestino

Pero en el medio de la guerra y la política cuenta mucho el dinero y el poder. Las potencias como Francia, España, Inglaterra y los Estados Unidos apoyan sin restricción la política no sólo imperialista, la colonialista de Israel; llegando al nivel de prohibir manifestaciones en favor de la paz y del pueblo Palestino, actualmente ya es considerada traición el poseer una bandera de ese país. Las mismas naciones que subyugaron a Zimbabue, Argelia, Túnez, Marruecos, Mauritania, Senegal, Mali, Guinea, Camerún, Costa de Marfil, Níger, Burkina Faso, Benín, Sudáfrica, Cádiz, Egipto, Sudán, Kenia, Somalia, Nigeria, Rhodesia, gran parte del oriente y en occidente a América desde norte al sur. Esas mismas son las que ahora apoyan a la nación judía.

Los ataques conllevan el fin de desterrar de esos lugares a los propietarios del lugar, si no se van, entonces que desaparezcan de la faz de la tierra. Mismos ciudadanos de la raza judía están en desacuerdo por la forma de proceder de sus representantes.

Si los pueblos no nos apoyamos estamos en la cuerda de ser los siguientes seres víctimas de genocidio. No puede llamarse de otra manera al actuar del cuarto ejército con más poder, con armas, misiles y tecnología de punta; contra cohetones, piedras y seres indefensos acorralados sin posibilidades de salir ni huir; sin alimento, agua ni medicinas.

Como ciudadanos de este mundo, debemos definir un criterio: defender al pueblo palestino o decir que nosotros somos apolíticos, que no nos importa lo que suceda.


Moises Zepeda Gómez./ Para Horizontes de Sayula


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