La refundación de la Universidad de Guadalajara.
Por Arturo Fernández Ramírez
Se festeja el 12 de octubre de 1925, aunque originalmente la fundación fue en 1792. Actualmente cuenta con 335,538 alumnos, de los cuales 154,349 son hombres; 181,189 son mujeres; 145,850 están en el nivel superior y 189,688 en el medio superior. Su plantilla de personal se compone de 27,770, de los que 10,464 ejerce funciones administrativas y 17,306 es académico. Este universo estudiantil y docente, aunado a su presupuesto e infraestructura, hacen de la Universidad de Guadalajara, la institución educativa más grande de Jalisco y la segunda a nivel nacional. Siendo en la que se materializa el derecho humano a la educación pública y gratuita. De ahí su trascendencia e importancia para celebrar su aniversario.
Recordando un poco su historia, el 3 de noviembre de 1792 se inauguró la Real Universidad de Guadalajara, con la decisiva intervención de Fray Antonio Alcalde y Barriga, obispo de Guadalajara. Después de la guerra de Independencia, las pugnas entre gobiernos conservadores y liberales dieron como resultado cierres y rupturas de nuestra alma mater. Originando cambios de denominación como Instituto de Ciencias del Estado, Universidad de Guadalajara y Universidad Nacional de Guadalajara.
El 12 de octubre de 1925, el gobernador José Guadalupe Zuno, instauró nuevamente a la Universidad de Guadalajara, luego de 65 años de ausencia. Y en esta nueva era, el primer rector fue Enrique Díaz de León. Quien, al impulsar la educación socialista, desató disturbios estudiantiles, por lo que el gobernador Sebastián Allende decidió clausurarla. Siendo el 22 de julio de 1937 cuando el Congreso del Estado de Jalisco, la restauró nuevamente y la ceremonia de reinauguración tuvo lugar el 20 de noviembre de ese año. Y a partir de esa fecha, ha tenido una mayor estabilidad, sin estar exenta de las pugnas políticas de los diversos grupos de poder en nuestra entidad federativa.
Aunque dentro de la Universidad convergen diferentes expresiones políticas, tanto de estudiantes como de académicos. Debemos reconocer que nuestra alma mater siempre ha representado un gran coto de poder. Al cual quieren acceder gobernantes, personajes, líderes y quienes participan en la vida pública de Jalisco.
La Universidad de Guadalajara es la institución a través de la cual el Estado busca cumplir con su obligación de garantizar el derecho humano a la educación pública y gratuita. Contemplado en el artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. La falta de espacios en las aulas da como resultado que cada semestre, miles de aspirantes sean rechazados, truncándose su proyecto de vida. Por lo que, se incumple con esa prerrogativa fundamental.
Es necesario que las y los gobernantes destinen el presupuesto necesario para que se garantice y se cumpla a cabalidad la educación que todas y todos merecemos.
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