EDITORIAL: Suena mal, pero se los dije
No vaticinamos el futuro, como ya lo hemos expresado en exposiciones anteriores.
Así en agosto de 1993, en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guadalajara, en el auditorio Salvador Allende; como invitado expuse el camino que nos estaba llevando al descarrilamiento económico del país; que se requería una mejor asistencia a las necesidades de los trabajadores que en ese momento no se consideraban por ningún lado, y que el empobrecimiento de la gente estaba inoculando una estridencia social.
Esto tuvo su resultado el 1 de enero de 1994 con el levantamiento Zapatista donde tuvo que intervenir el Estado con toda su fuerza y virulencia. Sofocaron la revuelta armada, pero no las ideas de cambiar un régimen. Aún recuerdo la declaración del Subcomandante Marcos: "podrán cuestionar la forma, pero no las causas".
Tiempo después, ya con la "peste bubónica" de la delincuencia organizada, empezó el malestar de los ciudadanos especialmente en Michoacán, donde se evidenció totalmente el importamadrismo del gobierno por la gente. Dicho por el párroco de Chucándiro "Padre Pistolas" que él le hizo personalmente el reclamo a Felipe Calderón Hinojosa de ¿por qué razón había mandado al ejército a desarmar al pueblo? Que los dejó en la absoluta indefensión, empezó la Familia Michoacana a secuestra hijas, violarlas, llevarse esposas de los campesinos y empresarios durante varios días y luego las regresaban embarazadas, obligar al pago de piso por hectárea de limón o aguacate, poner precio a la carne y cualquier producto comercial.
Fastidiaron tanto, que el pueblo se organizó y reventó, se armó y se enfrentó ¿quién no recuerda al capitán Mireles o Hipólito? que se pusieron frente a todos a causa de la no intervención ni del ejército, ni el estado, ni los municipios. (Ambos ya muertos QPD). Luego vino la intervención del Virrey Castillo que mezcló narcos con antinarcos, dejó más revuelto todo y no debido a su ineptitud, más bien debido a su astucia para perjudicar la imagen y honor de los sublevados.
Sucedió eso, porque así convenía al sistema neoliberal para la defensa de la explotación de minas, agua, bosques, el usufructo del medioambiente y para sus propios intereses.
Cuando los fenómenos de ese nivel suceden, no son casualidad. Todo tiene un fin.
Actualmente se vive una exagerada violencia, muertos y desaparecidos por toda la república, amenazas y extorsiones al por mayor; el gobierno no alcanza a tapar tanta delincuencia generadora de delitos.
¿A qué se debe esto? Es muy simple inferirlo, desde antes de las elecciones predijimos que se destaparían etapas virulentas de violencia, las vivimos y ese es el problema.
La furia actualmente disparada y los encontronazos entre cárteles ¿por qué suceden? Es fácil decirlo: ese es su misión (y tal vez ni éllos lo sepan), su labor es para lograr exasperar la población y obligarla a defender su vida y su derecho a la paz.
Lo que sigue es que empezará a pasar como lo sucedido en Mexcaltitán Estado de México, donde se liaron a machetazos y balazos los pobladores contra los delincuentes a causa del cobro de piso. En entrevista a uno de los sobrevivientes (que no quiso dar nombre) sabían que los narcos estaban armados y ustedes sólo tenían algunos machetes ¿por qué se atrevieron a hacerlo si sabían que podían matarlos? Preguntó un reportero; la respuesta fue: de todas maneras, nos estaban matando de hambre y de miedo.
Aquí la delincuencia llegó al extremo de la exigencia, disparó la rebeldía como sucedió en la independencia, en la huelga de Cananea, Río Blanco, por eso mismo se levantaron en armas los hermanos Serdán, por el hastío, y por no poder soportar la pobreza y explotación se inició la revolución.
Quien configuró todo y aunque parezca disco rayado, siempre fue la tendencia ideológica de los conservadores. La violencia que se engendró y continua efervescente en toda la república se incubó en la derecha (posiblemente por ambición desmedida y no porque su fin fuera crearla, pero les sirvió y la incentivaron). Ahora la aprovechan en sus campañas (no están exentos de pecado los supuesto izquierdistas que son como los violines, se manejan con la izquierda, pero funcionan con la derecha).
Desde aquí les vuelvo a vaticinar, México bronco volverá a estallar porque los ciudadanos buscarán la justicia por mano propia como en Mexcaltitán o como en la Ruana Michoacán ante la insuficiente inacción de los medios gubernamentales, el desinterés de los mandos del gobierno y la corrupción del poder judicial.
Moises Zepeda Gomez./ Para Horizontes