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Por Arturo Fernández Ramírez

"Las fiestas guadalupanas"

Estamos ya en el último mes del año y aunque la principal celebración es la navidad, debemos reconocer que también las fiestas en honor a la Virgen de Guadalupe tienen un fuerte arraigo no solo en nuestro municipio de Sayula, sino en prácticamente todo el País. Y no es para menos, ya que de acuerdo a la tradición Católica, las apariciones milagrosas de la Virgen María en tierras mexicanas allá por el año 1531, no deja de ser un gran acontecimiento que trascendió las fronteras de la entonces Nueva España, por lo que al considerarse un privilegio divino, vale la pena recordar.

 Sayula puede ser considerado "Guadalupano" desde el momento mismo en que la fiesta principal que aglutina a miles de ciudadanos, a prácticamente toda la población del municipio y de sus alrededores, es precisamente la del 12 de diciembre con todas las actividades que la misma envuelve como las peregrinaciones, mañanitas, entre otras.
 Los cientos de sayulenses que año con año se preparan en los grupos de danza para venerar de esta manera a la Virgen de Guadalupe, son también una muestra del fervor Guadalupano. De hecho, las danzas cada vez son más numerosas, tanto en los grupos que participan como en el número de personas que integran cada una de ellas.
 Así por ejemplo, tenemos conocimiento que este año a las alrededor de 15 danzas que había hasta el año pasado, se han sumado otras dos. Y si bien, las mismas se crearon a partir de desmembramientos de otras que ya estaban conformadas, lo relevante es que cada vez se pone más de manifiesto el interés de los sayulenses por aprender los bailes autóctonos sincronizados que al son de una flauta y un tambor, se logran aprender con el respectivo esfuerzo físico que representa.
 Después del 12 de diciembre toda la atención se centra en la navidad y aunque de manera oficial las posadas se inician a partir del 16 para concluir el 24, la realidad de las cosas es que desde antes del 16 se inician las fiestas navideñas con las llamadas pre posadas, tanto en escuelas como en centros de trabajo.
Por lo tanto, nos encontramos ya en la época de adviento, es decir, en la etapa previa a la navidad y junto con ello, las posadas y pre posadas empiezan a ser el principal atractivo.
 Lo que debemos tomar en cuenta es que estas fiestas como religiosas que son, deben girar en torno a lo espiritual y no a lo material como lamentablemente ha venido sucediendo en los últimos años. Se debe, por tanto, evitar caer en los excesos mercantilistas que después tienen serias repercusiones el próximo mes, en el inicio del año cuando además se tienen que pagar toda una serie de impuestos y también se resienten los incrementos a todas las contribuciones que gracias a nuestros diputados y al ejecutivo federal, tendrán vigencia a partir de la próxima anualidad.
 Al hablar de lo espiritual no estamos refiriendo a no desvirtuar la esencia de estas celebraciones, ni las posadas o pre posadas, mucho menos la Noche Buena, convirtiéndolas en todo menos en eso, en fiestas eminentemente religiosas.
Se incurre en los excesos de las compras y en el alcohol, provocando endeudamientos innecesarios y ambientes de libertinaje que muchas veces terminan en pleitos, accidentes y más tragedias.
En fin, diciembre, a no dudarlo, es un mes que tiene muchas tradiciones que a los mexicanos nos gusta celebrar y mantener vivas, lo cual es correcto y válido. Y más cuando con motivo de ellas muchas familias se reúnen para departir y convivir. Lo único que debemos hacer es mantener esas costumbres en su esencia, en la razón que les dio origen, esto es, no perder su espiritualidad y desterrar la materialidad que las ponen en peligro. Ojala que así sea. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com