miércoles, 28 de julio de 2010


Temas de Interés

Por Arturo Fernández Ramírez

La cuesta de agosto con los útiles escolares

Ante la proximidad del inicio del próximo ciclo escolar, los Padres de Familia empiezan a preocuparse por el dinero que tendrán que erogar, ante los altos costos, para la adquisición de los útiles escolares que sus hijos necesitarán para iniciar o continuar con sus estudios.
 El problema se agrava cuando son dos o más hijos los que están en edad escolar, ya que se calcula que pueden ser miles de pesos los que deberán invertir en dichos útiles. Y como sabemos, los salarios de la mayoría son bastante bajos.
 Así como la semana pasada comentamos lo inconstitucional de las cuotas "voluntarias", hoy bien podríamos afirmar que los útiles escolares de alguna manera contravienen el espíritu del artículo 3º de nuestra Constitución en cuanto a la gratuidad de la educación se refiere.
 En efecto, la intención del Constituyente Originario de 1917 al plasmar que la educación pública sería, entre otras características, gratuita, no fue otra sino el pretender garantizar para todos los mexicanos un derecho tan elemental como lo es el acceso a la educación.
 Y es que parecer ser que a muchos no les ha quedado claro que la educación es un derecho humano y no un privilegio.
 Luego entonces, como derecho, como garantía constitucional, el Estado tiene la ineludible responsabilidad de que se respete, de que se cumpla, de que se lleve a cabo, de que todos tengan pleno acceso y goce a ella.
 El que la educación tenga un costo en cualquiera de sus facetas (inscripciones, cuotas, adquisición de útiles indispensables para desarrollar la actividad educativa) y que este costo traiga como resultado que muchos se queden sin estudiar por carecer de los recursos para solventar esos gastos, podemos traducirlo como una contravención al citado numeral 3º de nuestra Carta Magna.
 Por eso, desde tal perspectiva, los útiles escolares deberían ser sufragados por el mismo Estado para que no sean un impedimento en el acceso a la educación, en el goce de un derecho humano elevado a rango constitucional.
 En la clasificación que se hace de los Derechos Humanos, la educación se contempla dentro de los llamados de la Segunda Generación, de ahí su importancia y trascendencia. Además, como ya lo referimos, está consagrado como una garantía constitucional desde la promulgación de nuestra actual Constitución, considerándose, junto con el artículo 27 y el 123, como la esencia del logro de la Revolución Mexicana.
 Desde hace una década aproximadamente algunos gobiernos estatales han venido implementado dentro de sus programas sociales la repartición precisamente de los útiles escolares en forma gratuita. También lo han hecho algunos municipios, sobre todo aquellos que por su magnitud cuentan con grandes presupuestos que les permite destinar partidas a la adquisición de estos materiales didácticos.
 Sería conveniente que el Gobierno Federal se avoque a esta problemática de los útiles escolares, porque cada año no deja de ser una situación gravosa para millones de mexicanos que ya no solo sufren la llamada cuesta de Enero, sino también ahora la de Agosto. Ojala que hubiera mayor sensibilidad en el Gobierno Federal frente a la necesidad de apoyar la educación como un derecho fundamental y que no siga siendo en la práctica un privilegio que solo los que tienen dinero pueden disfrutar. Por lo pronto, esperemos que todos los Padres de Familia puedan salir adelante en esta cuesta de Agosto y que los útiles escolares no sean un impedimento para que sus hijos continúen con su formación académica. Sugerencias y comentarios al correo electrónico arturferam@hotmail.com


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