jueves, 28 de octubre de 2010

REVOLUCIÓN ORGÁNICA
Compartido por: Angel Arturo Cisneros Paniagua
Fuente: http://www.gaia-organica.com

Alguna vez te has preguntado porque durante todas las estaciones del año hay naranjas, manzanas, sandias, peras, uvas, es decir, las llamadas "frutas de temporada"...si eres muy joven es probable que en tu memoria este registrado que siempre que lo quieras habrá naranjas, manzanas o una rebana de sandia con solo abrir el refrigerador o bien ir al supermercado… Si es así, puede ser que la pregunta no tenga mucho sentido para ti, pero si ya no eres precisamente un joven, posiblemente tengas una respuesta...o posiblemente no.
Si no perteneces a la nueva generación, es muy probable que recuerdes aquellos tiempos en tu niñez o en tu juventud, cuando acompañabas a tus padres al mercado municipal o al tianguis (que era donde se compraba la fruta y
la verdura y no en supermercados), a comprar el mandado que incluía las frutas y las verduras para la semana y podrías ver sorpresivamente alguna o algunas frutas o verduras que ya hacía tiempo que no veías o que habías dejado de comer por algún tiempo y que al mismo tiempo podías escuchar a tu mama diciendo "mira ya empezaron los mangos, o los elotes o las guayabas, etc…" entonces tu memoria te decía que empezaba la temporada de tu fruta favorita…y todo aquello se convertía en un autentico banquete emocional al saber que ibas a poder comer mangos o duraznos durante los siguientes dos o tres meses. Parecen muy lejanos aquellos tiempos en que en la mesa había disputas familiares por la nata de la leche "bronca", pero que aún con todos estas sanas discusiones, salía de la leche suficiente nata para untar en cada uno de los panes de los miembros de la familia y que en muchas ocasiones la jefa de la casa para evitar desavenencias, las acumulaba día a día para dar lugar al fin de semana a un manjar de reyes llamado "gorditas de nata".
Ya se han olvidado esos días en que podía llegar hasta la puerta de tu casa un hombre procedente de algún rancho cercano en su carreta tirada por un cansado caballo ofreciéndonos "queso de rancho", "requesón", "jocoque", "crema" y que sus sabores eran simplemente únicos e incomparables y que además teníamos que estar atentos y lograr adquirir una ración de lo que nos ofrecía, pues sabíamos que no era de todos los días, pues su producción era muy limitada, pues había que esperar que la vaca pudiera dar un excedente de leche después de alimentar a su cría...hoy en día buscamos en una u otra parte para encontrar el producto cuyo sabor solo tenemos registrado en nuestra mente, sin lograrlo, pues raramente podemos encontrar alimentos con esa calidad y con la materia prima idéntica a la que se usaba en aquellos tiempos…hoy claro que todo eso lo encontramos fácilmente, el problema es que estos ya son producidos en cantidades industriales y mediante procesos que disminuyen y en algunos casos eliminan el valor nutritivo originario de los alimentos.
Esos eran otros tiempos, en los que teníamos que esperar a que nuestra madre tierra cumpliera con un ciclo pasando por las cuatro estaciones de año para volver a entregarnos parte de su vida a través de la diversidad de alimentos producto de la tierra y que como toda madre que crea la vida, esperar pacientemente a su recuperación para regalarnos un año después parte de su vida, alimentos que sabíamos nos eran entregados por la naturaleza en determinadas épocas y que no había que apresurarla ni buscar adelantarla, sino esperar a que llegara su tiempo.
Hoy todo eso ha cambiado dramáticamente y no solo le hemos hecho daño a nuestra madre tierra y a nuestro medio ambiente, sino también nos hemos hecho daño a nosotros mismos. se han descubierto métodos para hacer que la vaca produzca mas leche sin importar si se le está dañando, se han inventado sustancias que alteran el organismo de la vaca para hacerla más "productiva", se cuenta con nuevos procesos en los que solo bastan unos días para hacer de un pollo un animal digno de terminar en el plato o llenando grandes hornos rosticeros o asadores, se han creado granjas de gallinas que tienen producciones inimaginables de huevo, o cerdos que solo viven para comer día y noche y terminar sus días sin siquiera haber pisado un corral al aire libre…todo ha cambiado tanto que hemos confundido el termino comer con alimentarnos…aunque en ello se nos vaya la vida.
Hoy gracias a muchos productores conscientes a nivel nacional y mundial, esto está retomando su curso de tal manera que nuevamente podemos adquirir todos los alimentos como se producían años atrás, recuperando todos y cada uno de los valores nutrimentales de los alimentos, esto a través de la producción orgánica de alimentos.
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