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Por Arturo Fernández Ramírez

El día de muertos y los altares

omo una tradición de siglos, cada año se celebra el Día de Muertos y junto con esta festividad se llevan a cabo otras actividades que forman parte de toda una tradición.
Se ha dicho que nuestro País cuenta con grandes tradiciones que en su conjunto lo hacen ser un Estado lleno de cultura.
También, un País con cultura se mantiene unido y logra resolver mejor sus problemas internos, particularmente cuando de defender sus costumbres se trata, afianzando su identidad nacional.
México a pesar de tener una amplia gama de costumbres y tradiciones, en los últimos años ha sido influenciado por costumbres extranjeras que nada tienen que ver con nuestra historia, lo que pone en riesgo nuestra identidad.
Ciertamente la globalización ha traído como consecuencia que se rompan los regionalismos y que todos los Países entren en una dinámica casi común, como si las fronteras se rompieran o fueran insuficientes para frenar lo que un País no desea para sus habitantes.
La tecnología es pieza fundamental en esta globalización, ya que es así como costumbres y tradiciones de otros países están al acceso de quien así lo desea (el internet por supuesto es el más claro ejemplo de ello).
Por eso, son muchas las voces que afirman que gran parte de nuestros problemas tienen su origen en la crisis cultural que vivimos, lo que nos hace no estar definidos en situaciones torales, en aspectos de convicción.
Ante esta situación, el no solo mantener vivas nuestras tradiciones sino rescatar aquellas que por una u otra razón se han perdido o se están perdiendo, resulta de gran importancia para que con todo y la globalización se logre mantener nuestra identidad nacional.
Es así como el Día de Muertos y las costumbres que lo rodean vienen a coadyuvar en el afianzamiento de nuestras raíces como mexicanos.
Los altares a los muertos son algo propio y característico de esta fecha, también las famosas "calaveras", es decir, los versos que en forma de sátira se escriben y dedican de manera principal a personajes públicos.
Todo lo anterior en su conjunto hace del 02 de noviembre una fecha llena de religiosidad pero no exclusiva de la Iglesia Católica, ya que los orígenes de esta celebración se remontan a la época prehispánica, antes de que México conociera dicha religión.
Celebremos pues el Día de Muertos con todas sus tradiciones, hagámoslo no solo con un enfoque hasta cierto punto divertido (con las "calaveras" y con la forma en que se ve la muerte misma) sino sabiendo que con ello estamos contribuyendo a mantener viva una gran costumbre de nuestro País. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com