jueves, 2 de diciembre de 2010


  La Carreta y los bueyes.....

Por Rodrigo Sánchez Sosa

El Carretero…

Hola a todos los amables lectores de la presente columna, de nuevo como cada fin de semana desde hace ya 13 años, se dice fácil, nos encontramos compartiendo éste espacio público de análisis editorial. Debo hoy, como casi siempre, disculparme por las erratas de mi autoría en la pasada entrega, pues ante la difícil tarea de escribir estas notas y apuntes desde un sitio público con límite de tiempo y después de una jornada especialmente difícil de trabajo ajeno a esto, los errores de dedo, donde omití palabras haciendo de las frases algo incomprensibles, francamente me avergüenzan, y agradecería muchísimo su comprensión y que me disculparan por ello. Como a muchos en este país, la desesperanza me ha abatido los últimos meses, resulta particularmente deprimente enfrentarse con una realidad lacerante, ya no ajena y lejana, al tratar de sobrevivir en un ambiente cada vez más individualista, corrupto y violento. En un todos contra todos, como viles hienas carroñeras, nos arrebatamos los despojos en éste país dominado por un mafia criminal y sanguinaria, que se divierte, seguramente, viéndonos pelear por las migajas que caen de sus mesas opulentas e inalcanzables. No importa a dónde estés, para dónde voltees, la corrupción y la violación de la ley, son practicas comunes y hasta inevitables. Comenzaré ejemplificándolo con el consejo de un columnista de economía a sus lectores en un diario de circulación nacional, de izquierda. El lector le escribe un email comentándole su caso, le explica que tienen una pequeña empresa familiar (micro Industria, que según estadísticas, son estas y no las grandes empresas, las que aporta el 50% del PIB nacional), que trabaja para el gobierno de un estado, luego de tratar de ser honesto y no prestarse a corruptelas, la pequeña empresa fue marginada y puesta al borde de la quiebra por su principal cliente, el gobierno. La amarga queja es respondida con más amargura pero sobre todo con desesperanza por el periodista especialista en la economía nacional y su análisis: palabras más, palabras menos, responde que, ellos, los dueños de la micro empresa en quiebra, por si solos, con sus acciones, no cambiaran la cosas en México, pero si se quedaran en la calle y perderán su patrimonio, dada actitud (¿honesta?) ¡¡¡¡!!!!...en carne propia sentí lo que leí aquella ocasión. En mi trabajo trate de ser honesto para generar un cambio, con mis clientes, con mis proveedores y con los empleados, ¡sorpresa!, estoy quebrando, después de ser víctima directa de la especulación internacional en el precio de los granos básicos, así como la especulación nacional con el azúcar y las grasas de origen vegetal; así como el costo de la gasolina. No se me hizo honesto pasar el costo no solo de los aumentos de la materia prima, sino de mis ganancias al consumidor último de mi producto que finalmente es parte importante de la canasta básica y la dieta de la mayoría de la gente. Tuve esperanza en un cambio. Nada. Parece a nadie importarle a dónde nos llevará todo esto, todos están interesados en su beneficio inmediato y satisfacción propia. Ir a contra corriente es un suicidio frente a una moral judía que no tiene consideración por nadie. Pero lejos de que esto parezca revertirse, en los próximos años veremos un ajuste importante en la recaudación de impuestos, cuya factura se pasará a las clases desposeídas mientras las grandes empresas y empresarios seguirán con sus regímenes especiales, sin pagar impuestos que porque generan empleo, cuando somos las micros y pequeñas empresas las que generamos el 50% de PIB y la mayoría de empleos formales en éste país. ¿Por qué me pongo de ejemplo?, para asegurarme de que no exagero o hago mala interpretación de este fenómeno nacional y coyuntura mundial que nos tocó vivir. ¿Miento?, sólo no quiero ser parte de esta barbarie, ¿y usted? o ¿de qué se trata?…
Ya ni llorar es bueno…
¿Qué cambios requiere el municipio? ¿Estamos bien como estamos? ¿La actual administración es la quinta esencia de la política honesta y comprometida? ¿Son los gobiernos intermedios a las administraciones rivistas los que han generado el atraso con respecto a otros municipios de nuestro estado? ¿Qué lugar ocupamos en grado de marginación a nivel nacional como municipio? ¿Es verdaderamente el gobierno municipal una versión aceptable de autonomía, democracia y legalidad? Son preguntas que rondan mi cabeza al escribir sobre Sayula. En días pasados vi un documental sobre la India, unas de las potencias emergentes en el mundo junto con Brasil, Rusia y China. En él, se veía los contrastes enormes entre los ingresos de las personas en ese país, mientras tenían a varios de los millonarios mas prominentes del mundo, también tenían a las clases más desposeídas del orbe. Algunos eran asquerosamente ricos y otros asquerosamente pobres. En las calles convivían carretas hechas de desechos tiras por bueyes con Mercedes Benz lujosísimos. Los edificios más sofisticados del mundo y las barriadas más pobres e insalubres. En Sayula el contraste es parecido, a primera vista la opulencia y el lujo nos es difícil de observar en nuestras calles, pero tampoco la miseria. La diferencia con India, primero es un país, pero, allá se está sacando a millones de gente de la miseria, y los ricos son personas que emergen de las clases inferiores; mientras que aquí los pobres y los ricos, no solo son los mismos de siempre, sino que algunos ricos se vuelven pobres y algunos pobres lumpen pobres, y nadie salvo que salga del municipio tiene algún futuro distinto. Nos engañamos si creemos que este gobierno le importa o siquiera ve lo anterior. Y como el corazón que no ve…se hace pendejo, es evidente la insensibilidad. Cuestión de educación, si algún regidor lee esto se preguntará, pero cómo le hizo la India, fácil: educación, igualdad, democracia y libertad. Aquí en Sayula, es patente nuestro analfabetismo funcional, que nos encasilla; el clasismo que nos aísla y separa; el autoritarismo que nos tiene fascinados y por el que votamos un período sí y otro no pese al abuso una y otra vez confirmado; por último, si las intrigas clasista y cortesanas del actual ayuntamiento restringen las oportunidades y hasta impone impunemente su moral, ¿cómo se podrá dar la iniciativa de un cambio y el impulso emprendedor en todos los rubros?...ya ni llorar…
La Cantina de Rivas, ¿capricho o estupidez?…
Terco como él solo, el alcalde Rivas Peña, porque su cabildo es de palo, se niega a revisar el horario de giros restringidos, pese a mi terca y solitaria campaña en este espacio, que siendo así le vale remadre; pero… la semana pasada el señor José Isabeles tuvo a bien retomar en su columna en el semanario local Tzaulan, esta propuesta desde otra perspectiva, que su servidor había obviado, la legal. Acertadamente refiere lo ilegal y hasta lo ridículo de tal medida que cierra los bares y discotecas locales a las 23:00 horas bajo el auspicio de una figura vaga en el reglamento municipal. Citando la ley pone puntos sobre las ies, Isabeles, alrededor de la estupidez que convierta a las calles en un potencial peligro para todos, y por prejuicio (según yo lo entiendo) desdeña el potencial económico para el municipio de estas actividades que turísticamente son complemento de cualquier ciudad que se precie de un atractivo, que a Sayula le sobra: belleza arquitectónica, optimo clima y bellísimos paisajes. Ven ustedes amigos lectores, no todo es contra punto entre este servidor y el señor Isabeles. Quizá por allí pudiésemos encontrar algo que al periodismo de Sayula le hace mucha falta, coincidencias en el fin último que debe ser nuestra comunidad, cuya base por su puesto es la información y la educación.
Y ahí se ven, con un saludo para el señor Isabeles y cada uno de los lectores de la Carreta y los bueyes a lo largo ya de 13 años….abur.

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