sábado, 22 de octubre de 2011

Los otros Panamericanos
Como te ven te juzgan.
Mucho se ha comentado de la calidez del pueblo mexicano, algo totalmente cierto. El mexicano es, en términos generales muy amable con el turista extranjero.
Esta semana me dirigí a la capital del Estado para vivir de cerca "el espíritu panamericano" con mi familia.
Antes de llegar a la perla tapatía, me encontré con el primer filtro de seguridad, un reten de la policía federal. Me toco la suerte de ser desviado para inspección. Al dirigirse el oficial federal a la ventanilla del conductor, lo salude amablemente en alemán y le dije que veníamos de Sayula y nos dirigíamos a Guadalajara a las justas deportivas. Mis hijos y mi esposa, se rieron de mi ocurrencia. El oficial federal, me imagino no me entendió absolutamente nada, pero se reía tanto o más que nosotros mismos. Mi esposa presento una credencial del instituto de migración que la identifica como extranjera, ignoro si el oficial la leyó, estaba tan nervioso y risueño que la regreso inmediatamente y seguimos nuestro camino sin ser revisados como el resto de los mortales que no se les ocurrió hablar en otro idioma. De ser una norma, los filtros sirven lo que el viento a Juárez.
Eso no es todo, fue solo el comienzo. Estando en Guadalajara, nos dirigimos a la calle Chapultepec a su "Fan Fest". La única entrada esta sobre Mexicalzingo, pero no hay ningún letrero que así lo indique. Al ver que desviaban al público a dicha avenida, seguimos a la mayoría, a la tierra que fueres, has lo que vieres.
Ya dentro de Chapultepec, mis hijos fueron abordados por una dama para realizarles una entrevista. Lo primero que les pregunto fue más que como pregunta como afirmación:
¿No son mexicanos verdad? En voz baja les dije que le siguieran la corriente, de otra forma jamás nos enteraríamos que querían.
Al decirles que no, continuaron con la entrevista, era exclusivamente para extranjeros. Mis hijos son aún niños, y la dama se veía honorable. El estudio de mercado era sobre bebidas gaseosas y jugos que se venden en Jalisco. Les preguntaron por la imagen que tienen de dichos productos, si para ellos son seguros, sanos, confiables, a buen precio, etc. No sé que se imaginan, creen que los extranjeros vienen de otro planeta y no de otra parte del mundo.
Estando en Ciudad Guzmán, nos encontramos con unos argentinos. Al igual que a mis hijos los confunden con americanos o canadienses y les hablan en ingles, algo que nos da mucha risa. Las recomendaciones que se les dieron a los atletas panamericanos son de alarmarse… pero son ciertas. Si a su servidor me hubieran dicho lo mismo, me regresaba inmediatamente.
Les advirtieron que evitaran hacer cualquier comentario o critica desfavorable sobre el país, se podía interpretar como una intromisión a la "soberanía nacional". Que la legislación mexicana es bastante Xenofaba, que prohíbe a cualquier extranjero hablar de política, que aunque vieran lo que todos vemos, que evitaran hacer cualquier comentario al respecto.
Les recomendaron no salirse de sus concentraciones, no hablar con extraños, atender a sus múltiples y extremas medidas de seguridad. Les sorprendió el terrible estado que se encuentran las carreteras del sur de Jalisco. Les asustan tantas medidas de seguridad, salen custodiados con no menos de cuatro vehículos blindados con un buen número de elementos armados, dando tremendos saltos dada la velocidad que se desplazan y a las terribles condiciones de nuestras carreteras.
Respecto a la comida, acostumbrados al asado y bifes, les parece horrible, muy mala. Al parecer al resto de las delegaciones les resulta una verdadera pesadilla la comida en la villa panamericana. Les recomendaron evitar la carne de res por el clenburetol, les recomendaron consumir pescado y aves.
Los mexicanos les resultan muy agradables, no así sus autoridades.
Se sorprenden, como la mayoría de los extranjeros, que sigamos viviendo en México.
Esta es la verdad de los juegos panamericanos, nuestra triste verdad.
Federico González Alfaro

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