jueves, 1 de marzo de 2012


ANESTESIA  Emocional

Por el psicólogo Arturo Fregoso Flores

¡Acérquese! Aquí andamos otra vez en este espacio que es alimento para el ánimo del escritor. Adentrémonos al mundode lasalud mental y de las emociones., ¡Hoy toca! y no eso que está pensando, sino el explicar un tema que quizá le resultará controversial, porque cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. El tema al que me refiero en ésta ocasión es: "Cleptomanía".
Juzgue usted:
"Hay quien dice que los pobres cuando roban son ladrones, mientras que los ricos o famosos son cleptómanos".
La característica esencial de la cleptomanía es la dificultad recurrente para controlar los impulsos de robar cualquier objeto, aun cuando no sea necesario para el uso personal o por su valor económico. El individuo experimenta una sensación de tensión creciente antes del robo, seguida de bienestar, gratificación o liberación cuando lo lleva a cabo. El robo no se comete para expresar cólera o por venganza, ni aparece como consecuencia de una idea delirante o una alucinación. Los objetos son robados a pesar de que tengan poco valor para el individuo, que tendría medios para adquirirlos y que con frecuencia se desprende de ellos o no los usa. A veces el individuo acumula los objetos robados o los devuelve inesperadamente. Aunque las personas con este trastorno evitarán robar cuando sea probable un arresto inmediato (por ejemplo: en presencia de un oficial de policía), no planifican los robos ni toman las medidas adecuadas para evitar las posibilidades de arresto. El robo se comete sin la asistencia o colaboración de otras personas.
SINTOMAS
Los individuos con cleptomanía experimentan el impulso de robar como egodistónico (alteración del yo) y son conscientes de que se trata de un acto equivocado y sin sentido. Con frecuencia, la persona se siente deprimida o culpable de los robos. Los trastornos del estado de ánimo (especialmente el trastorno depresivo mayor), los trastornos de ansiedad, los trastornos de la conducta alimentaria (particularmente la bulimia nerviosa) y los trastornos de la personalidad pueden estar asociados con cleptomanía. El trastorno crea problemas legales, familiares, profesionales y personales.
La cleptomanía es una alteración rara que se presenta en menos del 5 % de los ladrones de tiendas identificados. No puede precisarse con exactitud pero se estima que aproximadamente 6 personas de cada 1000 experimentan en algún momento de su vida esta compulsión. La cleptomanía está considerada como un trastorno del control de los impulsos y surge como consecuencia de un malestar generalizado que generalmente se vincula a estados de depresión y ansiedad. Se afirma que las emociones negativas que se vivencian antes del hurto son tan fuertes que la persona siente la necesidad de robar para poder calmarlas. En este momento la tensión es tan alta que resulta incontrolable, si bien la persona tiene conciencia en todo momento del acto que está realizando.
En esencia sería un mecanismo bastante similar al de la compra compulsiva o las adicciones. Cuando el cleptómano roba el objeto, inmediatamente experimenta un alivio de la tensión, si bien posteriormente puede experimentar grandes sentimientos de culpa y remordimientos.
Generalmente la cleptomanía afecta al género femenino y a personas que se dejan llevar por sus emociones. Cuando se atraviesa por un momento particularmente estresante, los impulsos cleptómanos suelen ser más fuertes. De la misma forma, estos impulsos se intensifican cuando la persona se encuentra en una situación donde puede hurtar algún objeto.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la cleptomanía puede ser farmacológico y/o comportamental. En muchas ocasiones se suministran antidepresivos en aras de regular los niveles de serotonina. Una técnica psicológica muy interesante que suele aplicarse con excelentes resultados es la destrucción de los objetos robados. De esta forma la persona rompe simbólicamente con esta etapa de su vida e inicia un nuevo camino.
También se aconseja que las personas compartan sus experiencias, pensamientos y sensaciones con alguien de confianza que incluso puede actuar como "vigilante" para prevenir futuros robos. Por último, se recomienda que la persona busque sensaciones positivas en otras actividades como practicar deporte o emprender algún hobby. De hecho, se afirma que el mayor antídoto para las conductas compulsivas es vivir emociones positivas intensas que brinden la sensación de plenitud ya que así mejora el estado de ánimo y desaparece la necesidad de cometer pequeños hurtos.

Agradezco el favor de su atención y sigo recibiendo sus opiniones en mi correo electrónico arturo_fregoso@hotmail.com.
Recuerden algo…
Atrévanse a soñar, confíen en ustedes y hagan que las cosas sucedan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario