Por Arturo Fernández Ramírez
Como ya lo habíamos referido en ediciones anteriores y además de que es del dominio público, Enrique Alfaro Ramírez es el precandidato de las izquierdas al gobierno de Jalisco. Es el candidato común de los partidos PRD, PT, MC y de la organización creada por él mismo, Alianza Ciudadana.
Aún cuando las encuestas lo colocan en un tercer lugar, lo significativo es que por primera vez en la historia de la izquierda en Jalisco, un precandidato se encuentra posicionado con posibilidades reales de ganar la elección.
Tradicionalmente la izquierda o el PRD, ha logrado crecer en un 7% de preferencia electoral, salvo en 1997 cuando logró alrededor del 17% de los votos (aunque no hubo elección para gobernador) pero después se desplomó y no ha podido pasar de una votación marginal que solo le permite tener una participación testimonial en las elecciones de Jalisco sin la más mínima posibilidad de ganar la gubernatura.
En cambio, ahora con Enrique Alfaro las cosas pintan de diferente manera y la izquierda en Jalisco se encuentra en una competencia real para disputar la gubernatura y otras posiciones importantes.
Alfaro tuvo su nacimiento como político en el seno del tricolor, desde donde buscó primeramente en 2003 la presidencia de Tlajomulco sin haberlo conseguido, por lo que se desempeñó como regidor de representación proporcional. De ahí brincó en 2006 a la diputación local pero ya fuera del PRI, toda vez que para ese entonces, junto con otros priístas, pasó a formar parte del grupo de Andrés Manuel López Obrador impulsando su primera candidatura a la presidencia de la República. Como diputado local empezó a maniobrar para posicionarse en Tlajomulco con el fin de que en el siguiente proceso electoral (2009) pudiera estar en condiciones de buscar la candidatura a la presidencia municipal con posibilidades reales de ganar, lo que a la postre así sucedió: ganó con un amplio margen un municipio conurbado.
Y desde Tlajomulco empezó a construir lo que ahora se ha convertido en uno de sus principales retos de su carrera política: ser el gobernador de Jalisco.
La coalición de los tres partidos de izquierda en Jalisco (PRD, PT, y MC) le da fortaleza a las aspiraciones de Enrique Alfaro, pero es necesario que dicha alianza no solo sea en el papel, sino que también se vea reflejada en el trabajo conjunto, coordinado y común de los tres partidos y de su hoy precandidato.
Enrique Alfaro debe saber limar las asperezas que se dieron con el PRD previo a la firma de la coalición, para que este partido político y su militancia, lo apoyen de manera decidida en la próxima campaña política. La coalición debe ser real y no solo de membrete para que tenga el impacto esperado.
Hasta el momento ha venido sumando adeptos y líderes de otros partidos políticos, lo que de entrada augura un crecimiento y fortalecimiento de su causa.
Frente a sí tiene a dos precandidatos fuertes, ya que Aristóteles del PRI sigue siendo el puntero en las encuestas, mientras que Fernando Guzmán Pérez Peláez, del PAN, al ser emanado del grupo de Emilio González Márquez, tiene toda la estructura del gobierno estatal que puede operar a su favor.
No se avizora una contienda fácil para ganar el gobierno del Estado, más bien estamos frente a una pelea de tres aspirantes con posibilidades reales de ganar los tres. Un dato interesante puede ser el saber que Enrique Alfaro tiene sus raíces en el sur de Jalisco, concretamente de San Gabriel, pero también tiene familiares en Sayula. Algo que le puede ayudar para ganar más adeptos a su movimiento. Vamos a seguir de cerca los pasos de Enrique Alfaro para ver como se sigue desenvolviendo en los amarres internos para su proyecto. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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