jueves, 1 de marzo de 2012



Aquí Usmajac
Por Rodrigo Carrión Grajeda
Nuestros hijos, el mejor negocio de las escuelas
Una de las maneras de hacer dinero fácil hoy día sin arriesgar siquiera un poco la integridad física o hasta la vida como lo hace la delincuencia organizada, es, ser encargado de alguna escuela de cualquier nivel en nuestro municipio. Si, así como lo oye, y es que a crecido tanto la corrupción en este importante y necesario sector educativo producto de la revolución de 1910 que nadie, nadie que tengamos hijos estudiando nos escapamos de aportar dinero para engrosar el bolsillo de algunos directores y de quien se presta,cual judas,en complicidad a las sucias maniobras de corrupción. En primer lugar tenemos el indebido cobro de las dichosas cuotas "Voluntarias" para que los alumnos puedan ingresar a las escuelas llegando a reunir las escuelas fuertes cantidades de dinero por este concepto cada año que la mayoría de las veces nunca se sabe en que se gasto. Las ganancias que se obtienende las cooperativas escolares es otro de los ingresos fuertes que se recibe libre de polvo y paja pues por lo regular dichas cooperativas las trabajan personas ajenas al plantelquienes son los que invierten el dinero y pagan buen dineroa la dirección por que los dejen  trabajar en los planteles. Que me dice estimado lector de las rifas, los boletos a la fuerza para equis evento como bailes, charreadas, venta de uniformes dentro del plantel aunque el reglamento del sector educativo lo prohíbe se viola constantemente al amparo de la impunidad. Todo esto sin tomar en cuenta que algunas escuelas fueron dotadas de terreno para su sostenimiento produciendo en ellas productos del campo y sus derivados ganancias netas que no cumplen a cabalidad con su propósito, pues aun así descaradamente continúan socavando la economía de las familias con las dichosas cuotas de admisión.Como un claro ejemplo tenemos a la escuela Justo Sierra de la localidad la cual fue dotada por el ejido Sayula de dos parcelas para el cultivo con el fin de que el alumnado practicara y aprendiera a sembrar la tierra, propósito que nunca fue realidad solo se han concretado los directivos en turno a rentarlas y recoger en vez de granos como se debiera, dinero limpio con no muy claro donde va a parar. Por cierto, actualmente las dos parcelas se encuentran en producción pero en manos ajenas a quien deberían.Aseguro que la mayoría de padres de familia de esta escuela Justo Sierra ni siquiera saben que tienen unas parcelas para el sostenimiento de su plantel y continúan aportando ingenuamente dinero para todo. La secundaria EST 11, ante ETA, escuela técnica agropecuaria también fue dotada  con bastante terreno agrícola en producción y cada día la miramos peor notándose los estragos del tiempo en toda su estructura.  El CEBETA ya ni se diga, hasta con maquinaria agrícola cuentan para los trabajos del campo y también cobran las dichosas cuotas de admisión a los cientos de alumnos que estudian en este lugar. Todo lo anterior comentado de ninguna manera pretende exhibir a nadie en particular, simplemente recordarles a la mayoría de padres de familia que cuando fueron construidas estas escuelas al igual que la Justo Sierra se doto de terreno suficiente para su manutención de pies a cabeza pues en un principio fueron escuelas exclusivas para hijos de obreros y campesinos de escasos recursos.Aunque después de 30 años los principios se fueron modificando en perjuicio de los mas pobres. En resumen, el mismo hombre por su avaricia desmedida es el destructor de los buenos propósitos de quien desde el gobierno u organizaciones civiles logran beneficios a nuestro favor como cuando se fundaros estas progresistas escuelas y fueron dotadas de los medios de sobrevivencia con el único fin de formar seres humanos de provecho en bien de la humanidad y no para beneficio de unos cuantos. Lastima don nachito Díaz, si viviera don Guadalupe Zuno se moriría de nuevo nomas de puro coraje.

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