Por Arturo Fernández Ramírez
La Reforma Laboral, un atentado contra los trabajadores
(SEGUNDA PARTE)
Pusimos como ejemplo los salarios vencidos que ahora ya quedarán limitados a solo 12 meses sin importar que haya juicios que duren hasta 5 años o mas Y NO POR CULPA DEL TRABAJADOR SINO POR LA BUROCRACIA Y CARGA DE TRABAJO QUE EXISTE EN LOS TRIBUNALES LABORALES, pero a pesar de eso, quien pagará los platos rotos será la clase trabajadora.
Otro aspecto que se contempla en la reforma laboral es "Privilegiar a la productividad de los trabajadores como el principal criterio para acceder a plazas vacantes definitivas o provisionales de más de treinta días y a puestos de nueva creación, en lugar de la antigüedad.". Dicho en otras palabras, se deja sin valor la antigüedad de un trabajador, cuando tradicionalmente es uno de los principales méritos para ir ascendiendo en puestos. Desde luego que la antigüedad lleva implícita la experiencia y por ende la competitividad de un trabajador. Obviamente puede haber excepciones, pero no por estas se debe dar al traste con el mérito ganado con el paso de los años.
De igual manera se pretende "Modificar la estructura de la primera audiencia en el procedimiento ordinario, para que sólo sea de: conciliación, demanda y excepciones y, una segunda audiencia, de ofrecimiento y admisión de pruebas. Con ello se propicia mayor celeridad en el trámite del procedimiento ordinario y se erradican prácticas de simulación que retardan el procedimiento, como el diferimiento de la audiencia en más de una ocasión, con el pretexto de la celebración de pláticas conciliatorias".
En mi opinión, esta propuesta lejos de acelerar el procedimiento, lo dilatará más. En primer lugar porque una de las razones principales por las que se dilata un procedimiento laboral se debe a que las audiencias se señalan con meses posteriores a que se presenta la demanda.
Por ejemplo, si hoy que estamos en octubre presentamos una demanda ante la Junta de Conciliación y Arbitraje de Jalisco, la fecha de la primera audiencia (actualmente denominada "de conciliación, demanda y excepciones, ofrecimiento y admisión de pruebas) será señalada para febrero o marzo del próximo año. Así de rezago existe en los tribunales laborales (bueno, aunque no solo en ellos).
Entonces, lo que antes se hacía en una sola audiencia, ahora con la reforma laboral se pretenderá hacer en dos audiencias, en las que fácilmente puede llevarse casi un año.
Además, cabe mencionar que en la práctica esta audiencia trifásica ya se dividea en dos partes porque los tribunales celebran la etapa de conciliación, después la de demanda y excepciones, para al final en la tercera etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas, solo permiten el ofrecimiento de pruebas, ya que en cuanto a la admisión, "se reservan los autos para con posterioridad dictar el acuerdo de admisión de pruebas", concluyendo así las audiencias. Por eso, lo único que pretende hacer la reforma laboral es legalizar lo ilegal, lo que dilata más el proceso.
Y en cuanto a que es común diferir las audiencias por "pláticas conciliatorias", si bien es cierta tal circunstancia, no menos deja de ser verdad que esta práctica se realiza por voluntad de ambas partes y con el único fin de en realidad poner fin al procedimiento mediante una conciliación.
Por tales motivos, resulta incongruente afirmar que para erradicar prácticas de simulación que retardan el procedimiento, se dividirá en dos audiencias lo que hoy se puede y debe celebrar en una sola fecha.
En fin, así podemos seguir haciendo este análisis de la reforma laboral y nos daremos cuenta que tal y como lo sostiene las voces disidentes, estamos frente a una reforma ad hoc para los patrones, una reforma que va en perjuicio de los trabajadores, pero que a pesar de eso, menos de 450 ciudadanos (diputados y senadores que apoyan estas reformas) harán realidad este retroceso en el derecho laboral. ¿Dónde quedarán las voces de los millones que nos oponemos a estas reformas retrógradas? Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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