Muy a pesar de que se encuentran instalados diez depósitos de basura en la explanada del Jardín del Santuario, las familias «cochinitas» que lo visitan dejan la basura regada por todas partes, incluso, lo que ya representa el colmo, tirada a un lado de los propios contenedores de basura, tal y como se observa en las fotos de Horizontes. Ahora que es la temporada de visitar el Santuario guadalupano se ve por las noches la verdad un cochinero en muchas de las bancas del lugar, como ya se menciona, basura que tiran al suelo o dejan en las bancas a pesar de que los contenedores de basura se encuentran por todas partes, diez en total, por todo lo cual no se explica la actitud de estas familias que de esta manera se comportan mal enseñando a sus hijos porque luego ellos harán lo mismo.
Por otra parte los integrantes de la pandilla del barrio del santuario que ya a todos tiene hartos con sus pintas por todas partes. Recientemente como se observa también en una de las gráficas de Horizontes, pintarrajearon el obelisco a Avila Camacho, lo que refleja en toda su magnitud el desprecio, la ignorancia que tienen estos cholos güevones por nuestra cultura cívuca y por nuestros antepasados que, como es el caso del general antes mencionado, tanto le debemos los sayulenses. Simplemente deberían saber que gracias a Avila Camacho contamos con agua potable para nuestras casas, así de importante fue su legado. Y si usted los quiere conocer a estos vándalos, alli mismo se encuentran todas las noches sin que nadie les diga nada, en muchas de las ocasiones incluso ingiriendo bebidas alcohólicas y fumando ya sabe usted qué, ante el miopismo de las autoridades.
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