Por Arturo Fernández Ramírez
Mucho se ha discutido la errónea forma en que el Gobierno Federal ha pretendido combatir la inseguridad pública nacional, ya que lo único que ha generado es más violencia, más muertes, desapariciones y un mayor descontrol en todo el País.
Son decenas de miles de personas que se tienen registradas como muertas o desaparecidas en esta llamada guerra de baja intensidad, pero la inseguridad lejos de disminuir sigue creciendo. Y es justo aquí donde se cuestiona esta forma de actuar del Gobierno Federal, toda vez que los resultados hablan por sí mismos: si la delincuencia y la inseguridad siguen creciendo, la lógica nos dice que no se están aplicando las medidas correctas. Lamentablemente el Gobierno Federal actual que está ya a punto de concluir, nunca quiso reconocer y mucho menos rectificar el camino y todos estamos pagando las consecuencias.
Hace apenas dos semanas hablábamos de la inseguridad que se vive de manera concreta en nuestro municipio de Sayula, Jalisco, pero ahora dados los últimos acontecimientos en los que una policía en pleno servicio en la presidencia municipal fue "levantada", nos orilla a volver a tratar el Tema de Interés de la inseguridad que estamos viviendo.
Este acontecimiento ha sacudido a todo el municipio y no es para menos, el que una policía estando en servicio y además estando resguardando el edificio de la presidencia municipal, haya sido secuestrada en estas condiciones, ha hecho reflexionar a nuestra población en el sentido de que "si a una policía que está armada y ahí en la presidencia le pasó eso, ¿qué nos puede esperar a nosotros?
Dicho en otras palabras, si nosotros como ciudadanos nos sentimos o deberíamos sentirnos seguros al contar con cuerpos de seguridad que vigilan las 24 horas del día, ¿qué podemos sentir al darnos que el propio cuerpo de seguridad es totalmente vulnerable?, más aún, ¿qué podemos sentir que de la misma presidencia municipal que se supone es el lugar más seguro del municipio porque ahí está la sede y base del cuerpo de seguridad pública, haya sucedido este lamentable hecho?
Si la presidencia municipal que simboliza la seguridad de la ciudadanía, no está exenta de hechos delictivos, ¿en qué otro lugar se puede vivir con mayor seguridad? Son las preguntas que surgen y con toda razón por parte de nuestra población.
Lamentablemente no es la primera ocasión que sucede. Hace aproximadamente dos años se dio también otro "levantón" en las afueras de la presidencia y nadie pudo evitarlo. Pero ahora al tratarse de una policía que estaba en servicio, la zozobra aumenta. No voy a analizar las posibles causas que pudieron haber originado este lamentable suceso porque sería entrar al juego de las especulaciones y por respeto a la familia de la hoy desaparecida prefiero evitar toda especulación. Vamos a dejar que las autoridades hagan su trabajo esperando que den resultados positivos. Lo único cierto e inobjetable es, como lo hemos dicho en otras ocasiones, nuestro municipio se torna cada vez más inseguro y las ejecuciones, "levantones" y desapariciones se hacen más comunes.
Es importante reflexionar a fondo sobre lo que en realidad está sucediendo en Sayula para asumir una postura activa y no pasiva, de lo contrario la inseguridad seguirá creciendo y todos viviremos cada día en un mayor estado de zozobra. Creo que no podemos permitirlo y por lo mismo, no podemos quedarnos con los brazos cruzados. O no sé qué opine Usted amable lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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