(HRV).-El estimado amigo compañero y locutor Guillermo Famoso Villalobos, murió la mañana de este martes 5 de febrero a las 7 horas en el IMSS de Ciudad Guzmán víctima de insuficiencia renal y otras complicaciones que ya no pudo superar. Su cuerpo fue velado en la Agencia Funeraria Lationamericana en Ciudad Guzmán a donde acudieron numerosos vecinos de Sayula además de sus compañeros de las estaciones de radio zapotlenses, sobre todo de la XEBC y XEIS en donde laboraba actualmente y ya desde hace muchos años. En diciembre pasado, empezó a sentirse mal de sus males y desde esa fecha se encontraba incapacitado por lo que ya nunca volvió a su trabajo, según comentó a este reportero su entristecido hijo Memo. La fotografía de la portada, (agradeciéndole al autor nos la haya proporcionado para esta nota) le fue tomada por el también compañero de la radio Leonardo Casillas Arce precisamente en la posada del Sindicato de la Radio en los primeros días de diciembre pasado al parecer ya Guillermo resintiéndose de sus males. Este miércoles se celebró una misa de cuerpo presente a las 4:30 de la tarde en el templo de San Isidro y también de acuerdo a lo expresado por sus familiares, su cuerpo sería cremado tras la celebración de la eucaristía.
Manuel Famoso, el popular Manolo, nos informó también que el próximo jueves 14 del actual, se celebraría una misa en Sayula con sus cenizas presentes para luego llevarlas al Panteón Municipal, ya que era deseo del propio Willi ser sepultado al lado de sus padres y hermanos que reposan en este lugar. Su esposa, ahora viuda de Famoso, doña Luisa Morales Magaña recibió al lado de sus hijos Guillermo Jr. y Karina, recibieron en el velatorio las múltiples condolencias de las personas que se dieron cita en el mencionado inmueble la noche del pasado martes. El novenario se llevará a cabo a partir de este jueves 7 de febrero en ek que fuera su domicilio en Enrique Alvarez del Castillo No. 44 Colonia El Triángulo de Ciudad Guzmán, a las 20:00 horas. Descanse en paz el amigo y compañero.
Descanse en paz, nuestro compañero...
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