viernes, 21 de junio de 2013

Temas de Interés
Por Arturo Fernández Ramírez
Lamentable la explotación de jornaleros en los invernaderos del sur
unque en la historia oficial se dice que la esclavitud es parte del pasado, los hechos que se hicieron públicos recientemente sobre los jornaleros de un invernadero en el municipio de San Gabriel, nos hacen dudar seriamente si en realidad ya no existe la esclavitud en nuestro días.
Incluso en nuestra Constitución Federal en su artículo 1° se establece con toda claridad "Artículo 1°… Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes".
Sin embargo, la situación en que fueron encontrados los jornaleros en el invernadero de San Gabriel, Jalisco; refleja que vivían en un verdadero estado de esclavitud, ya que fueron traídos de otros Estados y por el simple hecho de obligarlos a trabajar sin pagarles su salario y sin dejarlos salir de las instalaciones de la fuente de trabajo, es claro que estaban en cautiverio, privados de su libertad.
Y si a lo anterior le agregamos que, de acuerdo a lo publicado por los diversos medios de información masiva, eran golpeados si intentaban escapar del lugar, queda más que claro que efectivamente su estatus era el de esclavos.
Nos cuesta trabajo creer que en pleno siglo XXI estén sucediendo estas cosas que, insisto, considerábamos ya superadas o al menos eso es lo que nos hicieron creer desde la escuela.
Es triste ver que no es así, que aún sigue la explotación del hombre por el hombre en su máximo esplendor.
         Pero más triste e indignante es reconocer que ese no es el único caso, que así como hoy se descubrió este invernadero de aquel municipio, también se tienen fuertes sospechas de que existen otros más en las mismas condiciones. Y aquí se ha llegado a mencionar a nuestro municipio de Sayula.
De hecho, no debemos olvidar que hace aproximadamente 15 años se dio un caso similar aquí en Sayula con las empresas jitomateras de ese entonces, las cuales también traían a trabajadores con todo y su familia, de otros Estados y las tenían viviendo en condiciones infrahumanas.
En esa ocasión intervino la Comisión de Derechos Humanos, quien emitió una Recomendación que de alguna manera ayudó un poco a mejorar las condiciones de estos trabajadores y de sus familias.
Hoy quien intervino fue la Fiscalía Central, que a diferencia de la Comisión de Derechos Humanos, puede sancionar más severamente a los responsables de estos viles atropellos.  Solo esperamos que este caso no se trate de una simple propaganda del gobierno del estado con el fin de legitimarse en el poder y que al final de cuentas no se llegue a fondo ni se llegue hasta las últimas consecuencias.
Creo que todos, pero más los afectados directos, exigimos verdadera justicia y que se castigue a los responsables para que se ponga fin de una vez por todas a la esclavitud que todavía existe en nuestro país. Ojalá entonces que pronto veamos administrar correctamente la justicia en este caso y en todos los demás de similares condiciones. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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