(Redacción) Como se sabe, en días pasados fue noticia en Sayula el fin de la huelga que mantenían trabajadores del DIF municipal, movimiento que ya tenía nueve meses en paro laboral.
En rueda de prensa se informó al público y medios de comunicación presentes el fin de este conflicto laboral.
Entre los logros que consiguieron los trabajadores en huelga fue el que se les pagaría un porcentaje en sueldos caídos (70% para ser exactos) y la basificación de más de una veintena de trabajadores.
Ante esto, la reflexión se antoja para saber ¿Quién es el que gana y quién es el que pierde con este "arreglo" laboral que hizo que concluyera el paro laboral antes mencionado?
Empecemos con los primeros, los que aparentemente ganan, es decir, los trabajadores, a quienes se les gratifica con un dinero por el que ningún beneficio obtuvo la ciudadanía ya que fue un tiempo que no trabajaron, salvo los tiempos de asistir al sitio del paro a realizar guardias.
Pero también el hecho de basificar al parecer a más de una veintena, esto es, que ahora ya son empleados formales con todas las prestaciones que marca la ley, convirtiéndose así en una carga permanente para el municipio, para la ciudadanía que paga sus impuestos para sostener todo el aparato burocrático.
Entonces, es un triunfo a costa del pueblo mismo, quien aparte de haber sufrido la suspensión de labores del DIF, ahora tiene que cargar con todo lo que económicamente representó esta huelga.
Ahora bien, ¿realmente ganaron los trabajadores? ¿realmente percibieron íntegro su 70% de percepciones? Definitivamente no, se sabe por trabajadores inconformes del mismo Dif que de ese 70% que les correspondía un alto porcentaje les fue descontando por el propio sindicato y extraoficialmente se sabe que una parte de ese descuento era para repartirse también entre algunos diputados que "ayudaron" a resolver el conflicto. Y desde luego la tajada mayor para la lidereza del sindicato Martha Elia Naranjo.
Así, hay quienes afirman que del 100% de sus prestaciones, después de hacer descuento tras descuento, lo que en realidad percibieron fue mucho menos de la mitad de lo que se suponía era suyo, entonces ¿en realidad ganaron los trabajadores o simplemente fueron utilizados? ¿estarán conscientes los trabajadores del Dif de los verdaderos intereses ajenos a ellos que se jugaron en esta huelga? ¿pueden disfrutar el sabor del triunfo o un triunfo con sabor a derrota?
Podríamos decir que los que en realidad ganaron fueron los líderes sindicales, principalmente la lideresa que acaudilló el movimiento de huelga, porque aparte de lo que descontó a cada trabajador de su 70% de salarios caídos, también agregó a su nómina de ingresos nuevas cuotas sindicales proveniente de estos nuevos basificados.
Y en cuanto al ayuntamiento, aunque pudiera decirse o pensarse que también pierde, salvo el aparente 30% que logró descontar de salarios caídos, la triste realidad es que con el resultado de este fin de huelga, quien pierden es el municipio, pero no los funcionarios que trabajan en la presidencia, sino, la gente, los contribuyentes, el pueblo, pues, que es el que paga todos los salarios de los trabajadores municipales, porque ahora se agregan a la nómina municipal 18 nuevos trabajadores que al no tener cabida en el presupuesto del DIF, se les tiene ahora que "acomodar" y lo peor "donde sea" en la administración municipal para que trabajen o simulen trabajar y todo gracias al convenio con que se dio fin a la huelga de marras.
Por eso ahora vemos que por ahí deambulan en diferentes oficinas municipales personas que al no poder encontrar acomodo o tareas qué hacer en el DIF, pues aunque sea para realizar mandados se les ocupa. ¿Esta fue una buena conclusión de la huelga con algún beneficio para el municipio, nos preguntamos?
No estamos en contra de los derechos irrenunciables de los trabajadores -como lo señala la propia ley laboral- pero tenemos que decir las cosas como son y que el daño a la economía del municipio y del DIF, se reitera, todo se paga con dinero del pueblo, es en este momento insostenible y pudiera resultar a la postre, este supuesto triunfo laboral, tan sólo un espejismo, si tomamos en cuenta que ya no está lejos el arribo de un nuevo gobierno en el municipio y que los planes podrían cambiar sobre todo para una buena parte de trabajadores, nuevos, eventuales o basificados, que no hacen ni trabajan en nada.
En conclusión ¿Quién ganó y quién perdió con el final de la huelga del DIF Sayula? Usted tiene la palabra estimado lector.
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