Fue un 5 de mayo de 1989 cuando de manera formal quedó constituido el Partido de la Revolución Democrática (PRD), considerado desde entonces como el instituto político emblemático de la izquierda en México.
Sabemos que la conformación del PRD fue resultado de un gran movimiento nacional en el que participaron amplios sectores que decidieron separarse del otrora partido oficial el PRI, así como de las fuerzas de izquierda que decidieron sumarse previamente en la elección presidencial de 1988 en la que, por la vía del fraude, se impuso como presidente de la República a Carlos Salinas de Gortari, desconociéndose el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Y aun cuando los unió la ideología de izquierda, la verdad es que el PRD nació como una gran fuerza política pero heterogénea, lo que trajo como consecuencia que con el paso de los años fuera sufriendo desmembramientos de cuadros políticos importantes, hasta llegar ahora en el que prácticamente sus fundadores ya no forman parte de este partido político. En efecto, las figuras principales que dieron vida al PRD fueron Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, entre otros, quienes durante muchos años se consideraron piezas fundamentales de este instituto político.
Durante poco más de una década Cuauhtémoc Cárdenas fue el personaje clave del PRD, lo que provocó la salida de Porfirio Muñoz Ledo, quien aspiraba a la presidencia de la República en el año 2000, pero al ver frustradas sus intenciones porque Cárdenas Solórzano también pretendía el mismo cargo, fue por lo que Muñoz Ledo renunció al partido que había fundado y contendió por otro instituto político.
Posteriormente empezó a crecer la figura de Andrés Manuel López Obrador, quien aspiró a la Presidencia de la República en 2006 a pesar de que Cuauhtémoc Cárdenas pretendía su cuarta candidatura al mismo cargo, pero la imagen y popularidad de López Obrador dio como resultado que la nominación final fuer a su favor, lo que provocó un distanciamiento de Cárdenas Solórzano hasta que años después hizo oficial lo que en los hechos ya estaba consumado: su separación del partido que fundó.
Y aunque en el caso de López Obrador no ha habido en realidad una figura que lo haya desplazado en cuanto a popularidad se refiere, el hecho de haber perdido el control del partido frente a la corriente de Jesús Ortega, hizo que se agudizaran las confrontaciones internas, generando desgaste, por lo que después de haber competido por segunda vez a la presidencia de la República en el año 2012, decidió también lo que sus antecesores ya habían hecho: renunciar al partido que fundó.
De las tres salidas antes referidas la que más ha afectado al PRD es la de López Obrador, porque prácticamente la mitad de los cuadros políticos eran liderados por él y en su mayoría se han ido al nuevo partido fundado por Obrador.
Por eso en el Distrito Federal, como bastión principal del PRD, el partido de López Obrador prácticamente desplazó al PRD y está en condiciones de crecer en las próximas elecciones de 2018.
Y es así como el PRD cumple 27 años de haber sido fundado, en donde de acuerdo a quienes lo dirigen a nivel nacional, se alejan más de una izquierda radical para convertirse en una izquierda moderada, más cercana al centro del espectro ideológico, con la intención de que haya flexibilidad en los acuerdos que deban tomarse con otras fuerzas políticas incluyendo al gobierno mismo.
No sabemos a ciencia cierta si esta postura flexible le pueda redituar más que una posición firme e inflexible cuando de chocar con la ideología se refiere, creo que el 2018 dará la respuesta correcta.
Pero lo que sí sabemos y debemos reconocer, es que el PRD aunque se le sigue reconociendo como la tercera fuerza política a nivel nacional, está muy distante de mantener esa posición en forma holgada como antes, ya que el partido de López Obrador le pisa los talones muy de cerca y existe el riesgo de que pueda ser desplazado a la cuarta posición.
Además, a diferencia de todas las anteriores elecciones presidenciales, hoy por primera vez no cuenta hasta el momento con un personaje fuerte en popularidad que se considere como un candidato competitivo para la elección presidencial de 2018, lo que ha dado pie a que voces internas aseguren que se buscará aliarse en las próximas elecciones presidenciales con un candidato o candidata de otro partido político, sin importar que pueda ser el PAN.
Y en el caso de Jalisco, también ha disminuido su ya de por sí marginal presencia, siendo desplazado por otras fuerzas políticas minoritarias.
En conclusión, se debe reconocer que el PRD no pasa por su mejor momento, por lo que es necesario que se reflexione a fondo y que se tomen las mejores decisiones para su fortalecimiento, de lo contrario, seguirá perdiendo fuerza hasta convertirse en un partido más de los que llaman "chiquillada" o incluso desaparecer. Comentarios y sugerencias al correo electrónico :arturferam@hotmail.como
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