domingo, 16 de diciembre de 2018

               La política y la administración pública.
Por Rodrigo SànchezSosa
Cuando en los años ochenta del siglo pasado se puso de moda la carrera de administración de empresas en las universidades públicas y privadas del país, surgió la carrera de Administración de Empresas Públicas. Era prioritario en esos tiempos la correcta administración de los recursos públicos  y se veía en ello el futuro del mercado laboral profesional en México; luego, la crisis del salinismo demostró lo poco que habría para administrar y la mala administración pública del pasado reciente.
Pese a que el país se desmoronaba económicamente, las empresas estatales privatizadas a precios de ganga, y que no pagaron un peso al fisco como Banamex o Telmex, y otras muchas que fueron recatadas al final del salinato con recursos públicos (FOBAPROA), seguían embriagadas del optimismo generada por la ilusión de primer mundo que el salinismo creó para el país. Se hablaba del comercio internacional y los negocios globales; entonces, las universidades en México crearon las carreras de Negocios Internacionales, se fortalecieron las ya existentes de economía y el ITAM fue semillero de la alta burocracia de los gobiernos neoliberales panistas y priístas. Los daños del neoliberalismo al tejido social en México se veían como parte de la doctrina del shock que era necesaria para cambiar la resistencia de la ciudadanía a la apertura económica. A los ricos y sus mentores, los economistas discípulos de la escuela de Chicago, les tenia sin cuidado la crisis de las masas y la desaparición de la clase media. 40 súper millonarios surgidos del salinato y las pujantes empresas privatizadas compensaban la tragedia nacional de los de abajo. La amenaza del descontento que había surgido de un puñado de indignas en Chiapas que se alzaron militarmente contra el gobierno de Salinas en 1994, el EZLN, era visto con desdén por los poderosos señores del dinero que ahora tenían el poder. Nada ni siquiera las corrientes contrarias dentro del propio partido pararían el plan transexenal del neoliberalismo en México que incluso cedería el poder a la derecha panista 12 años, y entonces, fue asesinado un candidato la presidencia de la República  y un presidente del partido hegemónico mexicano el PRI (L.D Colosio y Ruiz Massiue).
Ya en la embriaguez neoliberal, con gobiernos de derecha en el poder federal, se habló del cambio de paradigma educativo en el sector público, se comenzó a implantar como dogma la educación por competencias; el sector privado coludido con la doctrina económica de moda en el mundo, hablaba de la cultural del emprendimiento, el empoderamiento, la sociedad de la información, los mercados y la globalización; Vicente Fox otorgó concesiones a mineras extrajeras y facilitó la instalación de maquiladoras; con la reformas a la constitución del salinato, el campo mexicano en el abandono se vendió e industrializó o se convirtió en coto privado del alto turismo mundial; se apoyó la usura bancaría y el saqueo del país. Con Felipe Calderón se desaparecieron sindicatos, se exilió y asesinaron líderes obreros, y se controlaron los que quedaron. Se pacto con el crimen organizado, lo que generó una guerra entre los cárteles de la droga, luego del asesinato del secretario de gobernación del segundo gobierno federal panista Juan Camilo Murillo comenzado el sexenio. Quedaban dos frentes en la lucha por el control político económico de México del neoliberalismo: el sindicato de maestros y PEMEX la joya de la corona. Esto último fue la misión de Peña Nieto y su gobierno.
En esta transición de 6 sexenios, la ineptitud, ambición, la corrupción y las variables ocultas en el plan, complicaron el proceso, los errores se sumaron y las amenazas se potenciaron. A lo anterior se sumó la decadencia del sistema neoliberal en occidente y el capitalismo extremo de los grupos del crimen organizado. Se vieron, los neoliberales, aislados, comprometidos, con una economía muy lejos de lo planeado, pero, sobre todo, con una exigencia social urgente en medio de una violencia desbordada que se les salió de las manos: 150 mil muertos y 50 mil desaparecidos. La doctrina del shock se volvía en su contra y los beneficios nunca llegaron a las capas altas de la clase media, mucho menos a las altas de la clase baja; todo era un rotundo fracaso. Así llegó MORENA y Andrés Manuel López Obrador al gobierno de la república ante la incredulidad de los dogmáticos.  Para Jalisco la historia no fue diferente, pero ante la carencia de una izquierda organizada, los viejos líderes de la "izquierda" de la guerra sucia, los Alfaro y los Padilla, lograron al final quedarse con la gubernatura del Estado ante la incredulidad de la derecha y la complicidad del PRI.
En Sayula, con su propia dinámica, la influencia de la política de primer nivel incidió en el ámbito local. Los tiempos del hartazgo social y la organización, hicieron eco y en 2017, los ciudadanos del municipio en la inercia nacional se volcaron a las calles, incluso rechazando a los partidos, para protestar por las alzas de las gasolinas, en un fenómeno políticos social sin precedentes. No era bajo los colores de ningún partido lo que motivo la organización espontanea, sino el fenómeno surgido como efecto de la doctrina del shock del neoliberalismo, lo que marcaba agenda en la ciudanía del municipio; el oportunismo político, y también, hay que decirlo, la estupidez, fueron los protagonistas una vez que se desgastó el primer impulso ciudadano que retrocedió luego de la frustración en la meta principal, bajar los precios del combustible y echar abajo la llamada reforma energética del gobierno federal. Sin consenso las banderas cambiaron, de forma burda. De las protestas contra el alza de las gasolinas se pasó a la protesta por los cañones anti granizo y los "altos sueldos" de los funcionarios públicos del municipio, luego a la falta de medicamento en el Hospital de Sayula. Con tal suerte que este movimiento serviría a un oscuro líder estudiantil para formar su base política para crear una candidatura independiente fundamentado en redes sociales a base de espectáculo mediático en Facebook. Así, llegó a un triunfo inusitado que sorprendió al mismo candidato Daniel Carrión con un triunfo apabullante frente al decano del conservadurismo sayulense Samuel Rivas Peña, delfín de Enrique Alfaro.
Cuesta trabajo creer que este señor Carrión estuviera sólo en sus planes, y en lo personal creo que se fraguo algo desde las esferas de poder en la capital de estado, concretamente con el grupo universidad. La traición al movimiento independiente de Kumamoto por parte del independiente de Sayula, podría ser la clave. Como fuere, la falta de experiencia y preparación, mantienen al titular del ayuntamiento de Sayula, administrando la intendencia del municipio, mientras dos viejos lobos de mar, los intocables del Ayuntamiento, los Jiménez administran realmente el municipio, la consigna parese ser: El presidente hace campaña mientras ellos tesorero y contralor, administran el municipio; pero, como apuntábamos al inicio, alguien debe encargarse de la política y los administradores no pueden hacerlo, al final quien ganó la elección fue Carrió. Ahora bien, él debe enfrentar ese reto. Dado que el señor licenciado en derecho por el CUsur, nació mucho después de los cambios importantes para el país aquí resumidos, tiene una idea vaga de lo que enfrenta. Su populismo de redes sociales, no es política, tan no lo es, que enfrenta el primer revés de este tipo: el Tribunal Electoral del Estado emitió una sentencia con carácter de urgente el pasado 6 de diciembre, dando 24 horas al presidente para incluir al Lic Arturo Fernández Ramírez al cabildo como regidor en sustitución de Rivas Peña que solicitó licencia a su curul. Las repercusiones políticas y legales podrían se muy costosas para el presidente municipal, ya que, al no haber quórum en cabildo el ayuntamiento podría considerarse ilegalmente constituido y echarse por tierra todos los acuerdos desde que tomó el poder y peor aún para él, el hecho de no haber cumplido en tiempo y forma con lo ordenado por el tribunal, podría acarrearle responsabilidad penal. La falta de tacto y experiencia en la política de adultos y el mareo del éxito mediático cegaron al presidente, hasta el punto de dejarlo vulnerable políticamente ¿Qué sigue? ¿Un amparo de aquellos a los que los acuerdos de cabildo tomados en este nuevo ayuntamiento a la fecha han afectado? ¿Qué tan mal se verá en su imagen mediática este hecho? Una nueva experiencia: no es suficiente la administración cuando se habla de política, menos si es a grado de intendencia. 

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