Semanario Horizontes

La mano del metate
Por HugoRodrìguez Vàzquez

"Los medios tradicionales están muertos, son una basura y a la gente no le gusta que le mientan"; Alfredo Jalife

Pierden fortunas quienes apostaron por una devaluación por triunfo de AMLO
*Derechairos furiosos porque el peso no se ha devaluado por el contrario se fortalece
Los derechairos, fifís, contra-amlos o como se les quiera etiquetar, por lamebotas, lambiscones y cometortas del prianismo, perdieron mucho dinero por apostar a una debacle tras el triunfo de Lòpez Obrador que nunca sucedió, en otras palabras, en el pecado llevaron la penitencia. Estas personas compraron muchos dólares algunos muchísimos, cada uno de acuerdo a sus cuantiosas fortunas creyendo que las duplicarían al venirtse la devaluación esperada, bueno hasta pidieron prestado para comprar billetes verdes desde antes de las elecciones presidenciales del primero de julio, y después, con la idea de que el peso se desplomaría a 25 por dólar en el mismísimo primer trimestre del gobierno de la Cuarta Transformación. Y sabe qué. Se quedaron con un chasco los vendepatrias. Perdieron mucho dinero. Apostando a una superdevaluación, que,por el contrario, el peso continùa hasta la fecha fortaleciéndose. Estos derechairos, son en gran parte los que se encuentran tras de las campañas sucias en contra de AMLO, tanto en las redes sociales como enla televisión,son los que les pagan a los chayoteros del sistema, Ciro Gòmez, Lòpez-Dóriga, Ricardo Alemán, Carlos Marín, RuizHealy, la gestos Adela Micha, y muchos otros por todos conocidos, ardidos a los que se les acabó el chayote que les daba el pri porque no sólo el peso no se ha devaluado sino, que se ha fortalecido. ¿Puede haber peores vendepatrias que estos gusanos que prefieren que a su propio país le vaya mal para saciar sus mezquinos intereses?. Por mi, como dijo el Indio Fernández en una muy recordada entrevista con Proceso por allà por los setenta: "A mi que me vengan a ver, que me den por muerto y que vayan y chinguen a su madre…". Y el que le venga la camiseta que se la ponga.