viernes, 3 de mayo de 2019

                                 La política del cinismo.
 Por Rodrigo Sànchez Sosa
La escuela cínica en Gracia fue fundada por Antístenes, nació en Atenas, entre los años 450 y 445 A.C., y murió en el año 366 a. C. Fue discípulo de Georgias y de el propio Sócrates, además de amigo personal de este a quien vio morir tranquila y resignadamente por sus ideales, luego de que se le sentenciara a muerte. 
El cinismo que comenzó en Grecia, durante los siglos IV y III a. C., siguió en las grandes ciudades del Imperio Romano: Roma, Alejandría y Constantinopla hasta el siglo V, llegando hasta la Hispania romana influenciando a la filosofo hispano-romano Seneca, el estoico. Cínico viene Cinicus, latín, que a su vez procede  del griego  ????, kyon, que significa perro
El objetivo del Cinismo como doctrina filosófica es alcanzar la felicidad y las virtudes del ser humano y esto se consigue si uno depende sólo de sí mismo. Lo fundamental para el cínico es la autarquía, es decir la independencia de todo condicionamiento exterior, el gobierno propio, la autosuficiencia que puede aprenderse pero que requiere un esfuerzo. Atrás queda todo aquello que considera que ya no le pertenece al sabio, el gobierno, la familia, el dinero, la fama y sobre todo sus antiguos pensamientos. Afirma que la mayor dicha es, sin duda, morir feliz.
Alcifrón un contemporáneo de los cínicos griegos, describe a estos así:
"Son un espectáculo horrible y penoso de ver, cuando agitan sus sucias melenas y te mira insolentemente. Se presentan medio desnudos, con una capa raída, una bolsita colgante y, entre sus manos, una maza hecha de madera de peral silvestre. Van descalzos, no se lavan y carecen de oficio y beneficio. No quiere saber nada de negocios ni trabajo, ni de nosotros sus padres, sino que, por el contrario, nos denostan, pues afirma que todas las cosas son obra de la naturaleza y que la unión de elementos es la causa de la generación y no los progenitores. Evidentemente, desprecian el dinero y aborrecen el cultivo de la tierra. No tiene sentido de la vergüenza y el pudor se ha borrado de sus rostros…"
No muy alejada esta descripción de un joven rebelde contemporáneo, que politizado y extremista se vuelve crítico, anti social y rebelde como los Beatniks de 1950, los hippies de los sesenta o los punks y anarquistas en los ochentas y noventas del siglo pasado - por descripción no cabe aquí la juventud de este siglo enajenada y apática producto del consumismo, el egoísmo neoliberal y el nihilismo tecnológico que produce quimeras milenians como los actuales o monstruosidades bárbaras alrededor de la cultura del narco tráfico, la corrupción y el crimen organizado: capos, halcones, sicarios, dealers, junkies, buchones etc. -
 2000 años después de que ciertos filósofos griegos hubieran abrazado el cinismo clásico, en el siglo XVII y XVIII escritores como Shakespeare, Swift, Voltaire y, siguiendo las tradiciones de Geoffrey Chaucer y François Rabelais, utilizan la ironía, el sarcasmo y la sátira para ridiculizar la conducta humana y reactivar el cinismo. 
Sin embargo, hay una acepción contemporánea para este concepto que se aleja de la filosofía y se centra en la percepción corriente, popular de lo que se entendió  del ideal de la doctrina clásica del cinismo, esto es cinismo como una actitud de la persona que miente con descaro y defiende o prácticas de formas descaradas, impúdicas y deshonestas de algo que merece general desaprobación.
Allí es donde quiero hacer énfasis en este texto: el cinismo, entendido no como un valor ético-filosófico aunque polémico de la conduta humana, sino como una forma descarada de exhibir lo más bajo de la conducta humana. Todo aquello que daña a la comunidad, que despreciamos sobre manera, que nos causa nausea y que hoy es esgrimido sin pudor por los actores más bizarros de nuestras sociedades. Tanto en el terreno político como en la actividad privada de intercambio comercial o personal, la conducta de exhibir nuestra forma de defecar con descaro a media calle pretendiendo que los demás teman y aplaudan aquel acto, es lo que se me ocurre para describir lo que pasa entre los que hoy tienen el poder económico, financiero y político del mundo globalizado llamado neoliberal.
Vemos con descaro como en México los valores más bajos de la naturaleza humana adornados con postulados liberales de liberalismo tardío del presente siglo, se presentan como lo normal y hasta deseable: la explotación de la naturaleza y el hombre, la acumulación irracional de recursos en pocas manos, la libertad de competencia entre actores desiguales donde los débiles son abusados criminalmente por los poderosos en la lógica de la ley de la selva; incluso la exclusión por motivos étnicos o de color de piel se justifican en supuestas nociones de "sentido común" y hasta "científicas". Las escuelas de los niveles más básicos vuelven criterio de verdad en la educación la competencia en la lógica del mercado y las finanzas y descaradamente preparan a la gente para un mercado humano de explotación donde las oportunidades son menos y se dejan a la trágica competencia entre los excluidos de un sistema cínico en el sentido no filosófico del término.
Las formas descaradas en que la oposición en México al Gobierno Federal esgrime estos valores del cinismo vulgar para descalificar la administración de un presidente elegido democráticamente, el presidente más votado de la historia y con el récord de más popularidad en muchos años; están llegando a límites intolerables. No sólo porque atentan contra la democracia y la soberanía del pueblo de México, sino porque se dan en una lógica anti humanista e irracional. La barbarie que implica los argumentos cínicos de estos energúmenos, va por el desprecio de la vida humana, la indiferencia frente al dolor de los más desprotegidos: niños, ancianos y mujeres vulnerables por sus condición social y económica. Todo en nombre de una pseudo ciencia, la economía neoliberal y  su dogma sectario.
Pese a que premios nóveles en economía, han manifestado el fraude del neoliberalismo como sistema de reparto justo de la riqueza y de un crecimiento de la producción sostenido y sustentable, los opositores en México al gobierno de izquierda democráticamente electo; se burlan como si la ciencia les diera la razón, sin ser ni remotamente así y ellos mismos unos analfabetas funcionales. En el ideal democrático se ríen descaradamente del triunfo contundente del actual gobierno federal en las urnas con una mayoría aplastante, despreciándolo por ser mayoritariamente, el voto comprometido a favor de este gobierno, según ellos, de ínfima calidad comparado con su voto y opinión, es decir, por cuestiones descaradamente de exclusión social y racista.  Y después de todo, se sienten víctimas de un sistema, que los reprime en su derecho a expresarse cuando abiertamente difunden una doctrina de odio y exclusión pese a ser minoría en este país del que se creen dueños legítimos de vidas y haciendas. 
Este cinismo hedonista-narcisista nos ha llevado al terrorismo como las recientes ejecuciones por comandos armados de personas inocentes, niños de dos años que son rematados luego de ser heridos con armas de asalto de alto poder, obligando a los sobrevinientes a ver esto con el fin de causar impacto mediático en la ciudadanía de un país: terror y enojo que pensaban canalizar contra el gobierno federal. Las ejecuciones de este tipo continúan en todo el país y los pronunciamientos cínicos que reclaman derechos y privilegios basados en anti valores, descaradamente, de esta manera exigen al nuevo gobierno el respeto de sus privilegios. La infiltración de este barbarismo en las instituciones militares, policiacas y de justicia en México, hace una tarea titánica para el gobierno y el pueblo de México sacudirse estos bárbaros, criminales y asesinos de encima.
El mismo cinismo en la geopolítica internacional, es de dar asco. La forma en que se quiere someter al pueblo Venezolana a los intereses de una nación como EUA, es cínica y bárbara, los discursos del gobierno de Donald Trump y su gabinete en cuanto a los hechos en Venezuela, se de un cinismo vomitivo. La Venezuela aislada económicamente por EUA y sus aliados, mantiene a ese pueblo en condiciones difíciles; el fin, en el total descaro, apropiarse de las primeras reservas de petróleo en el mundo que están en Venezuela. La gente allí se muere de hambre, no por culpa de un gobierno ineficiente y corrupto sino por la ambición de las potencias mundiales por su petróleo, nadie en Europa y EUA les compra ni les vende nada, su dinero esta congelado en los bancos del sistema financiero internacional y de Venezuela se puede decir los mismo que del impero español del siglo XVIII, que fue saqueado por alemanes e ingleses: Venezuela es pobre porque Venezuela es rica. Como la España imperial, que dueña de las minas de oro más importantes y productivas del mundo en el siglo XVII y XVIII, fue estafada por los banqueros judíos alemanes e  ingleses - sin contar con la piratería holandesa e inglesa que con permisos de sus gobiernos robaba los buques españoles cargados de oro que zarpaban de América-, España era pobre porque España era rica. La riqueza europea se financió con el oro americano y la sangre de indígenas y esclavos africanos que murieron en ellas. El cinismo del discurso de la administración Trump y de la derecha traicionera y vende patrias venezolana  es asqueroso. Los mismo se puede decir de México y su oposición de derecha; México es pobre porque México es rico, y su clase alta, burguesa, corrupta, socia del crimen organizado agrupada en la derecha retrograda y golpista es tan judas como la venezolana, con un cinismo que le permite defecar sin pudor en medio de la plaza pública reclamando una ovación a su hazaña. Cerdos. https://semanariohorizontes.com

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