Semanario Horizontes

LA PROHIBICIÓN DEL USO DE BOLSAS Y POPOTES DE PLASTICO

Por Arturo Fernández Ramírez
Hace unos días el Pleno del Ayuntamiento, aprobó reformar el Reglamento para la Protección del Medio Ambiente y Equilibrio Ecológico del Municipio de Sayula, Jalisco, con el fin de prohibir el uso de bolsas y popotes de plástico desechables, así como el uso de unicel.
Aunque dicha prohibición va encaminada de manera principal a los negocios, la realidad es que también tiene sus alcances para nosotros como consumidores, por lo que debemos no solo tener conocimiento de esas limitantes sino estar conscientes que es una medida que tiende a mejorar nuestro medio ambiente,  de ahí que a todos nos deba interesar.
En efecto, de acuerdo a la exposición de motivos de dichas reformas, existe una preocupación por el cuidado del medio ambiente, por lo que ante la grave contaminación que provocan los plásticos, se hace necesario adoptar medidas que contribuyan a la disminución en el uso de estos, dando así sustento a la prohibición de bolsas y popotes de plástico.
Además de lo anterior, las reformas referidas se hacen en observancia a las disposiciones contenidas en la Ley Estatal del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, en el sentido de que los municipios deben adecuar su reglamentación con la finalidad de disminuir las actividades de venta y comercialización de bolsas de plástico para acarreo y popotes.
Indudablemente, desde el momento mismo en que el objetivo es cuidar nuestro medio ambiente combatiendo la contaminación y los daños ecológicos que ocasionan las bolsas popotes de plástico, encuentran plena legitimación las reformas que nos ocupan y, por tanto, deben respaldarse de manera total.
Sin embargo, lo que sí debemos tomar en cuenta que no es tan fácil hacer a un lado en poco tiempo lo que durante muchos años se ha venido realizando con el uso de estos artículos de plástico.
Aunado a lo anterior, no obstante que hoy en día existen bolsas y popotes ecológicos, quizás por la creciente necesidad de su uso (ley de la oferta y la demanda), tienen un valor muy superior al que tienen las bolsas y popotes de plástico, lo que trae como consecuencia una evidente elevación en los costos de los negocios que con seguridad los consumidores serán los que cargarán con el mismo.
Con lo antes expuesto, de ninguna manera pretendo justificar el aplazamiento de la prohibición del uso de bolsas y popotes de plástico, sino que, considero que la autoridad municipal debe tomar en cuenta dichas cuestiones para ser razonable y prudentemente flexible en la sustitución de estos artículos con los que se apeguen la normatividad ecológica.
Lo más importante es que existe plena disposición de todos los comerciantes para respetar, no solo por cuestión de legalidad, sino también por convicción propia, las reformas antes precisadas.
Entonces, tengamos confianza en que, en poco tiempo, nuestro municipio estará contribuyendo al mejoramiento de nuestro medio ambiente. Conscientes estamos que todavía hace falta mucho por hacer para sanear a nuestro planeta del daño que le hemos hecho, pero poco a poco se debe ir logrando con el apoyo y la disposición de todos nosotros. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com  https://semanariohorizontes.com