miércoles, 23 de septiembre de 2020

 De nuestro álbum de los recuerdos (Horizontes, 24 años de periodismos)

Imponentes las torres de la Catedral de Guadalajara. Muchos no saben que, para orgullo nuestro, la loza de revestimiento que lucen dichas y emblemáticas torres de la Catedral de la Capital Tapatía, es obra del artista sayulense Epigmenio Vargas. Muchas casonas de la antigua Sayula y la misma Guadalajara tuvieron la suerte de contar con la loza del maestro Vargas que aún hoy en día se podrán admirar. También en la capital del Estado, además de las torres de Catedral, la Universidad de Guadalajara tiene en su Biblioteca loza de Vargas. Se dice que era celoso en extremo de las fórmulas que usaba en sus pigmentaciones del vidriado que obtenía y de las demás características de su afamada loza, nunca reveló a nadie sus secretos que se llevó a la tumba un 7 de septiembre de 1904, contaba al morir con 85 años de edad. Se menciona también que uno de sus más valiosos secretos con respecto a otras cerámicas como la talavera o la poblana, que diferenciaba a ambas artesanías, era el tipo de barro que don Epigmenio utilizaba para su loza, barro que el maestro extraía de un lugar especial que igual nunca reveló el lugar exacto sólo se sospecha era por el rumbo de Agua Zarca. Toda una época cubrió Don Epigmenio Vargas que dió fama y celebridad a Sayula por su arte con la loza, que desgraciadamente se perdiò con el tiempo, pero que pese a todo queda para orgullo de todos los sayulenses de corazón.

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