miércoles, 23 de septiembre de 2020

        SEPTIEMBRE, MES DEL TESTAMENTO

Por Arturo Fernández Ramírez

Implementado desde 2003, el éxito de este programa ha hecho que se extienda hasta octubre. No obstante, se sigue considerando bajo el porcentaje de quienes otorgan su testamento, lo que significa la falta de cultura en este rubro. Es indudable que la razón es que sigue asociando el testamento con la muerte, es decir, se piensa que se debe hacer cuando ya está cerca la muerte. También, que, si se hereda en vida, nos quedamos en la calle y desprotegidos. Sobre todo, si los herederos resultan malagradecidos y pretenden despojarnos anticipadamente de nuestro patrimonio. Con una buena asesoría jurídica, podemos realizar una disposición testamentaría que nos de tranquilidad en vida y que se respete nuestra voluntad cuando ya no estemos.

    El testamento significa disponer de nuestros bienes para cuando ya no estemos en esta vida. Esto nos dice con claridad que mientras estemos vivos, seguiremos conservando nuestro patrimonio. Otra característica es que se puede revocar en cualquier momento, es decir, si cambio de parecer sobre la forma que deseo heredar, puedo realizar un nuevo documento. En pocas palabras, una disposición testamentaria es para darnos una mayor tranquilidad y no lo contrario.

    Ciertamente la ley establece el procedimiento que se debe seguir cuando no se otorga un testamento o que este fue declarado nulo. Y aunque no siempre surgen problemas entre los herederos, en teoría es mejor realizar una disposición testamentaria para minimizar los riesgos de conflictos legales. En ocasiones, también en los juicios testamentarios surgen problemas que los alargan y complican. Con todo y ello, se sigue considerando lo más conveniente formalizar nuestra voluntad.

    De los diferentes tipos de testamento, el que se otorga ante un Notario Público es el que genera una mayor certidumbre jurídica, precisamente por la fe pública de que están dotados. El costo no es poco, lo que también hace que muchas personas no lo hagan. Aquí es donde entra el programa que nos ocupa, impulsado por el gobierno federal y apoyado por las entidades federativas y los fedatarios públicos. Cada estado establece el precio que se cobrará, pero la idea es que sea el 50% de lo que vale fuera de estos meses.

    En conclusión, fortalezcamos la cultura de hacer nuestro testamento, aprovechemos el programa que obliga a reducir su costo en un 50%. Tengamos la seguridad que nadie nos podrá quitar lo que con esfuerzo hemos hecho. Si hay dudas, consultemos a alguien de nuestra confianza para que disipe nuestras inquietudes. Lo importante es que, al acudir ante un Notario, estemos firmes en nuestra decisión y tengamos una mayor tranquilidad. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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